-¡¿Estás loco?!
-¡¿Por qué la pregunta?!
-¡¿Por qué mierda pensaste que podrías salir de esta sólo con que luzca amenazante?! ¡¿Y por qué rayos no me dijiste que debías tanto dinero?!
-¡No lo sé, pensé que no me ayudarías!
-¡Obviamente no, pero podría pensar en una solución!
-¡Ya lo sé!
-¡¿Cómo es que un estudiante promedio puede deber tanto en tan solo una semana?!
-¡Al carajo todo, corre!
Nos perseguían, y no nos podíamos safar de ellos entrando a la escuela de nuevo, porque era prohibido. Corríamos a toda velocidad por la calle, y en milésimas de segundo, veía a la gente que nos miraba extraño.
-Corres raro, como un videojuego.
-Sí, ya lo sé, me han dicho eso muchas veces.
No es que corriera de tal forma tétrica de un videojuego antiguo, más bien, era fluido y eso me hacía un poco más rápido que los demás.
Finalmente, llegamos a una esquina a descansar y pudimos observar que ya no nos seguían.
-Quiero explicaciones. AHORA.
-Okokok. Espera tomo aliento. Verás, son deudas que debo hace años y que se han ido acumulando con el tiempo...
-¡¿Y para qué tanto dinero?! ¡¿Vas a construir una mansión o qué?!
-Es un tema del cual no quiero hablar.
-Te pegaría ahora mismo de no ser que estoy algo cansado. Vamos Barry. Salgamos de aquí.
Nos metimos por diferentes calles y huimos. Me sentí un completo cobarde. Aunque sentir eso no me resultaba raro. Para todo lo que había pasado, ya no.
Volví de nuevo a la realidad. Solo me senté a ver la tele un rato. Preparé un café cargado, busqué alguna película. Románticas otra vez. Quería cambiar de ánimos, y pronto.

YOU ARE READING
Era un Martes 7...
RomanceHace mucho tiempo que no recuerdo esto, hasta creo que olvidé el día. Pero había algo en esa historia que me dejaba un poco confuso, algo que me hacía rememorar lo que pasó una y otra vez...