Camila

Dos meses

Camila

Sentadas sobre el sofá de la sala, con varios libros encima, Lauren permanecía concentrada leyendo y Brennan recibiendo la pizza que pedimos para comer. Eran nuestras reuniones.

-¿Vas a ponerme un poco de atención? Pregunté en voz baja cuando escuche a Brennan dirigirse a otra parte de la casa. Necesitábamos también tiempo a solas.
Lauren sonrió de lado.

-Solo pensé que estabas un poco molesta o concentrada estudiando.

-Estoy fingiendo.
Ella soltó una risita dulce y nos reímos más cuando buscamos que nuestro amigo no estuviera cerca.
Juntamos nuestros labios.
Ella mordisqueaba de repente mi labio inferior e intentaba hacer todos los libros a un lado para alcanzarme. Bajé mi mano a su abdomen y suspiré en sus labios cuando logró por fin y me acercó a su regazo.
El beso no era interrumpido. Podíamos estar cansadas pero el aire podría esperarse un poco. Sostuve su cabello con caricias y despegaba mis labios en ratos para volver a unirnos y disfrutar de eso.
No tendríamos mucho tiempo después.

-Dios, si querían un momento a solas, debían pedírmelo, sin problema.
Yo reí y dejé los labios hinchados de Lauren.
Realmente si lo estaban. El beso había sido intenso. La extrañaba y sinceramente quería llevarla al baño y hacerla que me ayudara con el problema de humedad que ella provoco, así también me ayudaba con el estrés que tenía.

-Lo siento. Dijo ella e intentó seguir leyendo pero apenas Brennan se sentó en frente,?le pedí a Lauren seguirme al dormitorio.
No se quejó. Y con pasos cortos en la escalera y el resto del pasillo. Seguía besándola. Hasta quedar tendidas sobre mi cama y terminar con un beso caliente. Mi ropa arrugada y las mejillas de Lauren enrojecidas, excepto donde tenía el golpe.

-¿Quieres? Preguntó con duda.
Asentí feliz y cómo si fuera algo habitual. La ayude un poco con mi ropa. Sólo mi blusa fuera y desabrochar mis pantalones. Lauren no la pensó y tuvo su mano entre la tela y mi centro húmedo. Con sus movimientos suaves me tuvo suplicando de sus besos un buen rato. Apretó mi cintura con la otra mano y dejó besos en mi cuello antes de hacerme llegar.
Relajada. Cerré los ojos y la sentí sacar sus manos de mi pantalón.

-Gracias baby. Dije cansada y acaricié su mejilla. La otra mano la enlazamos sobre mi cabeza.
-Déjame ayudarte.
Dije mordiéndome un labio. Lauren negó.

-Yo estoy bien.
Quise rodar los ojos y quejarme pero podría arruinarlo así que solo asentí.
-¿Cómo le haces para contenerte? Hemos pasado momentos muy calientes Lauren ¿De verdad no te excitas?
Las dos mirábamos el techo y yo abroche mi ropa.

-Si lo hago, es solo que...
Busque su mirada pero ella solo se enfocaba en el techo.

-Esta bien. Sonreí y besé su mejilla con ternura.
-Algún día no podrás y vas a suplicarme que te toque.
Amenacé. Lauren rió.
-¿Que te da risa?

-Es que probablemente sea verdad.
Negué divertida y terminé de vestirme. No podríamos seguir haciendo sentir tan incomodo a Brennan, debíamos volver y estudiar el resto. Aunque sabía que Lauren querría irse al departamento pronto. No quería hablar tampoco conmigo sobre la conversación "pelea" que tuvo con sus padres.

Cuándo pasamos el tiempo suficiente juntas, ella se fue.
Los días siguientes a ese encuentro fueron muy lentos. Nuestros momentos fugaces y al final de la semana, estaba sentada frente al director de la universidad, una queja sobre mi comportamiento fuera de las salas de clase y una amenaza sobre estar fuera si no hacía algo.
Mi situación era crítica.
El director se miraba igual de preocupado que yo, no convencido de lo que me decía y mucho menos si yo no acataba sus medidas.
Horas después estuve junto a mi madre.