Lauren
-Parece que la fiesta no es lo tuyo.
Sus ojos cafés oscuros se encontraron con los míos y fue difícil volver a ser la misma.Nerviosa y con algunas palabras coherentes en mi mente, pude contestar.
-¿Te conozco?
Pregunté. Las olas del mar habían pasado a un segundo plano. No podía dejar de mirarla.-No, pero yo a ti si, soy Camila y tu Lauren.
La primera vez que vi su sonrisa sabía que sería todo en mi vida. También que iba a romper mi corazón como nunca nadie.
Extendí mi mano temblorosa y llena de arena para saludarla.-¿Porqué me conoces?
Sus ojos volvieron en frente y una linda risa salió de sus labios.-Vamos a la universidad juntas Lauren no puedo creer que no me hayas visto antes.
Carraspee por la incomodidad. Era posible que nunca la hubiera visto, la universidad tenía muchos estudiantes, diferentes clases y carreras.
La mejor coincidencia era esta.
El día de hoy era de suerte.
Miré hacía la parte de la playa donde el resto se divertía, entre ellos mi amigo Brennan.
Bailando con dos chicas y bebiendo lo que fuera que tenía en la mano.-Soy un poco distraída.
Admití, era el tipo de chica solo enfocada en mis estudios. La única oportunidad que tomé para divertirme era esta, en un congreso en playas mexicanas, junto a otros compañeros y yo prefería pasarme la noche viendo el mar, sin tener que conversar con el resto o beber hasta caer muerta en la habitación del hotel.-Y también eres muy guapa.
Camila dijo coqueta y mis mejillas se encendieron. Jamás. Ninguna mujer tan hermosa como ella me había hecho ese cumplido.
Ella debía estar muy ebria.
-No estoy mintiendo, puedo ver en tus ojos una inseguridad crecer.
Sonrió cínicamente por atinar a mis pensamientos. Yo negué y me puse de pie.
La ayudaría a estar con sus amigos de vuelta y yo me iría al hotel, era lo mejor. Tal vez al día siguiente ni siquiera recordaría que habló conmigo sentada en la arena.
Ella me siguió y acomodó su vestido.
-¿Dije algo malo?
Sonaba enfadada ahora. Me encogí de hombros.-Te llevaré con tus amigos, solo si quieres.
Negó de inmediato y tocó mi brazo lanzando una señal de alerta a mi cuerpo.
No. Esto jamás me había pasado. Cerré los ojos y de fondo escuché su risa graciosa.-Quiero quedarme contigo y platicar, en serio estoy interesada en conocerte Lauren ¿Porqué no me crees?
Mi lado extremadamente tímido estuvo conmigo de pie frente a ella. No sabía que contestar.
Aunque admitiera que mi atracción con las mujeres era un hecho, no podía aceptar en mi mente que ella sobrepasara mi límite, por primera vez estaba dispuesta a mandar todo a la mierda y charlar con ella, tomar incluso, besarla.
Mi familia y el resto no tenían por que enterarse.
Supuse que a ella tampoco le convenía que alguien se enterará de lo que ahora decía. Tenía la imagen de ser muy conocida, admitida por alumnos y amigos pretenciosos o con segundas intenciones ¿Porqué no iba a bailar con el resto? Podría conseguir a un chico apenas tronando los dedos.
Mi amigo Brennan podría estar interesado, debía presentársela ¿O ya se conocían?-¿Lauren?
Pasó una mano frente a mis ojos para sacarme de la nube de pensamientos. Odiaba ser tan indecisa y siempre preocuparme por lo que pensaban los demás. Simplemente en las consecuencias de todo lo que hacía. Si mis padres se enteraban de lo que iba a hacer podrían llegar a negarme como su hija, no pagarían la universidad, me sacarían de sus vidas. Su mano se extendió para que yo la tomara.
Y con el sonido de las olas y la música leve, me decidí.
Su cabello castaño casi chocolate se removía con el viento y asomaba su sonrisa otra vez, me tenia en sus manos, me tendría donde quisiera ahora.
-¿Vienes?Asentí y toqué su mano tibia. Ella sonrió más y me ayudó a salir del área donde la arena hacía que mis pies se hundieran.
Tomó un camino desconocido del hotel y terminamos junto a unas rocas grandes y la mejor vista de la luna y el mar.
Se sentó y yo lo hice a su lado.-Camila Cabello, estudio medicina, soy compañera de tu amigo Brennan.
Entonces si que yo era idiota Brennan la conocía por supuesto.
-¿Tu vas un año abajo no?-Si.
Dije apenas. Sus labios se movieron una vez más pero no en una sonrisa si no en un gesto de molestia.
-Yo...si voy un año abajo y conozco a Brennan desde hace dos años, es mi mejor amigo.
Sus cejas se elevaron.-Que interesante.
-¿Lo conoces?
Negó rápidamente y fijó sus ojos de forma íntima en los míos, buscando respuestas.
-¿No te gustó la fiesta?
Mordí mi labio inferior esperando una de sus respuestas inteligentes. Dios mío. Ya. Estaba enamorada de Camila Cabello, era un hecho. Mi corazón latía con fuerza y mis manos sudaban, sus gestos me encantaban no quería dejar de mirarlos, iba a ser lo que ella me pidiera, su amiga o su amante. Me reí en mi mente, estaba alucinando.-Es la última noche y estoy cansada, además obtuve las aventuras que necesitaba y ahora solo quiero conocer a alguien, es mi último punto en la lista y lo estoy logrando.
Tomó mi mano con la de ella en un movimiento distraído, miró al mar, me miró a mi y sonrió.
Esperaba a que yo dijera mis torpes palabras.
-No me has contado que hacías sola hace rato.-No me gusta mucho este tipo de eventos, solo estoy aquí por mi amigo, es todo y sólo quiero regresar para poder estudiar para la semana de exámenes.
Soltó una carcajada robándome un suspiro, el primero de muchos.-Definitivamente no estás en tu lugar.
Contigo es mi lugar ahora. Quise decirle pero iba a sonar demasiado enfermo, obsesiva.
Yo sólo quería seguir conociéndola.
Ahora solo hablaba por hablar, había olvidado los exámenes apenas se había sentado junto a mí del otro lado de la playa.La luz tenue de la luna iluminaba su rostro, podía detallar su perfil, su nariz, sus labios y el pequeño lunar sobre su hombro derecho, también sus piernas torneadas y un poco bronceadas, sus manos pequeñas y sus pechos, era un poco más baja que yo, demasiado buena para mi.
Me sentí acalorada. Necesitaba liberar esa parte de mi cuerpo.La realidad fue que me contuve, logre mirarla y charlar con ella por dos horas sentadas. Aprendí todos sus gestos y también su historia, viajaba desde colombia, la mayoría de su familia vivía ahí, pero por algunas circunstancias ella tuvo que venir a estudiar a Miami. Sus padres estaban separados y vivían en casa de su abuela materna, de un familia bien acomodada era evidente, su casa estaba en un residencial cercano a donde yo vivía con mis padres hace algunos años, antes de que ellos se fueran a vivir a Seattle. Ahora vivía yo sola en un departamento cercano a la universidad, demasiado privado y bajo estricta vigilancia.
Yo tuve que contarle sobre mis padres, el negocio familiar, autos y sobre mi hermano menor.
También de cómo conocí a Brennan apenas puse un pie en la universidad, éramos inseparables desde entonces.-¿No tienes novio?
La parte más incómoda de mi vida reunida en una sola pregunta.-No ¿Tu?
Ella sonrió.-No suelo tener novios, solo salgo con chicas y chicos.
-¿Ambos?
Pregunté sorprendida y ella asintió dándome un poco de esperanza.
Algo que estaba encendido en mi pecho. Yo seguía sin poder creerlo. La persona que estaba esperando desde hace años, estaba frente a mis ojos, recostada en la arena, escuchando mi vida tan normal, sonriendo por mis respuestas y contándome de su vida. Y era una mujer. Yo sabía que iba a suceder.-Pero tranquila, puedo controlarme ahora.
Las dos reímos sin poder detenernos.
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Camila
ספרות חובבים-Parece que la fiesta no es lo tuyo. Sus ojos cafés oscuros se encontraron con los míos y fue difícil volver a ser la misma. Nerviosa y con algunas palabras coherentes en mi mente, pude contestar. -¿Te conozco? Pregunté. Las olas del mar habían pa...