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La fiesta era muy movida, Rodrigo y Teo buscaron una mesa y conversaban entre ellos o más bien gritaban por la fuerte música que había en el lugar, por otro lado los fiesteros estaban en la pista de baile y como todos los años la chica colocaba algunas canciones mexicanas para bailar, lo cual era emocionante ya que muy pocos sabían bailarlas, afortunadamente Sam y Melisa no perdían el tiempo y juntos realizaban sus pasos de baile llamado la atención de muchos en el lugar, Hana por su parte bailaba con alguno de sus amigos aunque no tan bien como ellos que han ido muchas veces a México para aprender nuevas cosas como es el baile en ese lugar. Al terminar la canción muchos les aplaudían y alegaban gritando querer más, pero estos estaban algo casados así que simplemente regresaron a la mesa o por lo menos Sam ya que Melisa se quedó platicando con algunos chicos.

Teo: que pasó? Melisa está en problemas?

Pregunto apenas vio llegar a su amigo, Melisa constantemente se metía en problemas y ellos mayormente eran los que la sacaban de ellos, este negó con una pequeña sonrisa, en verdad necesitaba un trago de agua, estaba algo agotado por todo el baile de hace rato.

Teo: por cierto bailas bien, donde lo aprendiste?

Sam: no te acuerdas de los XV de Melisa y Rodrigo?, Ambos fuimos chambelanes que yo haya estado practicando este baile desde entonces es otra cosa, a ti ya se te debió de haber olvidado.

Teo: es cierto, aunque tal vez no se me haya olvidado todo.

Este arqueo una ceja sin creerle, Rodrigo sonrió de lado y asintió a lo dicho, el pequeño no se movía desde aquella fiesta ahora tenía dieciocho años bastante tiempo para olvidar lo aprendido. Teo bufo al ver como sus amigos lo veían sin darle la razón, este suspiro y apunto detrás de Sam, ambos chicos dirigieron su mirada y se encontraron con las dos chicas platicando animadamente.

Hana: hola chicos, estoy algo aburrida que tal si jugamos algo?

Sam: como que?

Melisa: vamos chicos, podemos jugar... Verdad o reto, no se les hace emocionante?

Teo: y-yo no creo...

Hana: oh! Vamos! Solo es un juego, nadie saldrá lastimado.

Rodrigo: quién empieza?

Melisa: yo! Teo verdad o reto?...

El chico se asustó por la mirada que le daba la chica por lo que miro a los lados buscando ayuda pero todos parecían ignorarlo por completo. Este suspiro con nerviosismo y contesto rápidamente.

Teo: verdad...

Melisa: te gusta el maestro de lenguaje?

Teo: q-q-que?! N-no!


Rodrigo golpeó su frente al igual que Sam y Hana, era muy obvio que mentía, pero por esta vez se lo dejarían pasar, el siguiente en participar fue Rodrigo quién eligió a Hana, muy valientemente escogió reto y este como buen amigo que es le reto a que besara al segundo chico que viera, está giró su rostro y se encontró con un moreno de gran altura y justo alado de el un rubio delgado con lentes que veía con timidez el lugar.

Melisa: el es Francisco y el rubio a su lado es Wibb, suerte amiga.


La pelinegra suspiro y se hacerco a ellos con alegría lamentablemente no se escuchaba lo que hablaban por todo el griterio pero claramente pudieron apreciar aquel beso con el rubio. Está se despido como siempre y se hacerco a nuestra mesa con una sonrisa de suficiencia, dejando al chico estupefacto.


Sam: estás loca.


Hana: gracias por el cumplido.


Todos en la mesa rieron y jugaron un poco más hasta que fue el turno de Hana para escoger.

Hana: Sam... Verdad o reto?

Sam: ... Reto


Hana: uh! Que chico tan valiente, aunque será tu perdición.


Todos en la mesa rieron por la cara del moreno, la alegre chica giró su rostro y busco por el lugar alguna víctima que pudiera usar en su beneficio, justo cuando iba a darse por vencida con ese reto, encontró a la persona indicada.


Hana: te reto a darle una nalgada a ese chico.


Sam río por lo bajo y se hacerco con lentitud hacia el castaño, este se encontraba de espaldas a él y sabía perfectamente por qué lo habían escogido, su tracero se parecía al de una chica, aunque la verdad no le interesaba mucho eso, llegó a él y pensó con rapidez lo que haría, bueno le daría la nalgada y se metería entre la multitud, si está parecía ser buena idea. Se armó de valor para tomar carrera y en un rápido movimiento le soltó una cachetada al trasero del castaño quién enseguida lo sintió y se dió vuelta para comprobar quién era pero para su buena o mala suerte un chico idéntico a él había tomado su mano.





Son gemelos... Y su hermano tiene mi mano... Estoy muerto...
Pensó el chico al ver como los dos castaños lo miraban con enojó.

"Un Omega Diferente"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora