Mensajes

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Camila

Miré por tercera vez la lista de mesas pendientes. Era bastante entretenido ayudar a Miriam para estos días en el restaurante. A poco de volver a clases y aún sin saber en que ocupar mi mente para no pensar en Lauren.
Espere sentada a que terminarán los platillos y miré mi móvil de nuevo.

Leer una y otra vez sus mensajes no iban a dejar nada bueno en mi

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Leer una y otra vez sus mensajes no iban a dejar nada bueno en mi. Mi madre y abuela estaban muy preocupadas por lo que hacía a diario. Aunque frente a Brenn fingía llevar el tema bastante bien.
Miré el último mensaje que me llegó.

Ella lo estaría

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Ella lo estaría. Debía volver y yo debía contenerme para no buscar sus dulces ojos verdes. La extrañaba demasiado. Moría por abrazarla y besarla en los labios. Lo que sea, hasta el más pequeño contacto.
Mire mi foto de perfil de nuevo. Me negaba a cambiarla y no se que pensaba ella sobre ese tema. Me dolía demasiado pensar en que desconectaríamos para siempre. Había actuado como una tonta con miedo. Le había mentido y había ideado todo ese descubrimiento a propósito para que ella quisiera alejarse de mi.
Suspiré profundo y Miriam lo notó cuando llegó a mi lado.

-¿Estás bien?
Asentí. Besó mi mejilla.

-Pues anda, es lo último, Brennan me acaba de escribir para que te deje libre, de verdad gracias por ayudarme estos días cariño, el trabajo aumenta durante vacaciones y tu haz caído del cielo.
Sonreí sincera. Me apuré para llegar a las ultimas mesas y dejar la cuenta. Todo estaba tranquilo.
Salí a prisa del restaurante después de despedirme de varios y conduje a la casa. Aunque suponía que Brennan me llenaría de preguntas, también quería saber como estaba ella.
Iba a ser un tema inevitable. Había viajado a Seattle, estaba muy segura y quería ir a por ella pero sentía que todo se repetía. La buscaría para ¿Huir? Para librarnos de esa presión que ejercía su familia o conmigo. Eso me aterraba.
Debía dejar ese tema atrás. Lo hecho estaba hecho.
Estacione frente a la casa y baje casi arrastrando los pies. Mi energía se había agotado y aunque fue el último día de ayudar, realmente creía que me sentiría mejor pero la noticia de saber que ella ya estaba aquí, me ponía de nuevo al límite.
Entre con mis llaves y escuché la televisión encendida.
Brennan apareció cruzado de brazos y una mirada interrogativa.

CamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora