Mi problema

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Camila

-¿Que acaba de pasar?
Me di la vuelta para mirar a Brennan encogerse de hombros y seguir limpiando el piso. Lauren se ponía particularmente nerviosa y tensa cuando quería acompañarle.

-Camila, sus padres son muy conservadores, están en completo desacuerdo cuando se trata de fiestas y una posible relación homosexual ¿Si entiendes?

-Lauren jamás les ha presentado a nadie ¿o si?
Pregunté inquieta. Esperaba que no, había muchas cosas de las que Lauren y yo debíamos hablar.

-Solo a mi.
Rodé los ojos. Y Brennan rió.

-Para tu tranquilidad a nadie, pero han intentado relacionarla con algunos chicos, ya sabes, hijos de socios de su empresa, hijos de amigos, etcétera, pero Lauren jamás ha salido con nadie, solo con un chico pero todo termino pronto, no es un tema del que debas preocuparte.
Dijo con tranquilidad.
Pensar que Lauren tenía esa complicación no me parecía divertido. Dios ¿En que pensaba? De todas formas yo no tenía intención de ser tan formal con ella, debería pensar que entre más lejos este de su familia, mejor. Mi mente se comía, no entendía por que me molestaba pensar que jamás me iba a presentar con sus padres, no había nada de ventaja en eso.
Solo quería pasarla bien, recibir la atención de ella y en algún momento disfrutar de una buena relación puramente sexual.
Deje de pensar y continuamos con la limpieza.
Lauren parecía ausente horas después, Brennan me acompaño a casa de la abuela y nos quedamos para cenar y ver alguna película. El fin de semana iba a terminar, lo único de lo que me quejaba era de no haberlo aprovechado con Lauren.
Cuando Brenn se fue a casa, se formó un sensación de añoranza, quería que Lauren me mandara un solo mensaje para desearme buena noche o decirme que estaba en un buen trato con sus padres, que podría seguir viéndola.
Pero no ocurrió.

-¿Estas bien cariño?
Clarice mi abuela entro a mi dormitorio para sentarse junto a mi en la cama.
-¿Debo hablarle a tu mamá para que venga?
Yo reí.

-No abu, solo estoy pensando.

-¿En quién? ¿No estarás de novia otra vez con Brennan? Aunque es un buen chico.
Me tensé. No, jamás iba a ocurrir eso.

-No, para nada y por favor no menciones la relación que tuve con el, éramos muy pequeños, ahora es solo mi....

-Amigo, lo sé, en tu cabecita esta alguien más.
Negué de inmediato. No quería que la gente me repitiera que había algo especial en mi mirada, comportamiento, aborrecía ese tipo de cosas, no había nadie, solo interés de atracción con Lauren. Solo eso.

-No es nada, para tu tranquilidad.
Ella no insistió más y dejó un beso en mi frente. Caminó a su dormitorio. En realidad me aliviaba tenerla cerca, me ayudaba con mis pensamientos y cuidaba, además me hacía menos bronca con mi forma de diversión, no mencionó nada sobre mi ausencia de 24 horas en casa.

Lauren

Suspiré cansada apenas toque mi cama, recordando toda la conversación e incómoda comida con mi padre. Había tomado un avión hace pocos minutos a Seattle de nuevo.
Odiaba que me tratara como una niña, que me cuestionara por todo y además que tuviera que mentir sobre mis acciones.
No quería mencionar a Camila en todo aquello y no lo hice. Simplemente le dije sobre la fiesta de cumpleaños y amigos. Estaba molesto, realmente molesto a punto de explotar. Por supuesto, añadiría un poco más de vigilancia sobre mi y tendría prohibido salir del departamento a menos que fuera para la escuela.
Estaba molesta, no me gustaba seguir fingiendo quien no era, someterme a este tipo de vida que no quería para mi, quería ser yo misma al menos.
La primera lágrima corrió por mi mejilla, no iba a poder hacerlo por un tiempo, desaprobarían por completo mi relación con una mujer. Aunque fuera lo más natural para mi, ahí estaba llena de complejos.
Un poco harta de pensar quise tomar un baño. Necesitaba relajarme y dejar de pensar en ellos.
Además tenía algo por lo que sentirme feliz. Una chica en particular. Tendría que mantenerlo oculto pero no me importaba, el riesgo era lo importante.
Mande un mensaje a mi amigo para contarle la situación. Iba a verlo mañana en la universidad.
Encendí la ducha y quite mi ropa. Como cada vez me detuve frente al espejo que corría hasta el piso.
Me miré. Dios.
Era un maldito complejo viviente. Siempre me preguntaba que hubiera pasado si mi padres tomarán una decisión a tiempo. Era difícil pero no terminaba de entender lo que era, solo lo que pretendía ser. Un caso bastante interesante para la ciencia y un problema grande para unos padres con la mente cerrada.
Mi vida no iba a ser sencilla, lo sabía, no comprendía tampoco que iba a hacer si las cosas llegaban realmente lejos con Camila. No sabía que le diría, si ella fuera capaz de aceptarlo.
Negué un par de veces y entré bajo el agua.
Era mejor ocultarlo, no mencionarlo a nadie. Ni siquiera Brennan que era mi mejor amigo, conocía esa parte de la historia. Parte de mi.
Prefería a que se enterara por casualidad a tener el valor de decírselo. Solo tenía claro que él jamás podría alejarse.

Tomé la ducha rápido y me vestí con la pijama.
Quería mandarle un mensaje a Camila, contarle cualquier cosa y desearle una linda noche, pero mi humor no era el mejor. Decidí esperarme y encontrarla mañana personalmente.
Cerré mis ojos y las imágenes de la mañana vinieron de nuevo. Sonreí entre sueños.
Quería volver a sentir sus labios, estaba segura, también ver a diario sus ojos y esa sonrisa capaz de enloquecer a cualquiera.
Sabía que se trataba de problemas de autoestima pero aún no entendía por que ella se acercaría a mi.
Quería averiguarlo.

CamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora