Mamá

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Camila

Nos sentamos en la sala y por un rato nadie mencionó nada. Lauren por supuesto miró con curiosidad a Brennan. La imagen era graciosa.
Mi madre entró con una bandeja llena de tazas y las dejó en la mesa.

-Necesito ir al baño. Dijo Lauren casi en susurró.
Asentí y tomé su mano para salir las dos. Mi madre no nos dió la mejor mirada. Pero no iba a dejarla ir sola, tenía que advertirle sobre algo. Suponía que necesitaba respuestas.
Cerré la puerta del baño en el pasillo y la miré bajar la tapa del retrete y sentarse con sus ojos hacía la nada. Estaba muy nerviosa.

-No me avisaste que tu madre volvería.
Me recargué en la puerta un poco cansada.

-Lo se, es sólo que no hablamos y no hubo manera, debía advertirte o al menos ser más discreta con mi salida hace un rato ¿Tenías mucho tiempo afuera?
Sus manos estaban en su barbilla y los brazos recargados en sus rodillas, era una posición bastante tímida.

-30 minutos tal vez, pensé en llamarte pero como lo pediste...pues solo esperaba alguna señal.
Sonreí como tonta.
-Esta todo bien verdad ¿Nosotras?
Hizo un movimiento extraño con su mano para señalarnos. Sobre todo la distancia que teníamos ahora. La reconciliación no debía ser así.

-Claro que si baby.
Caminé a ella y sin poner mucha presión me senté en sus piernas con mi cara directo a la de ella. Se tenso un poco pero no quise abrumarla tanto y solo acaricie su mejilla. Pude notar lo formal que vestía el día de hoy ¿Se había escapado del laboratorio?

-Lo lamento, se como debes sentirte, me refiero a que acostumbras tener relaciones y el sexo es importante para ti, sólo que no puedo hacerlo ahora y....

-Esta bien, no voy a presionarte nunca más, te lo prometo.
Lo sellamos con un beso suave y muy corto.
-Por otro lado, debo decirte que Brenn estaba aquí para ayudarme con este asunto, le estaba pidiendo un consejo sobre ti, y nuestras madres se conocen así que no se te haga raro que se lleven tan bien...van a intentar molestarte en este rato.
Dije una verdad a medias, ahora solo necesitaba pedirle ese favor a mamá.

Recordé como la abu al presentarlas había sido tan dulce. Ella sabía que algo más pasaba con mis sentimientos hacía Lauren. Era diferente. Lo nuestro si era diferente, aunque mi mente se abrumara tanto. Pero en mi defensa quise convencerme de que era solo mientras tuviéramos sexo, luego de que pasara se me olvidaría esta obsesión con ella. El tono de sus ojos era tan claro hoy.

-Intentaré hacerlo bien, aunque tu mamá me intimida demasiado.
Con pereza nos levantamos del asiento y nos guíe de nuevo a la sala. Tomamos nuestro sitio en el sofá. Todos interrumpieron su charla en cuanto entramos.
Brenn nos miró sospechando que tuvimos un faje en el baño y mi madre tenía ese gesto severo.

-Cuéntame de ti Lauren ¿Eres de aquí?
Quise darme de golpes contra la pared. Aquí íbamos.
Lauren respondió titubeante a todo lo que preguntaban. No entendía por que pero no le agradaba, mi mamá se negó a darle una oportunidad desde un inicio. Y para mi era tan molesto.
Sobre sus padres, su estudio, su trabajo y sobre intenciones. No era como si fuera a casarme con ella y ya había apuntado: jamás volver a traerla a casa.
Recibiría un sermón muy grande cuando se fuera. Una advertencia, por extraño que pareciera mi mamá miraba a Lauren como una amenaza. Tenía esa mirada sobre mi, profunda tratando de averiguar por que estaba así de impresionada con esa chica de ojos verdes.
Llegó la cena. No entendía por que el idiota de Brenna seguía en mi casa, cenando con nosotros y atento a todo lo que se decía.

-¿No piensas unirte al negocio de tus padres?
Lauren negó.

-Fue molesto para ellos pero sinceramente no me agradan mucho los autos, es algo destinado para mi hermano.
Aclaró con seguridad. Si de algo conocía su capacidad era de estar en este ámbito, Lauren amaba la medicina y era tan inteligente que tenía un futuro asegurado en la investigación, no podría visualizarla en algo más.
Mi madre asintió.

-¿Y tus padres saben sobre su relación?
Dejé de probar la comida y mi novia se removió incómoda en la silla. Todos notaron el largo silencio que hizo antes de contestar. Era algo delicado.

-Aún no, pero quiero hacerlo.
Apretó mi mano debajo de la mesa como pidiendo auxilio.

-Si mamá, solo esperaremos un poco más. Hice una mirada intimidante para mi madre, debía dejar de presionar con eso pero ella no lo quiso entender.

-No lo aceptan ¿Qué estes con una mujer?
El punto débil estaba ahí. Lauren no sabía que responder.
Brennan se le ocurrió intervenir. Así que no se si fue un accidente o a propósito pero había tirado su bebida en la mesa. Intenté reír con naturalidad y mi madre tuvo suficiente distracción. Ella se levantó para buscar algo para limpiar y Brenn me dió un guiño.
Lauren por supuesto seguía como una estatua y leía culpa en su mirada.

-Lo siento. Susurré y besé su mejilla. Hizo un leve movimiento con su cabeza.

El resto de la cena pasó entre otros temas, Brennan por fin quiso ayudar en algo más y desvió la conversación sobre el restaurante y la cocina. Era suficiente.
Cuando se dieron las diez, Lauren se levantó para despedirse. Apretó la mano de mi madre y correspondió un bien abrazo a la abuela, nuestro amigo también viajaría con ella.
Al llegar a la acera de la casa la detuve para darle un corto beso.

-No tienes por que preocuparte ¿Si? Mi madre siempre es así...estoy segura de que luego te adorará.

-Esta bien Camz, solo quiere cuidarte ¿Pasare por ti mañana?
Le regalé una sonrisa y otro beso. Luego entré a la casa donde mi madre me esperaba con el ceño fruncido y brazos cruzados.

CamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora