Después de una siesta corta, Mili se despertó, aun teniendo el dedo en la boca, se levantó, y esquivo las almohadas, para bajar de la cama, luego salió de la habitación gateando algo somnolienta aun.
Vani fue la primera en verla y fue corriendo con ella al ver que estaba ya despierta.
—Mili despertaste!
—mami, o a maii
—están en la cocina
—eo maiii
Aun con el dedito en su boca.
—Alex!! Ven tonta
—Vani! Harás muchas tablas si vuelves a hablar así, eso no se hace
—no, no, perdón
La pequeña se tapó la boca asustada, Alex acudió al llamado para ver que pasaba, y vio que su pequeña ya estaba despierta, por lo que la cargo, y le acarició la mejilla.
—Hola bebé, ¿que haces chupando tu dedo bebé? te va a quedar arrugado
Mili no respondió y sólo se recostado sobre el hombro de mami, mientras que seguía chupando su dedo, Alex le acerco el chupete, al tiempo que jalaba su dedo, por lo que Mili aceptó soltar su pulgar, a cambio de chupete.
—Vani... tu sabes porque Mili no tenía su chupete
Como siempre, Alex sospechaba de la pequeña traviesa.
—yo... nooo
—conozco es tono, que hiciste jovencita
Nora se había acerca, tras dejar las cosas lista en la cocina.
—nada mami, nada, lo juro por mi...
Ante un alzamiento de cejas de su mami, a quien no le gustaba que jurara en Vani en vano, ella terminó bajando la mirada, y confesando.
—sólo se lo quite para ver que hacia, perdón
Nora sonrió orgullosa de la disculpa de su nena, realmente ella era bastante testadura casi siempre, por lo que oírla disculparse era algo grandioso, Nora le acarició el cabello a su niña, y le dio un beso en la frente.
—si eres una buena niña, te comprare un helado cuando volvamos a casa
—de verdad?!
No era algo muy común que a Vani la premieran, ya que siempre hacia travesuras, era algo testaruda, y le costaba disculparse o decir la verdad, por lo que cuando se portaba bien, y obtenía algo, la satisfacción era mil veces mayor.
Alex sólo miró a su pequeña en sus brazos, minando sus cabello, preguntando se, si aun tenía sueño, pero la pequeña koalita, sólo quería estar pegada a su mami un rato, Alex aprovechó para palpar el pañal de Mili, pero este estaba limpio, por lo que sólo mecio a su nena un rato, hasta que ella misma pidió bajar.
—ven bebé, vamos a jugar
En cuento Vani vio a Mili bajar de sobre el hombro de su madre, la tomó de la mano, para llevar la casi a rastras hasta sus juegos, Mili siguió como pudo a su amiguita, y ambas se pusieron a jugar.
Jugaban un divertido juego, sobre un príncipe, que había sido encerrado, para que no viera a su amada, porque al Rey no le veía bien, y se veían a escondidas, al final, aunque Vani quería hacer un dramático final de la historia, por las peticiones de Mili, terminaron haciendo un final lindo y romántico.
—ten Mili, esta es la muñequita que te quería regalar
Vani sacó la muñeca de entre los peluches y más muñecas que había traido, la muñequita era de trapo, tenía un cabello rojo, como de nylon, o algo similar, un vestidito blanco, y unos zapatitos cocidos, del mismo color, la bebito tomó la muñeca con mucho cariño, y la abrazo, para luego recostarse sobre Vani en agradecimiento.
ESTÁS LEYENDO
Mi pequeña Mili 🍼
FantasyPor un Peculiar situación dos amigas empiezan a compartir un vínculo muy íntimo y particular que las irá haciendo acercarse cada vez más. Nota importante: está historia la escribí cuando aún no sabía mucho sobre el cglre, por lo que en algunas part...