Era un Martes 7...

Invierno

-No lo sé, creo que durará por siempre.

-Seguro que sí, te veo muy ilusionado.

-...

-¿Sabes algo?... A veces es mejor olvidar...

-... Lo sé...

Era invierno. Nunca vi uno tan frío como ese. Todo el día solo quería recostarme en mi cama y dormir. Tan solo quería un momento de soledad. Solo un momento. Buscaba cierto tipo de consuelo en libros, pero no hallaba solución alguna. 

Sentado, en una pequeña mesa improvisada, con un poco de café caliente, saqué un pequeño paquete. Lo abrí con cuidado, vi su contenido y decidí guardarlo con igual cuidado. Era una pequeña caja de papel corrugado en forma de corazón, dentro, todas las cartas de Sarah. 

El café se estaba enfriando.

-Hay veces donde quisiera volver en el tiempo. ¿Quién no quisiera?

Sería genial revivir momentos.

Los días pasaban. Las semanas transcurrían silenciosas, perdiéndose en el olvido. Los meses dejaban un sabor insípido en todo. Cada mañana despertaba con una idea. El hecho de sentirme vacío me llenaba de algo que ahora mismo no recuerdo el nombre.

A veces es mejor olvidar ciertas cosas.

Los tiempos cambian, pero ahora todo parecía invierno. 

Ellie me ofreció un poco de consuelo el cual recibí bien, pero no lo curaba del todo. Estuve pensando en todo

-Me duele la cabeza.

Hacía ya dos semanas que pasaba esto, me dolía la cabeza intensamente y ningún tipo de medicamento funcionaba.

Already dead.

Generar ideas se me hacía cada vez más difícil. Decidí entonces, intentar algo nuevo, pero no como antes, algo más relevante en todo aspecto. La poesía de por sí se me daba un poco bien, al igual que tocar guitarra, así que pueden deducirlo. Compuse un par de canciones hacia un tema en específico: NADA.

Era algo abstracto y expresivo a la vez. Nunca había hecho eso antes. 

El café seguía enfriándose.

Carol y Anthony estaban en su mejor momento.

Susan era feliz y Steve relucía fragantemente.

Sarah seguía igual de sonriente como siempre.

Yo, intentaba encajar en algo.

-A veces me perturba.

-¿Qué cosa?

-El hecho de que nos parezcamos tanto.

-...

-A lo serio.

-Bueno, ¿es algo raro supongo?... No lo sé.

-Jajajaja.

-¿De qué te ríes?

-De ti.

-...?

-Me dan gracia tus reacciones.

Al parecer, todo iba arreglándose poco a poco. Solo quería eso a partir de ahora.

Reparé a calentar el café. Era invierno. Hacía demasiado frío esta vez.