Ese día

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Como era de esperarse, no quería ir ese día a clases. Aburrido, me vestí, tomé el desayuno y fui.

Era un martes 7 de marzo, a eso de las 7:45 a.m., estaba sentado en el patio, conociendo a mis nuevos compañeros, y en eso, se acerca una chica que había visto el día anterior y me había sorprendido, me estira la mano, y me dice: Hola, soy Sarah. Obviamente le respondí el saludo y comenzamos a hablar. Al poco tiempo se oyó una voz a lo lejos, era Carol gritando: ¡¡¡¡¡¡¡¡El David y la Saraaaahhh!!!!!!! ¡¡¡¡wwwuuuu!!!!! A Carol poco le importaba lo que dijeran los demás, siempre expresaba lo que quería decir. Como dije anteriormente, la había conocido meses antes, en vacacional, pero esa es otra historia. Después del grito, ella decidió alejarse y yo me quedé con las ganas de seguirle hablando. Pero también sentí algo extraño. Claro, para ese entonces no sabía que estaba pasando. 

Pasé el resto de las clases con total normalidad (me refiero a "normalidad" como a una tortura que no tuviera fin), hasta que se acabaron las clases de física. Hice nuevos amigos y nos volvimos a presentar de nuevo con otros profesores. En eso, se levanta Sarah, y esta vez escribí su nombre en la parte de atrás del cuaderno.

Llegó la hora de salida, y me fui con Anthony hablando sobre God of War, un juego que para ese entonces, los dos habíamos disfrutado la maravillosa historia de las hazañas épicas y las desventuras del personaje principal (que es uno de los mejores según mi punto de vista).

Llegó la tarde y a empecé a buscar por Facebook. No la encontré. Pasé horas y horas investigando, pero nada; ni un solo rastro, ni una sola pista. Al día siguiente, en la hora de receso, decidí armarme de valor para acercarme a ella y comentárselo (todo tembloroso y sudando frío). Ella sonrió. Su sonrisa era hermosa, como las flores en la primavera. Me dijo que también pasó toda la tarde buscándome. En mi mente, pensé: Wow, ¿en serio me buscó? ¿Querrá ser mi amiga o algo así? Le propuse que fuéramos amigos y ella aceptó. Aunque la había conocido desde ayer, no le había comentado eso de ser amigos. Y pues, ese día, hablamos horas y horas y horas...

Empezamos a conocernos mucho: Sabía su comida favorita, su color favorito, leía libros, le gustaba el rock y cosas por el estilo. Para mí, nunca había conocido a alguien que encaje tanto conmigo. 

Creo que desde ese día, ese martes que la conocí, me empezó a interesar un poco (sólo un poco), el curso de Ed. Física.

Era un Martes 7...Where stories live. Discover now