Camila
-Debería ir a buscarla. Dije un poco desconcertada. No entendía como Lauren se había atrevido a eso.
Con la vista pérdida en medio de la nada. Brennan simplemente se quedó callado asimilando que si éramos bastante tontas, nuestro problema siempre era la comunicación.
-¿Sabes que?-Llego la hora de que tengan sexo.
En medio de todo ese embrollo solté una risa. Probablemente eso solucionaría todo.
-Te puedo ayudar.
Negué de inmediato. Nos seguiría por ese camino aunque estuviera tan llena de frustración. Tan caliente todo el tiempo. Por dios, a estás alturas simplemente necesitaba un toqueteo sobre la ropa.
Decidí darme un baño y pensar que iba a hacer. En medio de todo ese calor y vapor, pude llegar a confiar en que mi plan iba a salir bien. Ella se mostraba receptiva a mi. Yo podía realmente persuadirla de volver conmigo, olvidarnos de lo qué pasó y darle un maldito beso.
Cuando salí por fin de la casa. Decidí pasar por algo de comida, sabía que Lauren estaría aún con la resaca y necesitaba alimentarse, hidratarse.
Brennan me había pasado la dirección nueva y sentía tan raro. Es decir, ya no era necesario estar entrando por una puerta de emergencia, ni justificar mi entrada en recepción si eso era necesario. Su padre no la vigilaría tan de cerca ¿O si? No entendía si confiar de lleno en que ellos estaban lejos de su hija.
En el fondo me dolía, me hacía sentir mal por que sabía que a Lauren le importaba.
Con duda, mire el edificio desgastado, al menos quedaba cerca de la universidad, no tendría problemas en moverse hasta allá, mire su auto estacionado a un lado y como destacaba de entre tantos que no eran tan elegantes. Parecía un lugar seguro pero me preocupaba.
Respiré profundo y miré a ambos lados. Había una pequeña cabina donde se marcaban los departamentos. Llame al de Lauren pero no contestó. Un chico alto recién salía.-Hola.
-Hola. Contestó algo grosero.
-¿Podrás dejarme pasar? Se encogió de hombros y dejó la puerta abierto. Recorrí las escaleras sin detenerme, al menos por dentro no era tan malo. Se respiraba solo un poco de humedad pero supuse que solo era estar acostumbrada a entrar el edificio lujoso donde antes vivía. No me la imaginaba ahí. Ubique su departamento y toque, no había timbre. Mantuve la bolsa con comida italiana apretada contra mi pecho.
Se escucharon pasos cerca y la puerta no tenía mirilla así que ella no iba a saber quien era.
Talló su ojo izquierdo para cuando abrió y tal vez esperaba ver a alguien más ahí. Según Brenn nadie más sabía donde se estaba quedando. Dejó su medio bostezo.-Cam....
-Ya se, debe ser una escena repetida. Hace meses había hecho lo mismo, la verdad no sabía quien hacía lo malo pero siempre estaba ahí para tratar de arreglar todo. Había sido yo, tratando de dejarla ser feliz sin complicaciones y me daba cuenta de que ella era lo suficientemente madura como para decidir sola.
-O un deja vu.
Se mostró con duda pero a pesar de todo, tomó lo que llevaba en las manos y me invitó a pasar.
-¿Brennan te contó?-Lo hizo. Se suponía que yo debía hablar. Disculparme o decirle que estaría bien después de alejarse de su familia. Pero en esa corta distancia lo único que quería era entregarme en sus brazos y apretarla contra mi.
-Iba a decirlo.
-No estuve con nadie. Dije torpemente. Miré el salón de forma distraída para no sentirme tan apenada. Las paredes necesitaban ser retocadas y noté como varios de los muebles no encajaban para nada ahí. Una pila de libros aún permanecía en el piso sin acomodar.
-¿Podemos sentarnos?
Asintió y me hizo un campo en el pequeño sofá.-¿Quieres tomar algo?
Negué.-No, prefiero hablar primero, mira, se que esto no será fácil de contar y...
Lauren tomó mi mano en su regazo. Me sentí bien al saber que necesitaba mi contacto como yo el suyo.
Le regalé una media sonrisa y notó el brillo en mis ojos. Me calmaba demasiado, ansiaba tanto tocarla.
-Tu padre hizo algo para meterme en problemas, me citaron en dirección un poco antes de que te decepcionara, iban a correrme de la universidad y poner en riesgo mi estadía aquí en el país, es complicado, el punto fue que yo inventé todo eso de engañarte para que tu te alejaras.
Lauren me miró sin comprender.
-Y funcionó.-Bastante bien. Dijo con pesar. Estaba enfadada podía percibirlo.
-Entonces no me equivoqué en hacer lo que hice, el también me advirtió que dejara lo que tenía contigo pero la verdad me sentía ahogada, fui a Seattle y pasé el tiempo con ellos antes de anunciarles que no haría lo que querían, no pienso sabotear mi felicidad solo por mantener la suya.
Apreté su mano orgullosa por lo que había hecho. Ahora si que necesitaba un vaso de agua. Algo que me hiciera dejar de sentir ese nudo de emociones en mi pecho, estaba aclarado. Todo y solo pensaba en saltar sobre su regazo para luego besarla y compensar el tiempo perdido.
No nos miramos por un buen rato.
-Tengo ganas de llamar a mi padre y decirle un par de cosas pero la verdad prefiero quedarme en paz con el, al menos de mi parte.-Lo se, no vale la pena.
-¿Porqué no me dijiste?
Preguntó seria.-Quería que estuvieras segura, quería evitar que pasarás por esto y mírate tonta.
Lauren soltó una risita y luego sujeto su cabeza con la otra mano. Seguía sintiéndose mal. Tenía señas de estar dormida por horas.-Te creí sobre engañarme y ahora no se, siento que valió la pena, no puedo seguir mintiendo sobre lo que soy.
Asentí sin comprender mucho, no era tan malo que le gustaran las mujeres pero de verdad su familia no eran para nada su apoyo.-¿Te gusta este lugar?
Negó rápidamente y parecía verse muy pálida. Quería decirme algo más.
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Camila
Fanfiction-Parece que la fiesta no es lo tuyo. Sus ojos cafés oscuros se encontraron con los míos y fue difícil volver a ser la misma. Nerviosa y con algunas palabras coherentes en mi mente, pude contestar. -¿Te conozco? Pregunté. Las olas del mar habían pa...