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Lauren

Quise aligerar el ambiente tenso que se sintió luego de que salió del comedor. Pero con una mirada suave de Clarice al lado y la miraba fija y dura de la madre de Camz. No sabía que hacer o decir.

-Debes saber algo Lauren, no estoy de acuerdo en que reiniciaran su relación, no notó mucha seguridad en ello e intento mantenerme al margen pero como madre tengo la inquietud de saber un poco más de ti, intentar cuidar a mi hija.

-Alice. Clarice colocó su mano en el brazo de su hija pero ella continuó.

-Así que por favor intenta que funcione por que si no sucede así, no querrás verme enfadada.
Aclare mi garganta y no quise verme obvia al limpiar el sudor que sentía en la cara.

-Yo quiero en serio a Camila, estoy segura de hacerlo funcionar, se que no tengo un buen historial, pero pienso que estoy trabajando bastante con los problemas que llegamos a tener, esta relación es lo más importante para mi. No había más que verdad en mis palabras.

-Listo. Camz irrumpió en el comedor con una bella sonrisa. Dejo un pastel decorado cuidadosamente con chocolate y fresas sobre la mesa y nos miró.
Su mamá asintió en frente y fue suficiente para mi. Por dios. No iba a tener fácil el camino para agradarle. Lo sabía. Respire profundo y agradecí a Clarice su intento para mejorarlo todo. Al menos logré tener la confianza de Clarice.

-Luce increíble Camz. Pronuncie después de poco tiempo.

-Me ayudó abu. Ambas soltaron una risita. Estaba segura de que participó muy poco pero su felicidad se podía contagiar. La cena había sido deliciosa aunque la mayoría sólo intentaba que pasara de mí garganta por el gran nudo que contenía al responder a las tantas preguntas.

-¿Mamá ya té amenazo de muerte?
Preguntó divertida cuando todas comíamos el pastel.

-No exageres cariño. Dijo su mamá.

-Todo estuvo increíble. Trate de sonar muy segura. -Gracias por invitarme y respecto a eso creo que si hablamos lo suficiente, yo...bueno creo que no hace falta repetirlo pero sabes que estoy realmente comprometida a hacerte feliz Camz y quererte mucho.
Todo lo pronuncié mirándola fijamente. Me besó en la mejilla y fue suficiente para mi.
No hubo más preguntas solo una mirada fija y desconfiada el resto de la noche. Cuando se hizo muy tarde Clarice se despidió para ir a descansar.
Camz y yo nos quedamos un rato hablando en la sala. Su pierna derecha estaba sobre mi regazo y sus manos en mis hombros escuchando un poco de mis actividades el día de hoy.

-Y fue todo.

-¿Que te dijo mamá?
Suspiré profundo. No había necesidad de mencionar nada.

-Solo sobre nuestra relación y lo que tu escuchaste.
Sonreí y trate de sonar segura.

-Espero que no te sientas asustada, de verdad confío en que ella te querrá en un tiempo, cuando te conozca en serio. Asentí y correspondí al corto beso de sus labios.
Algunas preguntas tenía después de tanto esa noche y quise saberlo.

-¿Quién es Ryan?
Camila se tensó un poco en mis brazos.
Y como si su madre lo supiera apareció detrás nuestro para despedirse y obligarnos a alejarnos automáticamente. Ya debía irme al departamento, era tarde.
Di una despedida de mano, ella me aseguró poder venir a visitar a mi novia a esta casa pero que por el momento no confiaba mucho en dejar ir a Camila a mi departamento, traté de entenderla, mi novia solo hizo un gesto de desagrado y se quejó como una niña pequeña.

Me encaminé a la puerta. Con la ayuda de Camz tomé mi chaqueta y miré las rosas ahora permanecer en un lindo florero.

-Tengo algo para ti.

-Por fin, estaba un poco decepcionada de solo obtener flores y que ni siquiera eran para mi.
Saqué de la chaqueta la pequeña bolsa y coloqué en sus manos el dije que compré hace un tiempo para ella. Yo tenía una C colgada en el cuello y lo justo es que ella colgará una L consigo.

-Es muy linda ¿Me ayudas?
Me dió la espalda y aunque un poco incómoda por tratar de no mirar más alla de lo necesario. La colgué en su cuello. Bese en su hombro derecho por unos segundos. Solté lo que quedaba de su cabello y de la nada sentí como se giraba para acoplarme en un tierno abrazo. Que luego fue un poco más.
Y por dios, por supuesto que disfrutaba tener su cuerpo pegado al mío y conectar las partes que se necesitaban. Suspiré cansada y ella rió bajito.

-Te veo mañana entonces.
Asentí y besé dos veces su frente antes de dejar uno húmedo en sus labios.
Me despedí de una imagen cautivadora. Ella esperaba en la puerta a que subiera el auto. Con una mano sostenía la L en sus dedos y sonreía hacía a mi.

-Me avisas cuando estes a salvo baby. Entré al auto y di un corto saludo antes de arrancar.
Por fin pude respirar tranquila. El realidad el recorrido duro más de lo normal. Estaba muy pensativa.
Sobre todo por entender la forma en que su madre protegía a Camila, era una preocupación inusual.
Ella de verdad aprobaba que Camz pudiera salir con un montón de personas pero cuando se trataba de algo tan serio, parecía negarse a dejarla enamorarse.
Supuse que todas esas dudas las olvidaría pronto y a unas les tendría respuesta.
Yo estaba decidida a lograr tener una relación con mi novia tan buena, quería simplemente tenerla conmigo siempre. Los pensamientos desde que la conocí me guiaban a todo un futuro.

Un mensaje me sacó de mis vueltas justo al entrar sobre la calle del departamento. Era ella.

~¿Puedes solo decirme que ya estas a salvo? Tardaste mucho baby~
Sonreí como boba y una vez me estacioné mandé la respuesta.

~Estoy entrando, solo me tome mi tiempo para conducir con cuidado, te veo mañana cariño, descansa y ten lindos sueños~

~Soñare contigo ¿Tu que crees?~

~Yo también quiero tenerte en mis sueños, mañana lo confirmo~
Unos corazones aparecieron en mi pantalla y finalmente se desconectó.
Dejé mis cosas en el sofá agotada y caminé directo a mi cama para intentar dormir. Habían sido días muy emocionales.

CamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora