"Un Omega Diferente"

111

Ambos chicos se encontraban con la familia, afortunadamente la luna de la manada propuso una cena formal con los padres de Blake para consolidar la unión de ambas razas, Blake gustoso aclaró que su familia estaría encantada por ello.

La cena fue sencilla donde los adultos hablaban y los niños jugaban, hasta que el padre de los chicos, el alfa de la manada de fuego Ethan dio un aviso a todos los precentes en el lugar.

Padre Ethan: bueno, como todos ya saben Bobby será mi siguiente sucesor de la manada, aunque aún no ha encontrado a su mate se le dará la oportunidad de tomar el cargo, pero necesitará a su beta y delta que cuide de Bobby y su mate, e imagino que Sam ocupará su cargo al ser mate de Blake, por lo cual propongo que el puesto quede en manos de mis dos hijos más pequeños.

Gerardo quien en ese momento apreciaba las fotos de su mate desde su teléfono y tomaba un poco de jugo se exaltó por lo que escucho escupiendo un poco el líquido, por otro lado Nidia se mostró tranquila y decidió asentir con una sonrisa.

Gerardo: p-padre, ¿está seguro de su decisión? Nidia aún tiene 8 años, es muy pequeña y yo no tengo ni idea de lo que puede hacer un beta.

Padre Ethan: un alfa puede tener varios betas al mando de igual rango, Bobby puede escojer también a los hijos de mi actual beta pero es seguro que tu también lo seas, Nidia se preparará dentro de unos años, pero tu lo harás ahora para ocupar ese cargo. Se que lo harás bien, simpre lo haces hijo mío.

El hombre se mostró tranquilo con una pequeña sonrisa esperando la respuesta de su hijo, Gerardo lo medito unos segundos hasta que miro a su padre a los ojos y asintió a lo dicho, el hombre sonrió aún más y felicito a sus dos hijo por ello.
Los demás alfas de las manadas vecinas no esperaron y también dieron sus felicitaciones.

Era algo grato el ver como en esa gran mesa redonda se apreciaba la unión de todos como familia.

Pasaron los minutos y estos se convirtieron en horas dando así a la media noche, muchos se empezaron a despedir de la familia para regresar a sus respectivas manadas, una vez que todos los alfas se retiraron solo quedo una familia unida, muy feliz y contenta pero consada.
Ellos se fueron a dormir, y ni como juzgarlos si su día estuvo de locos hoy.
Por otro lado la pareja decidió salir para admirar las estrellas, Sam sabía que el vampiro se iría pero por alguna razón deseaba que no lo hiciera, por otro lado Blake no podía dejar de mirar el rostro de su chico, no sabía si era por la luna alumbrado su rostro o por su misma belleza pero podía jurar que en ese momento no había chico más hermoso en el mundo.

Sam: ¿qué me vez vampiro pervertido?

Mencionó Sam con una risa ligera al ver como el chico lo miraba con intensidad, Blake ante esto rio ligeramente y beso su mejilla con amor.

Blake: Pensaba que tenía mucha suerte.

Sam: ¿suerte?, ¿por qué?.

El moreno lo miro con curiosidad, el vampiro sonrio aún de perfil y se dirigió a su mate con una sonrisa de enamorado.

Blake: por qué te tengo a ti.

El lobo abrió los ojos con sorpresa y dirigió con rapidez su mirada hacia el cielo cuando noto que sus orejas se sentían calientes, ¿como era posible que un chico como el pudiera decir tales palabras?, aunque la pregunta aquí era, ¿como es que aquellas palabras podían causar tantas cosas en el?...

Sam no pudo evitar soltar una pequeña risita y antes de que el vampiro preguntara del porque de su risa sintió una mano tibia sobre la suya, notando como esta cruzaba sus dedos con los suyos, teniendo una sensación de tranquilidad y cariño.

El moreno acento su cabeza sobre el hombro de este sin dejar de mirar las estrellas sientiendo enseguida como este apretaba su mano y se acercaba más a él, la velada duró más de lo que hubieran pensado aunque ninguno de ellos dos le inporto aquello, en la oscuridad de la noche ambos disfrutaron de la compañía del otro, sientiendo que sus corazones se conectaban más y más.

Y la verdad era que ambos eran el uno para el otro...