"Un Omega Diferente"

63

Al finalizar la piñata la cual el golpe desisivo lo dio Bobby, la mayoría se lanzó al suelo para poder agarrar un par de dulces, aunque Sam se veía que se lo tomaba muy en serio ya que tomaba todos los que podía con desesperación, amaba los dulces y sabía que su pequeño hermano Gerardo no le gustaban mucho por lo que al ver como este reunía un par de dulces se alegro ya que eso significaba que tendría aun más de los que el logro agarrar.

El moreno al estar metiendo todos sus dulces en una bolsita no se dio cuenta que alguien se había colocado frente a él, al levantar la mirada noto que su mate lo veía intensamente, quiso decirle algo pero antes de que hiciera nada, el vampiro acento junto a él un bosa llena de dulces y sin más se fue de allí.

Sam miro la bolsa y sin evitarlo sonrió, se le hacia tierno este tipo de cosas y a pesar de que el vampiro parecía una persona fría y sin sentimientos ahora que le prestaba más atención se daba cuenta que era todo lo contrario, era una persona gentil y amable que sin duda había cautivado su corazón.

Sam se había propuesto tratar de hablarle más y quien sabe igual y llegaban a más, por lo cual ese mismo día en la noche, como siempre se levantó de su cama con una gran sonrisa y bajo las escaleras con rapidez encontrandose como cada noche a su mate mientras tomaba una taza de café, el moreno se sonrojo ligeramente y como siempre tomo su cocholate abuelita y se lo preparo con rapidez, esta vez lo quería acompañar con unos sunchos por lo cual al abrir la gabeta de la alacena este se encontraba en lo más alto de las repizas Blake al ver esto decidió en levantarse de su asiento y ayudar al pequeño chico, pero para su sorpresa este se había subido a la barra de un sorprendente salto y una vez allí estiró su mano y alcanzó sus amados sunchos.

Sam se sentía tan cómodo como en su casa que se le olvidó por completo que su mate estaba justo detrás de él por lo que al tratar de bajar de lo nervioso que ahora se había puesto se resbaló, fue tan rápido el movimiento que no se dio cuenta cuando una mano estaba en su espalda baja y otra en su cintura. Al alzar la mirada noto como su mate lo veía con preocupación, y a pesar de que Sam estaba muy sonrojado se sorprendió al ver la mirada de Blake.

Blake: ¿te encuentras bien?, no estas herido ¿cierto?.

Sam: n-no estoy bien, gracias por ayudarme...

El vampiro al escucharlo se mostró más tranquilo y lo soltó lentamente, Sam tomó con fuerza la bolsa de sunchos y camino con la mirada baja hacia su asiento, por otro lado Blake se sento en el suyo sin dejar de ver al moreno frente a él.

Blake: ¿seguro que estás bien?, debes tener más cuidado podrías haberte lastimado y-

Sam: espera... ¿Estas preocupado por mi?.

Blake: p-por supuesto que lo estoy, no querría que mi tua cantante se lastime...

El vampiro apartó la mirada con rapidez y bebio su café con un lijero sonrojo, por otro lado Sam tomó su taza de chocolate y sunchos mientras sonreía con felicidad.

Sam: Blake...

Blake: ¿si?.

Sam: ¿saldrías con migo?

El vampiro al escuchar esto escupió su café y enpezo a tocer muy seguido, Sam al ver esto se levantó y lo ayudó con su tos, al cabo de un rato en el cual Blake ya se encontraba mejor este miro con seriedad a Sam.

Blake: una relación no es un juego, yo en verdad te amo.

Sam: l-lo sé muy bien, me lo dijiste, pero yo nunca te dije esto... Yo te amo Blake Eduards Drivers...

Sam se sentía tan nervioso y apenado que hasta sus orejas se habian vuelto de un rojo intenso, por otro lado el vampiro no pudo creer lo que escuchaba, en verdad había escuchado lo que escucho?
Sam al no escuchar respuesta levanto su mirada, pero no le tomó ni un segundo al sentir como su mate lo abrazaba con aferro, como si nunca lo quisiera soltar.

Sam sonrió y al separarse le dio un suave y tierno beso en su mejilla para luego acurrucarse en el pecho del contrario...

Aquí inicia su historia...