A casi terminar

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Camila

No me había gustado, me había encantado. Estaba tan entretenida y luego sus gemidos. Su carita. El resto de su cuerpo tenso. Su abdomen y por dios. Era una locura. Me reía de mi misma al pensar como creí poder olvidarme de ella. Bueno, solamente tratar de superar su enorme detalle.
Reí en mi mente. Lauren era realmente sorprendente.
Podría...dios. Sentía que mi cuerpo estaba listo para aceptarla por completo. Estaba tan húmeda y mentía si dijera que no había como comparar pero si hablábamos del tamaño de su pene, Lauren superaba todas mis expectativas. Era grande y venga...era lindo. Su pene era muy lindo. Desde la presentación moría de deseo por tenerlo en mi boca y dentro de mi. Besé sus labios de nuevo recordando como sus mejillas se enrojecieron más cuando dijo mi nombre entre gemidos. Luego los músculos de su abdomen se tensaron y creí sentir como intento levantar su cadera para estar más dentro de mi. No era una experta en el sexo oral, pero con Lauren era todo tan natural. Mordí su labio inferior y cuando creí sentir algo de presión de nuevo en mi vientre me separé lentamente y miré.
Ella esperaba a que dijera algo pero por dios ¿Qué había pasado? ¿Cinco o diez minutos? Casi nada. Y su ereccion estaba ahí de nuevo.
Ella no tenía idea de lo que pasaba.

-Quiero hacerlo contigo.

-¿Hmmmm? La miré distraída y sonreí incómoda.

-Quiero aliviarte a ti.
Pero con dudas. Me puse de pie y la miré subirse la ropa algo torpe. Iba a abrazarme pero yo no correspondí.
-¿Qué pasa Camz?
La miré extraño tal vez. Percibí su preocupación de inmediato.
Y miré a sus pantalones. Su ereccion de verdad estaba ahí.
Se alejó un poco y cuando creí que iba a llorar o algo. Reaccione.

-Espera no, baby, no es nada malo...es solo que...¿Que tan seguido te sientes...bueno...tienes una ereccion?
Mordió su labio inferior y se encogió de hombros.

-Es solo cuando estoy contigo....

- Yaaaa...Yo interrumpí.
- ¿Pero una después de la otra?
Me miró asustada.

-Es seguido. Dejó de tocarme y llevó sus manos a la su nuca. Bajó la mirada. -¿Pero es normal? ¿O que pasa?
Hice un gesto extraño y luego sonreí. Lauren definitivamente me hara muy feliz.

-Voy a comerte. Amenace y salte a su cuerpo para que me atrapara. La besé fugazmente.
-Eres todo un caso especial y no sabes cuanto me encanta descubrirte, Lauren...no se, pero a las personas con pene no les pasa tan seguido...quiero decir, las erecciones tienen su tiempo de espera, constantemente las mujeres nos quejamos de que tener que esperar para hacerlo de nuevo, nosotras podemos tener un montón de orgasmos y tu...de la nada pum, ya tienes otra ¿Te das cuenta?

-Lo siento no se nada sobre esto, sobre sexo. Dijo apenada y yo tomé sus mejillas dulcemente para besarla y pedirle que me llevara otra vez al sofá. La ayudé a quitarme la ropa. Me miró embobada por mucho tiempo. Comenzó un recorrido tímido por la piel de mis piernas con sus manos. Mirando solo a un punto fijo. Como si me hiciera falta estar más lista.

Subió lentamente y luego comenzó a besarme como solo ella sabía.
Sujete sus brazos con mis manos y esperé a que terminara de besar en mi cuello. Con suavidad. Había en especial dos lugares en mi cuerpo que necesitaban atención. Sentía su respiración bajando y luego un beso ¿De donde había aprendido eso?
Me tensé. Separe a Lauren para mirarla.

-¿Lauren? Esperó a que dijera algo más.
-¿Tu de verdad no has estado con alguien más?
Negó de inmediato ¿Estaba nerviosa? ¿Me estaba mintiendo?

-¿Lo estoy haciendo tan mal?
Me relaje. Era una tonta. Sonreí bobamente y sujeté su ropa para atraerla y darme otro beso. Ella guió sus labios de nuevo a mi cuello y la invité a bajar más. Mi respiración estaba agitada y de verdad deseaba sentir su piel con la mía. La interrumpí para ayudarla a quitarse la ropa.

-Vamos a la cama. Dije cuando estuvo desnuda por completo. La verdad es que quería mirarla de pie. Era un maldito sueño. Una diosa. Era perfecta y la quería conmigo.
Me guío hasta su dormitorio diminuto. No quitamos nada solamente nos dejamos caer ahí y recibí la atención que necesitaba. Suspiró cuando apreté sus labios en mi pezon derecho.

-Lauren. Me quejé y mi cuerpo se sentía tan tenso. Sus manos sujetaban la piel de mi cintura. Necesitaba que bajara más. Y el insistente toqueteó de su pene cerca de mi centro.
Estaba segura de que ya iba a suceder. Lo necesitaba.
Con timidez atendió mi otro pecho y yo abracé su espalda.

-Necesito que lo hagas ya.

-¿Hmmm?

-Esto...baby, te necesito dentro. Asintió nerviosa y luego se sentó entre mis piernas para mirarme. Con poca seguridad llevó sus dedos a mi centro y masajeo con paciencia, hasta hacerme cerrar los ojos y alcanzar un orgasmo.
Se inclinó para besar en medio de mis muslos y lo hizo.
Abrí los ojos sin poder creerlo. Pero ahí estaba. Lauren estaba besando mi centro. Ni siquiera espero a que me recuperara de lo anterior.

Muy lentamente. Apreté su cabello y gemí. No tardó nada en encontrar el clitoris y besar como si se tratara de mis labios. Hice mi cabeza hacía atrás en la almohada y grité al sentirme latir por dentro. Por dios. Segundo orgasmo y no tuve que esperar nada.
Su lengua por dios.
¿Que me estaba haciendo? Respire con dificultad y cuando comenzó un masaje de su lengua contra mi entrada la atraje hasta mi boca. Me estaba agotando y ciertamente la necesitaba dentro de mi.
El momento crucial. Nos besamos con cariño y luego se despegó para mirarme a los ojos.

-Te quiero. Dijo y sonrió tan hermosa.

-Yo a ti baby...de verdad deseaba esto. Asintió y no sabía que hacer.

-No se...

-Tu trae los preservativos y del resto me encargo. Dije apenas. Pero el brillo de sus ojos se perdió. Mordió sus labios y me miró apenada. Como buscando un lugar donde meter la cabeza.

Gruñí bajo y quise...no podía creerlo. No estaba pasando en realidad. El trabajo a casi terminar. Era como quedarse a nada de ganar una carrera.

CamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora