Era un Martes 7...

El beso

-Bueno, a gozar el último día.

A pesar de que Sarah y yo nos habíamos separado, seguíamos hablando. Éramos muy unidos. Siempre era de esa forma cuando ella decidía tomarse un tiempo. Yo... Yo siempre lo tuve claro.

El último día fuimos todos juntos y la pasamos bien. Fuimos a un centro comercial que quedaba relativamente cerca y disfrutamos los minutos que restaban.

-Me encanta esta canción.

-Lo sé. La ponía cuando hablábamos.

-Lo sé.

A Sarah le encantaba "Perfect", de Ed Sheeran.

La publiqué y la etiqueté.

Nos apartamos del grupo.

-Siempre he querido estar aquí contigo. Te lo prometí una vez. Creo que ya lo olvidaste.

-No, no lo olvidé.

Le había prometido, cuando nos conocimos (por esos días), que la llevaría al centro de diversiones algún día. Pero como que no fue posible. Hasta ese día.

-Disculpa si no traje dinero.

-No te preocupes, sólo quiero un chicle.

Estuvimos paseando por un rato, y luego nos encontramos con los chicos y estuvimos conversando en una mesa.

Nos volvimos a separar.

Era hora de despedirse.

Estábamos caminando al paradero donde se iría, Sarah se me acercó y me dijo:

-O-Oye...

-Dime.

-¿Puedo darte un beso?...

-...

-Mira, has hecho mucho por mí, así que veo justo "compensarte" por todo eso.

-C-Claro.

Se acercó y me dio un beso en la mejilla.

Un señor que iba pasando por allí dijo:

-Wooopaaa!!!

-Sí. Wooopaaaa!!!

-Jaajajaja.

Nos causó gracia que nos dijera eso. 

Después, involuntariamente, quedamos abrazados y empezamos a caminar.

Estábamos por llegar al paradero

-¿Sabes algo?

-¿Qué?

-Aunque no estemos, quiero decirte que te quiero mucho. Y siempre será así.

-Awww.

-Lo siento, pero necesitaba decírtelo.

-Me has dicho miles de "Te amo's", David. No te preocupes por un "Te quiero".

-Jaja. Sí...

Finalmente, llegó el carro. Nos miramos a los ojos.

-Te quiero.

-Yo más.

Al llegar a mi casa, solo quería estar en mi cuarto.

En todo el día, recordé todo lo que había vivido con ella.