Sam es un chico que lo tiene todo, una linda familia, amigos y hasta es parte del equipo de fútbol en su escuela como uno de los mejores jugadores del año.
Es un lobo muy codisiado y amado por todos en su manada.
Pero la vida de este chico dará un...
Si bien la película terminó lo más emocionante de esta no era la película como tal si no lo que pasó dentro de ella, aún se sentía ansioso y nervios al estar cerca de vampiro pero ahora se sentía un poco más tranquilo y comodo junto a él.
Blake: vez... Te dije que el principal iba a morir.
Sam: fue al final de la película, ¿quien se iba a esperar eso?
El vampiro le sonrió y le dijo que tenían que ir ahora a un restaurante muy famoso donde además de servir la mejor comida, allí preparaban para todo público lo cual era muy raro encontrar un restaurante así ya que por las diferentes criaturas mágicas que habían era más común encontrar restaurantes específicos para cada una de las criaturas, Sam se emociono un poco por lo que aceptó de inmediato el ir.
Cuando llegaron al lugar había mucha gente esperando y haciendo fila para ingresar al lugar, era tan famoso que en verdad muchos se reunían allí.
Blake: no te preocupes, que el dueño del lugar es mi mejor amigo, vamos te lo presentaré.
Sam se sorprendió un poco, ¿Blake conocia al dueño y además eran mejores amigos?, ¿que clase de persona sería?, ¿sería un vampiro de alto rango?, ¿o tal vez un demonio de alta categoría?, sea quien fuera tenia que ser poderoso para abrir un establecimiento muy bueno donde tuviera mercancía y comida para todo tipo de criaturas.
Cuando entraron al lugar los camareros le dieron la bienvenida con una gran sonrisa como si conocieran al chico de toda la vida. Solo faltaron un par de pasos más para luego escuchar un grito de alegría al otro lado de la sala, a lo lejos Sam pudo distinguir a un chico de gran estatura, quien sonreía con felicidad mientras agitaba su mano para llamar la atención de su mate el cual sólo levantó la mano y sonrió en forma de saludo.
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Cuando el simpático y muy apuesto chico llegó a ellos, Sam se dio cuenta en seguida que el olor que desprendía el chico era de un demonio por lo que se aprto un poco con una sonrisa nerviosa, digamos que los lobos y demonios no eran muy amigables entre ellos, cuando el chico se coloco frente a ellos recibió con un gran abrazo al vampiro el cual sólo sonrió de lado y le devolvió a medias el gesto, cuando estos dos se separaron el chico quien hasta ahora no sabía ni su nombre lo miro con detenimiento.
Blake: Josh el es Sam, Sam el es Josh.
Sam: un gusto en conocerte...
El lobo le sonrió con nerviosismo y extendió su mano a forma de saludo pero no se espero a que el demonio lo abrazara con alegría mientras repetía "un gusto, un gusto".
Josh: eres super tierno y pequeñito me da ganas de comerte!.
Sam se sonrojo ligeramente aunque pudo ver la mirada matador a que le daba su mate a su amigo, este sonrió sin saber la razón y siguio admirando al lobo.
Josh: pasen, pasen, oh por cierto te presentaré a alguien Sam, de seguro te llevaras bien con ella.
El lobo lo miro extrañado pero el chico no parecía mala persona por lo que lo siguió, al parecer Josh estaba muy feliz y emocionado por lo que luego de dejarlos en una mesa reservada les comentó que les trairia la mejor comida de la casa, esto emociono a ambos ya que las personas a su alrededor no dejaban de decir que la comida era deliciosa.
Solo pasaron un par de minutos hasta que uno de los camareros llevó algunos aperitivos a la mesa, cuando Sam los probó no pudo evitar quedar sorprendido, además de que servían comida para todas la criaturas el sabor era algo fuera de este mundo. Estaba muy sabroso y jugoso se podía sentir el sabor de la carne en la comida sin tener que exagerar los condimentos como en otros restaurantes hacían.
Sam se encontraba muy feliz y curioso y Blake no podía dejar de ver las lindas expresiones de el lobo, en su caso la bebida que le ofrecían sabía a un jugo de sangre de muy buena calidad por lo que le encantaba tomarlo mientras veía como el moreno probaba la comida con ojos relucientes.
