—¿Están seguros de esto? —pregunté por tercera vez.
No quería hacerlo.
Estábamos detrás de la ventana que llevaba hacia mi pequeño cuarto, ahí dentro estaba Jacob haciendo... la verdad no tenía idea de qué carajos hacía. El punto es que, a mi compañero Axel se le ocurrió que yo saltara la ventana para sorprenderlo y empezar una conversación con él (si es que no se marchaba al verme) un plan algo tonto si lo pensaba bien, claro, pero no pude rechazar su ayuda porque necesitaba encontrar alguna manera de llevarme bien con el malhumorado.
Además, Damián también estaba con nosotros, dijo que siempre iba a apoyarme. El plan era el siguiente: mientras yo estuviera dentro con la bestia, ellos estarían pendiente de que nada me sucediera, como unos guardaespaldas solo que sin hacerse notar, actuarían como espías en secreto, eso implicaba que seguro iban a escuchar la conversación.
Los tres me iban a volver loca y no solo por las cosas que me empujaban en hacer, sino porque mi corazón latía con fuerza cada vez que los veía o estaba cerca de alguno. ¿Por qué? ¿Era malo? No sabía la respuesta, muchos pensarían que tener sentimientos por tres chicos era una cosa bien bárbara.
Se me vino a la mente la cita que le debía a Damián, no tenía nada planeado sobre eso porque cuando hablé con él me mencionó que me tenía preparado una sorpresa, así que no debía preocuparme en detalles, dijo que me esperara un tiempo. La curiosidad me carcomía, pero si le daba muchas vueltas al asunto terminaría peor, estaba segura.
Suspiré.
Volviendo al tema de Jacob. ¿Desde cuándo tenía que hacer ese tipo de cosas por una persona que me odiaba? ¡No era justo! Porque él nunca ponía de su parte para facilitar las cosas. Pero, de cierta forma, sentía que debía ayudarlo a salir del cascarón, por así decirlo. Tal vez siempre vivió una vida estando encerrado y bueno, se volvió arrogante por tener todo lo que quisiera, supongo.
—¡Es ahora o nunca! —susurró Axel a punto de empujarme para que entrara.
Lo detuve dándole a entender que podía saltar sola sin ningún problema, Damián me lanzó una mirada de apoyo y seguridad para que los nervios no llegaran a mí, levantando ambas manos con puños cerrados y pulgares afuera. Inhalé aire. Cerré los ojos por varios segundos preparando mi mente y cuerpo para lo que se me venía encima.
Emily, mantén la calma, no ocurrirá nada malo, tienes a dos príncipes que llegarán a salvarte si todo no sale como lo planeamos, no corres ningún peligro, tranquila.
Pensándolo de ese modo, tenía a dos caballeros que correrían hacia mí si se los pedía. Pellizqué mi mejilla para volver a la realidad y dejar los pensamientos estúpidos e impuros que estaban pasando por mi cabeza. Ambos chicos me miraron extrañados por lo que hice, cerré el puño y les mostré mi dedo pulgar indicando que era el momento, iba a entrar, ya no había tiempo para más dudas y estaba más que lista.
Me di paso entre la ventana con velocidad, solo bastó que diera un pequeño salto hacia adentro, pero, tenía que haber analizado en qué parte estaba Jacob, porque mi cálculo no salió bien y tropecé en cuanto lo vi muy cerca de la ventana, sin querer mi cuerpo cayó sobre el del pelinegro debido al mal equilibrio que tuve y nuestros rostros quedaron separados por pocos centímetros.
Podía jurar que casi mis labios tocaron los suyos sin querer.
Carajo.
Mi corazón empezó latiendo a toda velocidad como si se quisiera salir de mi pecho, fui una total estúpida por no haber calculado antes mi aterrizaje, por haber saltado a lo loco.
Me quedé estática ante la situación, ¿estaba vivo? Sus ojos se encontraban cerrados con presión en ellos, supuse que fue por el impacto que le había causado al pobre, literal, le caí encima con mucha fuerza, sin querer. ¡En el fondo sabía que ese plan era una mala idea! Pero me dejé llevar por los ánimos de los otros dos.
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Emily y compañía [COMPLETA]
Fiksi RemajaTres chicos mimados se enfrentan a un reto inesperado: vivir en un pueblo pobre durante un tiempo para corregir su comportamiento. Allí tendrán que aprender a valorar lo que realmente importa en la vida: la humildad, la amistad y el amor. Pero no to...