CamilaMi madre esperaba a por mi terminando el día, debía darle muchas explicaciones y por supuesto sabía que perdería el control. Yo ya lo había hecho. Estaba con Lauren y planeaba estarlo por mucho tiempo. La quería, quería cada parte de ella, su inquietud, sus ojos, su mente, sus labios, la forma tan linda en que me platicaba sobre temas que probablemente me aburrirían, ella hacía todo más interesante. Y ni hablar de lo que había pasado.
Me asustaba, realmente sucedía, ella fue tan delicada y tan nueva, haciéndome sentir todo eso en pocos minutos. Era tan inocente que solo me invitaba a querer practicar nuevas enseñanzas, lo que fuera.
Como ahora cuando quería besarla mientras el semáforo cambiaba a verde, Brenn me miraba por el retrovisor muy divertido.
Lauren notó que yo estaba inquieta mirándola y de forma rápida ocupo sólo inclinarse a un lado y dejarme un beso tierno en la comisura de mis labios. Fue algo torpe y probablemente buscaba besarme en los labios.
Se disculpó por el pequeño golpe.
Esta vez me acerqué más a ella y apreté su muslo.
Brennan comenzó a hacer ruidos raros para que notáramos que él seguía atrás y mirando todo el evento. Sonreí.-¿Tienes envidia? ¿No es así?
Nuestros amigo soltó una risa molesta.
Cuando por fin llegamos al restaurante Lauren me pidió esperar para ayudarme a salir ¿De donde salía todo eso?
Llevaba puestos sus lentes de sol y eso le daba una imagen tremendamente sexy. Besó mi mejilla y entrelazó mi mano para entrar.
Brennan entro como si nada a la cocina seguramente a buscar a su madre y nos indicó ocupar una de las mesas que daban hacía un jardín lleno de flores. El lugar estaba muy lindo.-¿Estas preocupada por tus padres? Pregunté cuando miraba hacía la nada pero aún así mantenía un contacto cercano conmigo.
-No se que vayan a hacer exactamente. Sonrió levemente.
Miriam y Brennan llegaron a la mesa en ese momento y beso la mejilla de ambas. Levantó sus cejas al ver nuestras manos unidas. Particularmente Lauren sé puso muy tímida.-¿Así que decidiste a Lauren por sobre mi hijo?
Entrecerró los ojos.
Asentí divertida.
-Que bueno, cariño.
Todos comenzamos a reír por el chiste y unos minutos después Lauren también reía de las cosas que contaba Miriam sobre nuestra extraña relación. Brennan era un novio desastroso.
Parecía estar manejando mucho mejor eso.-¿No estás enojada todavía Lauren?
Ella preguntó directa.
Lauren se encogió de hombros.-Creo que cuenta quien este con ella ahora.
Abrí los ojos de golpe por su respuesta. Brennan casi soltó una carcajada y Miriam sonrió muy divertida. De la nada ella había respondido con mucha seguridad ¿En quien se estaba convirtiendo mi chica? Aunque luchara con el deseo, de verdad se esforzaba sin querer y echaba a la basura todo mi autocontrol. Quería llevármela lejos y realmente tener sexo con ella, donde fuera y por mucho tiempo.Lauren
Me sorprendía la cantidad de cosas que hacía desde entonces. De la nada estaba segura de estar con Camila, de demostrar todo frente a todos. Muy en el fondo de mi, sabía que no todo estaba bien y pensaba que era importante. Necesitaba tener fuerza para enfrentar la situación con mis partes.
En medio de esa conversación tan divertida, decidí bloquearlo en mi mente y aprovechar cada segundo con mi novia.
Besé su mejilla cuando sé distrajo y un sonido tierno salió de Miriam. Nunca me había visto así, supuse.-Creo que ya es momento de volver a mi trabajo y ustedes quédense otro rato, mandaré un postre especial.
-Gracias Miriam. Camila habló por los tres y después de besar la mejilla de todos, regresó a la cocina.
Los comensales estaban en un ambiente tranquilo, aunque no puse mucha atención, note de pronto que varios nos miraban.
Apreté más la mano de Camila.-¿Pasa algo?
Negué e intenté seguir el hilo de la conversación que tenía con Brenn.
Terminamos un rico pastel que mando Miriam con un mesero y decidimos salir por separado. Claro que yo debía dejar a Camz frente a su puerta para estar tranquila.-Mamá querrá saber más de ti.
-Espero que estaba vez si funcione, no quiero que me odie o mucho menos.
-Solo trata de cuidarme, pero déjame hablar con ella y pronto te invitaré a estar un rato.
Asentí y ella besó mi mejilla. No soltaba mi mano para nada y eso me tranquilizaba. Por supuesto que no estábamos listas para lo que se vendría delante.
Llegamos frente a su casa y se despidió con un dulce beso. Yo aproveché y con manos tímidas envolví su cintura.
Todo por supuesto quedó atrapado cuando alguien estuvo en la ventana tocando e interrumpiendo nuestro beso. Temía levantar la mirada.-Mamá.
Mierda, quise decir. Camila asintió hacía a mi y salió. Solo sabía que debía salir de ahí sin ninguna confrontación aún.
Las miré por el retrovisor envolverse en una conversación intensa.Estaba en el departamento cuando al fin colocó un mensaje para mi.
~Mamá esta bien, no debemos preocuparnos por eso ¿Hablaste con los tuyos? ~
Había colocado un montón de emojis de corazones al final.~Aún no pero tardaran unas pocas horas en enterarse y me llamarán, si yo les llamo se enfadarán aún más~
Y como si fuera todo planeado. Alguien interrumpió la paz del departamento y cerró con brusquedad la puerta. Era mi padre y para mi sorpresa mi madre estaba a su lado. De inmediato vino a besar mi mejilla. Estaba preocupada por mi.-¿Se puede saber que mierda haces Lauren Michelle?
Su voz estaba como atrapada en su garganta. Demasiado estresado.-No creo que sirva de mucho tratar de explicar. Dije con voz calmada.
-Es muy simple, te separarás de esa mujer ahora y no es pregunta ¿En que clase de persona te estás convirtiendo? Estas echando a perder todo lo que hacemos por protegerte.
Me tensé. Eso era protección solo para ellos, para su imagen. No les convenía con las relaciones que se suponía tenía mi padre, se enteraran de que su hija era una clase de...tenía mucho tiempo sin sentirme así de rechazada. El especialmente se esforzaba por tratar de bloquear cómo había nacido y demás, su mente estaba completamente cerrada.-Por favor, debemos calmarnos. Pronunció mi madre. Pero claro que nada de lo que dijera ella ayudaría.
ESTÁS LEYENDO
Camila
Fanfiction-Parece que la fiesta no es lo tuyo. Sus ojos cafés oscuros se encontraron con los míos y fue difícil volver a ser la misma. Nerviosa y con algunas palabras coherentes en mi mente, pude contestar. -¿Te conozco? Pregunté. Las olas del mar habían pa...