Capítulo 32

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Mi cabeza dolía a más no poder, me sentía ahogada, no podía respirar debido al agua que entró en mis pulmones, no sabía qué estaba pasando a mi alrededor, tampoco sentía en dónde estaba. Mis ojos pesaban. ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Estaba muerta? No podía abrir los ojos, era como si estuviesen llenos de pegamento y mi cuerpo paralizado. Mis extremidades tampoco me hacían caso, estaban dormidas.

Lo único que podía escuchar eran voces, se oían cerca y al mismo tiempo lejos, ¿qué estaba pasando? Seguramente eran los chicos  preocupados por mí, quería gritarles, pedirles ayuda porque estaba consciente, pero no podía sentir nada de mí.

—¡Respiración boca a boca! —exclamó uno de ellos, me pareció que fue Axel.

—¡No! Primero prueba en hacer presión en su pecho —habló Jacob desesperado.

¿Por qué no lograba despertar? Solo podía limitarme a escuchar lo que tenían planeado, estaban desesperados porque yo no reaccionaba a pesar de que estaba consciente.

—¡Concuerdo con la respiración boca a boca, se va a morir si no le sacamos el agua de inmediato! —gritó Damián con desesperación.

Sentí unas manos sobre mi pecho, haciendo presión para que saliera el agua, pero fue en vano, no funcionó por más que presionara una y otra vez. No lograba reaccionar.

—Voy a besarla —comentó Axel decidido.

—¡No! Lo haré yo, después de todo es mi culpa —interrumpió Damián.

—¡En tus putos sueños la vas a besar, niño! Lo haré yo por ser el mayor —intervino Jacob enojado.

¿Se estaban peleando por mí en un momento de vida o muerte?

—¡Carajo, no importa quién lo haga, Emily se está muriendo! —gritó Axel.

No supe quién me tomó de las mejillas y empezó a darme respiración boca a boca. Sentí el aire adentrándose por mi garganta hasta llegar a los más profundo de mi ser, no era un beso como tal, que nuestras bocas se unieran no significaba eso ¿O sí? Lo importante era que me estaba ayudando el intercambio de alientos.

Mi cuerpo empezó a moverse, mis ojos se abrieron poco a poco, lo primero que captaron fue un rostro demasiado cerca del mío, no podía distinguirlo bien porque mi visión se tornó borrosa y entre cerré los ojos para ver mejor. ¡Era Damián! Se percató que estaba despierta separándose a toda velocidad, permitiéndome soltar toda el agua que había estado dentro de mí, fue una arcada fuerte la que sentí en mi estómago y pecho, logrando que vomitara al mismo tiempo que mi respiración volvía a la normalidad, inhalé lo más profundo que pude al notar que el aire entraba por mi nariz y boca al fin.

Mi corazón se aceleró, los latidos fueron más constantes por el susto y el hecho de que estuve a punto de morir, o en realidad sí me morí durante un breve período de tiempo. Miré que Jacob y Axel estaban sorprendidos, sin saber cómo reaccionar ante mi sobresalto.

—¡Emily! —mis dos amigos más cercanos se acercaron a mí para abrazarme, estaban aliviados.

Damián sollozaba por el susto que le hice pasar.

—¡Lo siento, todo fue mi culpa! Por eso me ofrecí a traerte de vuelta —habló Damián, sus ojos no paraban de gotear.

Aún seguía en shock y tosiendo el resto de agua que me quedaba, era doloroso porque mi nariz estaba caliente como si me estuvieran quemando.

—Menos mal que Jacob fue rápido y te sacó del agua a tiempo. Primera vez que hace algo bueno —indicó Axel con una mano en su pecho, angustiado.

Tenía curiosidad en saber cómo Jacob de un momento a otro llegó a mí para salvarme si el más cercano era Damián. El malhumorado estaba a un costado de brazos cruzados, nuestras miradas se conectaron y podía jurar que percibí una pizca de preocupación en él.

Emily y compañía [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora