Mi pequeña Mili 🍼

Burbujas

—no querida, acabamos de comer y es muy temprano para la merienda

Ante esa respuesta, Mili hizo un puchero claramente molesta, y se sacudió en berrinche, Alex sintió algo de pánico al ver que Mili iba a hacer berrinche, ya que no sabia como controlar eso en publico, sin que la situación se hiciera comprometedora, pero tampoco iba a comprar le el dulce, porque tenia motivos para hacerlo.

—queo chocoate

—Mili, ya te dije que no bebé, se comprensiva

— yo queooo

Mili trato de fingir que lloriqueaba, pero Alex ya conocía ese aspecto, por chicas berrinchudas con quienes había estado, por lo que no se dejo engañar, y tomó más firmeza.

—dije que no, solo iremos por burbujas, nada de dulces, en casa hay galleta para merendar

—quieoo chocoateee

Mili se siguió sacudiendo, pero como Alex no prestaba atención, cambio de estrategia, levantó su carita, y miró a Alex con ojitos de cachorro apuntó de llorar, y un pucherito hacia abajo.

— po favo

Esa mirada derretiria a cualquiera, y Alex estuvo apunto de ir por el chocolate, ya estaba por sacar su billetera cuando recordó sus motivos de golpe, al ver a un niño saltando por ahí con un juguete en la mano.

Alex no se negaba porque si, sabia que seguramente Mili, como era una niña, seguro al llegar a la tienda de juguetes querría algo mas que solo burbujas, o quizás de vuelta querría alguna golosina, y reservaba el dinero para esa ocasión, Alex tomo aire y se guardo de nuevo la billetera.

—No

Alex le tomo la mano a Mili y se la llevo de ahí, Mili al ver que ninguna de sus estrategias funcionó, se sintió vencida, triste y abandonada, porque su lindurita no controlo a su mami, por lo que se quedo mirando al suelo mientras algunas lagrimas recorrían sus mejillas.

  Alex pronto noto los sollozos de la nena, y se preocupo bastante, claramente no era su intención hacer la llorar, por ello se llevo a Mili a una parte alejada de la gente, en un cruce cercano.

Alex le levanto la carita a su nena, y limpio con cuidado las lagrimas de su bebe.

—ya gatita, no llores, no me enoje contigo si, esta bien, todo esta bien

—maita no quere

—no, no, claro que si amor, yo te quiero mucho, mucho, no tienes que decir eso

—mamita no que...      no guta mi caita

—no, si te quiero, y claro que me encanta tu carita tierna, pero no podías comer chocolate amor

—po e no?

—porque...     porque...      por que aún no es hora de tu merienda

Mili aunque no se lo creía mucho, aceptó la respuesta y dejó de llorar, Alex la abrazo con cuidado, y le acarició el cabello hasta que sintió que se había tranquilizado.

Tras ver que Mili estaba tranquila continuaron, y finalmente entraron a la tienda de juguetes, Alex le tomo la mano a su pequeña para que no se perdiera en los pasillos, también para poder ver cuando algo llamará su atención.

Luego de caminar un poco, Alex encontro el clásico botecito de agua jabonosa con un aro de plástico en su tapa para hacer las burbujas, todos por el bajo precio, y también por si a Mili se le derramada, o si querría más.

Dado que Mili no pareció interesada en nada, Alex iba a ir a pagar, cuando notó que Mili se detuvo frente a un estante, por lo que se acerco a ver que veía la pequeña.

Mili estaba viendo un pequeño sep de una otra caricatura que también le gustaba (aunque no tanto como la de vampirina)  la princesita Sofia, el sep era un collar que de parecia al de la protagonista, una tiara pequeña a la que debía poner se le unas tiras para sujetarse a la cabeza y una varita de plástico, con un corazon morado en la parte superior.

Era un juguetes bastante simple, pero a Mili casi le brillaban los ojos al verlo, por lo que Alex lo tomo, ya con eso paso a pagar todo, les entregaron las cosas en una bolsa de papel, que Mili insistió en cargar y volvió a caminar a casa.

"Aún me queda algo de dinero, quizás ahora pueda comprar le el chocolate a Mili, seguro lo pedirá de nuevo al pasar por ahí".

—bueno bebé, ya vamos de nuevo a casa

—shi maita