Antes que yo

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Lauren

La miré. Estaba sentada en la cafetería y ciertamente no nos topamos las primeras horas. Fui muy cuidadosa a la hora de moverme por los pasillos.
Pero justo hoy no alcancé a tomar mi desayuno y tenía que venir a comer, un hambre atroz que no soportaba.
Mis ojos se humedecieron y no sabía como sentirme.
Podría apenarme demasiado o solo sentirme triste.
Suspiré profundo y observé por minutos la puerta deslizable de la cafetería. Varios me saludaron fuera e incluso May insistió en que me sentará junto a ella pero rechace. Fingí tener que hacer una llamada. Sonreí a medias y espere. Tal vez ella saldría rápido.
Observe sus movimientos, con Brennan sentado al lado.
Ella pasada los dedos en su cabello, mordía sus labios y bebía de la taza sobre la mesa.
Lucía hermosa ese día, o tal vez esas horas sin saber que sería de nosotras cobraban factura.
Debía irme.
Entré al baño para mirarme en el espejo y salí unos minutos después. Brennan iba saliendo y me tensé demasiado sospechando que Camila venía detrás de el.

-Lau. Me llamó. -¿Ya comiste algo?
Negué.

-No alcanzo, ire terminando clases.
Miré a la cafetería. Camila permanecía ahí y Brennan notó a quien buscaba.

-Ya cariño, deja de atormentarte tanto.

-Quisiera poder hacerlo, pero siento que me pierdo más, ella ¿Ya no hablará nunca verdad?

-Lauren, solo han pasado unas horas, guarda la calma.
Asentí. Quería irme ya. Tomar un poco de aire libre y no pensar en lo que pude haber hecho. Evitarnos todo.
Brennan me siguió y me ayudó con mi mochila.
Cuando salió hoy del departamento me sentía menos mal, pero sabía que en cuenta me quedara sola iba comenzar a comerme la cabeza. Sobre las posibilidades.
Tenía que continuar, esperar a que ella quisiera hablar conmigo y nada más. Podría llevar meses o años, me tensé. Pero esperaría.

-¿Trabajas hoy?
Asentí. Diablos. Me había olvidado por completo. La distracción no cabía en mi. Nos dejamos caer en el pasto junto a los jardines y me recosté.

-¿Que es lo que piensas tanto?

-En que si ella me hiciera eso a mi, tampoco querría volver.

-Lau. Intentó quitar esos pensamientos pero no podía.

-Es la verdad, imagínate que su madre llega a enterarse, va a pensar lo peor de mi y bueno...queda todo esto sobre el sexo, Camila simplemente esperaba algo más normal, algo entre chicas ¿No llevaba fantaseando eso tanto tiempo?

-No tengo idea, pero eso no puede detenerte, ella estuvo contigo en la cama dos veces si no me equivocó y jamás te rechazó.

-No, no antes de saber lo que soy. Dije con voz seria. De alguna forma me sentía liberada. Por fin se los dije, a las personas que más me importaban. Y además estaba tratando esto de independizarme. Era lo que quería pero me faltaba algo para sentirme feliz por completo de mi decisión. No quería ser rechazada.

Camila

Brennan entró después de mi. Vaya mañana complicada. Temía muchas cosas.
Como por ejemplo toparme a Lauren a la hora del almuerzo o en el baño. Iba a ser extraño toparnos.
No sabría que decirle. Me molestaba conmigo misma.

-Hable con Lau.
Iba a quejarme. Dejé mis zapatos en la entrada y me dispuse a prepararme un sándwich. Comer un poco de fresas algo. Que refrescara mi cuerpo.
-Ayer hablamos mucho sobre eso y créeme se que es un tema muy íntimo pero ¿No te gustaría saber?

-¿De que? Es que...diablos Brenn ya no creo nada, no confío y punto.

-¿Que preguntas le harías?
Si seguía con el tema iba a lanzarle el pan de la bolsa.

-Preguntas random.

-Esto te parece un maldito juego ¿No? Brenn entiende, no es fácil para mi asimilarlo ¿Sabes cuantas veces pensé en nosotras dos en una cama?
Además por dios, logró hasta engañarme sobre ser virgen y demás.

-Ella lo es.
Rodé los ojos. Claro entre personas con pene iban a apoyarse.

-No soy idiota.

-Por dios Camila, apenas y nos hablo de esto ¿Crees que ya se acosto con un montón de mujeres?
La simple imagen me hizo sentir muy mal. Celosa. No quería creer en mis propios pensamientos, Lauren no podía estar con alguien más, fuera como fuera no toleraba la imagen de ella sobre alguien o al revés.
-Lauren es virgen y gdrkn.

-¿Que?

-Que lo tiene grande. Brennan dijo riendo. No pude resistirlo y le lancé un par de rodajas de tomate. Era un idiota.

-Eres...
Me quedé callada. Eso si que ni lo creía.
-¿Cómo lo sabes tu?
Se encogió de hombros fingiendo no entender.
-¿Lo viste?
Sonrió con suficiencia.
-¿Antes que yo? Bueno Lauren que piensa, mostrarlo a todo mundo ¿Eso quiere? Ustedes dos son un par de idiotas.
Solté caminando a prisa con mi sándwich y un montón de celos.
La tiene grande, como si eso me importara.
Gruñí todo el rato mientras estudiaba, fastidiada, no podía concentrarme.
No imaginaba que pasaría así otras dos semanas. No sabría que tanto tiempo iba a poder soportarlo.
Por que la miraba a lo lejos. Y era ella, la misma de siempre.
La chica interesante y sexy que me encantaba.
Por dios. Me volvería loca si no solucionaba mi mente pronto.
La quería y extrañaba y no soportaba saber que mi indecisión la hiciera sufrir.
Brennan solo aumentaba la tensión entre nosotras. En medio de todo. Haciendo comentarios que me hacían pensar en ir con Lauren sin problemas.

Solo quería dejar de sentirme tan estupida por no darme cuenta. Borrar todas las expectativas que tenía, enfocarme en estar solo con ella, sin conflictos.
Que me contara todo.

CamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora