Centro de mi mundo

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Lauren

Era extraño pero sentía un cosquilleo en mi abdomen, inusual, mi despertar normalmente era con calma pero ahora sentía todo menos eso. Un movimiento suave aparecía por mi abdomen e iba bajando. No abrí los ojos hasta que escuche su risita.
Miré abajo y Camila con sonrisa tierna dejaba una fila de besos hasta descender, cuando entendí lo que iba a hacer mi cuerpo se puso muy tenso.

-Hola Baby. Guié mi mano hasta su mejilla y sonreí. Pensé que insistiría más pero realmente me entendió subiendo hasta mis labios.

-Esto...yo...Me había dejado sin palabras, y es que recordar lo que había pasado hace no se cuantas horas, encendía mis mejillas cien por ciento. Me había quedado satisfecha y realmente en calma. Hormigueaba una parte de mi cuerpo al recordarlo pero a la vez me sentía avergonzada por caer en un sueño tan rápido.

-Vaya, no somos las únicas que estamos aquí. Suspiré al mirar hacía abajo entre nuestros cuerpos. Miré al techo más que apenada, creía que lo tenía controlado después de todo ese tiempo. No sabía en que momento se detendrían mis erecciones involuntarias.

-Lo siento.

-Quiero decir algo antes de que realmente tus mejillas exploten de tanto calor, relájate baby, esto es lo más natural que puede pasar, yo...bueno tengo que decirte que disfrute mucho lo que pasó, espero que tu también y espero que de hoy en adelante tengas la confianza de decirme cuando...tu sabes tengas necesidad. Mordió su labio inferior y sonrió ¿Sería demasiado rápido si se lo pedía ahora?

-Es...

-Nuevo, lo sé. Me guiñó y se acurruco en mis brazos.
Necesitaba ponerme ropa encima algo que me hiciera perder el deseo que estaba sintiendo.
Apreté su cuerpo caliente. Para mi sorpresa había un aroma dulce a café. Miré a la mesa de noche donde estaba una bandeja con el almuerzo. No sabía que hora era pero por el sol y el viento suave supuse que medio día. Dormí tan tranquila que no me di cuenta cuando salió de mis brazos.

-¿Dormiste?
Pregunté tímida y besé su cien.

-Si, pero luego tuve hambre y te hice algo para comer.
Sus dedos paseaban sobre mi abdomen y yo trate de contener mi respiración a un ritmo normal. Dibujé algo en sus hombros y con un poco de tensión recordé que todo lo bueno fue para mi, ahora quería hacer algo por ella.

-Camz.
Me miró a los ojos con atención. -Quiero tocarte.
Sonrió complacida y asintió.
Comenzamos un beso tranquilo pero a los pocos minutos el ambiente se puse muy acalorado.
No me tome el tiempo para quitar su ropa, más bien termino con su sostén algo descompuesto fuera de sus pechos y mi mano entre sus piernas.
Me acomodé sobre ella y besé su cuello desesperada. No podía creer que tuviera esa confianza en mi pero muy en el fondo sabía que era por necesidad. La había extrañado tanto. Mire su carita desesperada y besé su barbilla.
Deslizaba con cuidado mis dedos sobre su clitoris y trataba de asimilar la humedad en la que se inundaba.
Mi ereccion estaba presente.

-Baby. Gimió bajo e intentó tocarme pero no podía permitirlo. No por que no sabía todavía que hacer, como resistir a no eyacular sin que ella estuviera totalmente satisfecha.
Besé sus labios perezosa y moví mis dedos con rapidez. Camila comenzó a respirar pesado y cerró sus ojos.
La miré.
Su piel enrojecida y mordía su labio inferior constantemente. Tratando de resistir.

-Lauren.

-Hmmm. Hice un asentimiento para no detenerme. No quería. Necesitaba sentirla llegar al orgasmo.

-Lauren. Soltó en un quejido. Abrió sus ojos y me sostuvo por los hombros.
-¡Lauren!
Por fin me detuve y puse atención para lo que iba a decirme. Besé sus hombros.
-Dios...tienes que hacerlo.

-¿Qué?

-Te necesito dentro.
Un escalofrío recorrió toda mi espalda, subió a mi cabeza y descendió justo en medio de mis piernas. Se puso más rígido si eso fuera posible.

-Yo....

-Tus dedos, se que no querras dar el siguiente paso.
Dijo suave y acarició mi mejilla. Algo tímida hizo lo que me pidió.
Pero no quería que fuera así tan simple. Otro ser se apoderó de mi por que me separé, hice a un lado las sábanas. Tuve la confianza de caminar hasta la puerta en un movimiento rápido. La bloqueé y regrese junto a ella. Camila sonrió ahora sentada. Y le pedí acercarse a la orilla de la cama. La besé con ternura.
Recorrí mis manos por su cuerpo hasta llegar a su ropa desordenada y quitarla lentamente. Miré sus pechos con tranquilidad. Las dos sonreímos y mientras besaba su cuello luche para quitar el resto de su ropa.

-Quiero...quiero hacerlo Camz.
Dije apenas. De verdad mi pene latía con mucha necesidad, a la vez me moría de miedo por no saber que hacer.
Cuando estuvo desnuda e hincada a la orilla de la cama, solo pude abrazarla. Soltamos un suspiró juntas.
-¿Camz?

-No va a ser así ¿Ok? Me dijo mientras sostenía mis mejillas y besaba suavemente mis labios.
-Sólo haremos esto y....esperaremos.
Asentí conteniéndome. Ella llevaba la razón, solo...haría lo que me pidiera. Era el centro de mi mundo ahora.
Ahora comprendía lo que era tener la mente nublada por sentir tanta excitacion.
La ayudé a recostarse en la cama y reinicié mis caricias en toda ella, disfrutaba sobre todo besar sobre sus pechos, masajearlos y tocar su punta con mi lengua. Estaba fuera de mi. Cuando me deje caer sobre ella y lleve mi mano hasta su centro, no supe cómo reaccionar. Estaba tan húmeda, era un desastre.
Besé sus labios y bajó su mirada hice lo que ella me pidió. Introduje dos dedos en ella y mi mundo dio un maldito giro.
Miré sus ojos cerrados, su gesto contenido y un quejido profundo salió de sus labios.
Era muy difícil de explicar.
Pero estaba dentro y me sorprendía la seguridad con la que me sentía.
Nadie iba a sacarme de ella, nada, con cierta culpabilidad pensé que ahora podía reclamar a Camila como mía. Para siempre.

-¿Quieres ser mi novia?
Pregunté cerrando los ojos y asimilando el calor de su cuerpo.
Camila asintió. Apretando sus párpados.
-¿Mía?

-Tuya.
Cerré los ojos y la besé.
Como si fuera una señal y con un poco de su ayuda comencé a mover mis dedos dentro.

COMO PROMETÍ. FALTAN ALGUNOS ASÍ QUE ESTÉN AL PENDIENTE. EXCELENTE MIÉRCOLES PARA TODOS ✨

CamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora