Dijo que no

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Lauren

Caminé a pasos silenciosos, estaba tomada de su mano caminando a la puerta principal y tratando de evitar que me encontraran ahí.
Estaba pasando eso, pero en mi mente me veía caminando con ella por la nubes o algo similar. Estaba flotando, callada y demasiado impresionada. Dijo que si, Camila era mi novia. De verdad la tenía y había sido tan tierna conmigo. El beso que nos dimos siendo novias lo guardaría para siempre. Podría mencionarlo a todo mundo, dios. Negué cuando mi mente me llevó lejos y me imaginaba cansándome con ella. Pero es que era Camila, estaba segura de no querer a nadie más en la vida. Desde ese día en la playa yo lo sabía.
Cuando llegamos a la puerta y abrió, yo me quedé quieta. Ella me dió un empujón afuera y sonrió divertida.

-Ahora ya déjame dormir baby. Asentí y toqué mi cuello. Tenía que despedirme. Para mi fortuna fue ella quien tomó la iniciativa y comenzó un beso lento.
-Si por mi fuera te quedabas esta noche conmigo. Susurró bajo y un escalofrío recorrió mi cuerpo. Hasta cierta parte de mi. Correspondí otro beso y finalmente terminó de empujarme para cerrar la puerta despacio. Me quedé afuera por unos minutos. Pasmada, aún sin creerlo.
Cuando reaccioné mire a los lados buscando a Brenn, pero recordé que nos estacionamos varias calles atrás para no levantar sospechas.
Sonreí todo el camino, como boba, ya quería verla otra vez, quería pasar mucho tiempo con ella y besarla.
Suspiré antes de llegar al auto y ver a mi amigo completamente dormido en el asiento de copiloto.
Me reí y pensé en hacer una broma. Durante el camino hablamos sobre la propuesta. Me había dicho, no pierdes nada, Camila puede que diga que si y si no pues pueden ser amigas con derecho. En ese momento me había molestado pero cuando iba a despedirme y salir de ahí, tomé ese riesgo, fue un impulso y valió la pena, lo haría mil veces. Camila era mi novia y deseaba gritarlo.
Entre al auto pareciendo malhumorada y cerré de golpe. Brenn saltó en su asiento y me miró perezoso. Tal vez actúe bastante bien por que se recompuso y estaba dispuesto a abrazarme para consuelo. Yo recargué mi frente en el volante del auto. No dije nada.

-Lo siento Lauren ¿Que te dijo?

-Que no. Me quejé y permanecí así por un buen rato. Brennan estaba creyendo todo y sostuvo mi hombro.

-Pensé que sería diferente, me siento mal por animarte a hacerlo, Camila es una tonta.
Fingí un suspiro.
Creí muy necesario mantener esto hasta que lo dejara en casa. Dios. Ni siquiera recordaba que debía estar ya en el departamento. De todas formas Camila me había enseñado esa manera de entrar y salir del edificio sin ser notado.
Conduje con música baja, mi amigo miraba de mi hacia la ventana y no tardamos en llegar a su casa, no había nada de tráfico por la hora, estaba todo apagado. Apagué el auto.

-¿Esta bien si me voy? ¿Segura?

-Si.
Traté de evitar la sonrisa pero fue imposible. Fue ahí donde cayó en cuenta de que solo bromeaba.

-Eres una tonta de verdad ¿Que fue lo que pasó realmente? ¿Tuvieron sexo? Por que no tardaron nada, debió ser muy básico y rapidito.
Logró que mis mejillas se enrojecieran demasiado. No era mi tema favorito y por unos minutos me permití pensar en eso ¿Cómo iba a decírselo? Ella querría tener algo más conmigo y yo no me sentía preparada. Tan solo de pensar mi estomago se hacía nudos. Camila tenía muy clara su bisexualidad, me había contado experiencias con ambos pero no imaginaba como iba a tomarse mi noticia.
Debía ocultarlo por un tiempo, cuando me sintiera preparada se lo diría.
-Solo bromeo como tu, ya se que no tuvieron sexo ¿Toqueteo o algo? Me sorprende que Camila te dijera que si, jamás la imagine saliendo con una chica tan inocente como tu.
Siguió molestando.

-No pasó nada de eso, en realidad sólo le pedí que fuera mi novia y me ha dicho que si. Sonreí de nuevo.
-Me puse muy nerviosa y creo que lo notó pero fue comprensiva y luego nos besamos, fue...
Brennan fingió un gesto de ternura. Luego rodó los ojos.

-Será algo raro de ver ¿Sabes? Pero me alegro por ti, por las dos, espero que esto funcione Lau, mereces que suceda, de una vez te digo que Camila es la chica más difícil que conozco así que mucha suerte.
Me besó la mejilla y dió un golpe en el hombro.
-Tendrás sexo pronto y con una de las chicas más conocidas de la universidad, S E X O!
Gritó apenándome, temiendo que todos sus vecinos se dieran cuenta de que estábamos ahí a esa hora.
Luego de verlo entrar, conduje cansada al departamento y con precaución estacione mi auto en el sótano, luego corrí a la entrada de emergencia donde seguía todavía un poco abierta. Nadie lo había notado.

Entré a mi cama con una sonrisa que pensaba no iba a desaparecer en días. Teclee un mensaje a Camila.

~Ten una linda noche, ya estoy en el departamento ~

La respuesta no tardó en llegar.

~¿Ni un beso ni nada? Yo si te envío uno, descansa baby, gracias por venir a verme y por todo lo demás~
Suspiré alto. Mi corazón no cabía en mi pecho.

~Te envío un beso, te lindos sueños~
Espere un rato pero era posible que ella ya se hubiera quedado dormida sin responder.
No tenía idea de cómo debía actuar mañana que la mirara, nunca había tenido una relación y aunque me asustaba, moría de ganas por verla y acompañarla a clases, quería robarle un beso y tomar su tibia mano. Camila Cabello en serio era mi novia.

CamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora