La fiesta

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Camila

Vanessa sonrió divertida al mirar al chico que le gustaba bailar en medio de todo ese desastre.
Estaba siendo una noche increíble, un poco de juegos, amistades y mucho ambiente, la verdad no me quejaba pero había algo que me molestaba a ratos. Yo sabía que era, de hecho mi amiga también lo sabía, hasta entonces mis métodos de conquista nunca habían fallado y a estas alturas comenzaba a darme por vencida con Lauren. Dios, esa chica tierna que había robado mi mente, entonces ¿Que había de los mensajes que compartimos por la noche? Sobre cosas que hacíamos al momento, canciones recientes, películas y sobre las clases de la universidad, incluso sacó el tema de Bren, sobre su inconformidad a que yo hablara con ella.
Tomé lo último del vaso que tenía en la mano y sonreí al chico rubio que me miraba hace más de una hora del otro lado de la arena. La casa estaba a pie de playa pero aún así en lugar de estar adentro preferíamos bailar sobre la arena y con el ruido de las olas.
En fin, tenía que conversar con alguien y quitarme la idea falsa y esperanzada a que Lauren llegará a la fiesta, era tarde. Tal vez ella si estaba fuera por completo de mi territorio, una chica complicada e inteligente, difícil de atrapar. Solté un suspiro, ya la había imaginado besándome o llevándola a la cama.

-Hola, soy Jake, te he visto hace un rato ¿Quieres otra bebida?
Sonreí coqueta, algo debía obtener para divertirme el resto de la noche. Asentí y a los pocos minutos lo tenía de regreso esta vez con dos vasos.

-Camila.
El sonrió gracioso.

-Ya se que eres Camila, no podría olvidarme de tu nombre, de hecho en la universidad es muy raro la persona que no te conozca.
Sonreí de vuelta pero sin poder obtener algo de el que llamará mi atención.

-¿Estas....

-Hola. Un tono de voz ronco se escuchó detrás mío y no entendía de que se trataba pero con ese simple saludo había erizado mi piel. Jake tendría que irse rápido de mi lado.
Me giré para saludar a Lauren. Por dios, vestía de forma tan sexy ¿Nadie se lo había dicho? Con sus ojos verdes era capaz de llamar la atención de muchas personas.

-Lauren.
Roce mis labios en su mejilla.

-Se hizo un poco tarde. Aclaró nerviosa y mientras todo aquello pasaba, el pobre chico se había retirado de mi lado. Sin pensarlo mucho, deje mi vaso en la arena y tomé la mano de Lauren para guiarnos a algún otro sitio sin tanto ruido. Justo como la noche en que la conocí, dios, necesitaba que esto se pusiera interesante.
Encontré un par de rocas como a 10 metros de la fiesta. Su mano tomaba la mía con duda.

-¿Estas con Brennan?
Sonrió segura.

-Si, en realidad tuvimos un problema en el restaurante de su mamá ¿Lo conoces?
Recordaba claramente que Miriam, la madre de Brenn era chef y su restaurante era un excelente lugar para comer.

-Si, no voy seguido pero lo he hecho, me da gusto que estés aquí, estaba esperándote.

-Apuesto a que hay personas mucho más divertidas que yo, no iba a aburrirte.
Adoptó una posición más relajada sobre la roca y giró su cuerpo para mirarme de frente.

-Pero te invite yo Lauren, solo quería una buena compañia.

Lauren

Sonreí demasiado, estaba muy entusiasmada por estar con ella. Recordaba las últimas palabras que Brennan me había dicho. Tener cuidado con ella, pero no entendía eso en mi cabeza, solo quería pasar horas en una buena charla.

-¿Te gusta el mar?
Pregunté cuando se hizo un silencio largo y solo nos mirábamos.

-Si bastante, podría ser considerado mi segundo lugar favorito. Respondió con voz juguetona.

-¿Cual es el primero? Pregunte con interés, desesperadamente quería tener algo en común con ella.
Se encogió de hombros de manera misteriosa y fingió que nunca había hecho esa pregunta.
Dios. Podría pasar mucho tiempo observándola. Me gustaba, demasiado para mi propio bien. Camila era hermosa y sin miedo podría decir que era la mujer mas hermosa que había conocido.
Mis latidos aumentaban sin detenerse y había una sensación tan extraña en mi abdomen, quería tomar su mano y podía pero un hormigueo constante se posaba en mi brazo impidiendo moverlo.

-Es un secreto, en realidad es posible que luego lo averigües.
Dijo por fin.

Y esperaba que así fuera. Por unos minutos escuchamos el ruido del mar y muy bajo todo el alboroto de la fiesta, ni siquiera me interesaba donde estaba mi amigo. Comencé a sentirme un poco insegura al recordar que Camila estaba con ese otro chico, no recordaba su nombre pero podría saber algo seguro, estaba coqueteando con el, ¿Estaba celosa? Por dios, tenía razón. Me sentía abrumada por tantas emociones en tan poco tiempo, todo eso ella era capaz de hacerme sentir.
Había decidido no hacer ninguna pregunta sobre el evento previo a mi llegada. Al menos ella estaba esperándome y era una buena señal.

-¿Porqué estás tan silenciosa? ¿Quieres una bebida?

-No gracias, voy a conducir así que el alcohol no es mi amigo. Sonrió.

-Solo será una copa, mmm pero esta bien, es mejor que.....
Unos pasos interrumpieron esa parte de nuestra conversación, Camila miró a quien se encontraba detrás mío.

-Pensé que te habías ido ¿Quieres bailar?
El mismo chico de hace rato sonreía coqueto hacia ella y esperaba su respuesta, ella podría decir que si.

-Lo siento Jake, será en otro momento ¿Si?

-Puedes, me refiero a que...buscaré a Brenn en alguna parte. Dije sin querer detener sus planes. Esperaba que mi tono no se evidenciará por sonar tan molesto.
Me puse de pie esperando a que ellos salieran de la mano para reunirse con el resto.
Jake como se llamaba era un chico demasiado atractivo, más bien el tipo de hombre que Camila podría querer.

-Estoy contigo. Dijo finalmente y miré enfadada como Jake se acercaba para susurrar algo en su oído e irse sin decir más. Camila permaneció de pie junto a mi.
No quería que alguien más la tocará, al menos cuando ella estaba frente a mi.

CamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora