Cena

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Camila

-Me haces sentir tan incomoda cuando haces estás cosas mamá.
Reclame una vez en el auto, con el cinturón puesto y cruzada de brazos.

-Te advertí ¿Te parece muy maduro escapar?

-Necesitaba verla y ya.
Brennan carraspeó en el asiento de atrás. Como haciendo notar que no debíamos pelearnos frente a el. Pero estaba echando humo, me sentía tan enfadada y para colmo tenía que salir Lauren y empeorar todo ¿Qué esperaba?

-Te quitaré las llaves del auto, es solo una advertencia Camila, intento hacerte ver que es mejor hacer todo sin mentir, sin que escapes de la casa, pudiste avisarme.

-No aceptarías. Replique.

-Por supuesto que no, mira la hora y el lugar donde vive, es peligroso. Dijo enfadada y esperando a que yo no respondiera. Brennan sonrió incomodo en el asiento. Nos detuvimos fuera de su casa para que bajara.

-¿Porqué una cena? Pudiste no se, invitarla a que me visitara de vez en cuando.
No me despedí de mi amigo como debería, por mi mal humor. Mi madre arrancó a casa esta vez.

-Será una cena divertida.
Rodé los ojos y prefería quedarme callada. De hecho me negaba a mencionarle algo más por unos días.

Flashback

-Hola Lauren.

-Señora...

-Soy Alice, mira ahora mismo no es un buen momento para hablar con seriedad, solo no quiero que hagan este tipo de cosas.
Lauren se miraba tan nerviosa. Aún así solo asintió.

-Vámonos. Reclamé. Los cuatro nos quedamos callados por un rato.

-¿Porqué no vas a cenar a casa mañana? Preguntó mi madre. Lauren no iba a negarse.
Asintió y no pude contenerme. Caminé hasta ella para abrazarla y hablar en su oído. Mi madre entró al auto enseguida esperando a que yo terminara de confirmar el asunto de la cena.

-Te dije sobre quedarte arriba.

-Esta bien Camz.
Dijo con el cuerpo tenso y tratando de corresponder mi abrazo. Bese sus labios ligeramente y me aparté.

-No sabes lo que te espera mañana.

Fin flashback

Después de ese evento un poco desafortunado recuerdo llegar a casa y quedarme profundamente dormida al instante en que llegué a mi cuarto. Ni siquiera mire mi móvil por que seguramente tendría un mensaje de Lauren disculpándose.
Tuve un sueño extraño, demasiado, últimamente todos relacionados con ella.
Sobre sexo y sobre cosas que jamás pasarían por mi mente consciente.
Quizás por el tema de hoy había soñado estar en medio de la cena y tener a Lauren hincada en el piso pidiéndome algo tan serio.
Me había inquietado y tomado todo tan alterada. Que prefería ignorar los mensajes de Lauren para verme por un rato. Me negaba. El trato era que vendría hasta la noche.
Miré a mamá dar vueltas en la cocina, ella y abu preparaban algo realmente especial para cenar.

Lauren

Miré mi atuendo casual nuevamente en el espejo. No era sorpresa que Brenn estuviera observándome atentamente. Estaba nerviosa. No era una cena improvisada como hace meses cuando aparecí en su casa de sorpresa.
Además su madre estaba realmente preocupada por nuestra relación.

-Estás bien así. Sonrió Brenn por el espejo.

-Ya...¿Crees que con el vino este bien?
Asintió y se distrajo con su móvil.

-Las flores, recuerda.
Cuando faltaron 30 minutos para la hora. Salí del departamento y dejé a Brenn en la casa. Me deseó suerte y eso era una mala señal.
El conocía bastante a Alice y sabía que algo malo iba a surgir en las charlas. Estaba pensando que tal vez llevarlo a la cena era una buena idea.

Estuve puntual en la puerta y para mi tranquilidad fue Camz quien abrió.

-Por dios, estás preciosa. Dije sin poder evitarlo. Sonrió dulcemente y me engancho por el cuello para besarme. Aún cuando aplastaba el ramo de rosas que compré.

-¿Y esto?

-Son para tu mamá.
Soltó una carcajada.

-Lo dejaremos en que es para la casa, venga pasa.
Me ayudó a quitarme la chaqueta y la acompañé hasta al comedor donde ayudaba a poner los cubiertos. Me distraje mirándola. Ella de verdad se veía increíble con ese vestido corto en color azul pastel. Su cabello recogido en una coleta y sus zapatos altos.

-Mamá esta en la cocina ¿Te llevo para saludarla?
Asentí nerviosa. El ramo se había quedado en la estancia en un mueble, así que solo lleve en mi mano el vino que pude comprar. Tomé con la otra mano a Camz y a medio camino quise retirarla para limpiar el sudor.

-Buenas noches. Dije con voz débil. Camz soltó una risita baja. Entramos a la cocina interrumpiendo un poco sus actividades.

-Hola Lauren. Sonrió amable dijo dándose vuelta y sin dejar de vigilar algo en el horno. Ella lucía también muy guapa. Camila y ella eran demasiado parecidas.
No sabía si tenía algunas malas intenciones con hacerme sufrir durante la cena pero la cocina tenía un olor increíble.

-Sra. Extendí mi mano para saludarla y torpemente entregué la botella de vino.
-Gracias por la invitación.

-Pueden esperar en la sala mientras termino aquí.

-Puedo ayudar. Me ofrecí. Pero Camila me dió un apretón en la mano.

-No, es mi cena así que ahorita las llamo.
Suspiré profundo y Camz nos guió hasta la sala.

-¿Tu abuela está aquí?
Asintió pero antes de que pudiera decir palabra tuve sus labios en los míos, buscando un beso intenso. Yo no podía permitirlo, no quería tener la suerte de que nos mirarán de aquella forma en la casa. La separé con tranquilidad y bajo su queja.

-Cariño, solo...
Rodó los ojos.

-Esta bien, saludemos a abu, debe estar en el salón escuchando música o algo.
La seguí por unas escaleras cortas. El tiempo en esa casa fue breve hace un tiempo así que no reconocía hasta donde nos llevaba. Terminamos dentro de un salón lleno de libreros elegantes y un piano en medio. De fondo se escuchaba un poco de música.
At last de Etta James.
Camila levantó las cejas divertida.

-Ama escuchar música tan romántica.

-Me gusta a mi. Dije honesta. En particular esa canción. Así que en medio de sonrisas logre apretarla por la cintura e intente movernos al ritmo. Pero una carraspeó detrás nos hizo separarnos.

-Abu ¿Si recuerdas a Lauren?
Intenté mejorar el color de mis mejillas. Pero era imposible. Nos acercamos hasta donde estaba sentada.

-Claro, la ojiverde que te trae tan enamorada.
Camila se sonrojó esta vez y fue mi turno de parecer segura. Su abuela fue demasiado cariñosa al saludarme y sabía que podríamos conectar bastante bien.
Permanecimos casi una hora escuchando algunas canciones con ella, sentadas en una sala pequeña y con algunas anécdotas de su juventud.

NO PUEDE SER APENAS REGRESE. SEPAN JAJA QUE ME COSTO TRABAJO CON TODO EL CAOS DEL VIRUS DE VERDAD PERDÍ MI MENTE EN OTRAS COSAS. ESTUVE ESCRIBIENDO PERO MUY INDECISA SOBRE EL CAMINO QUE DEBE TOMAR LA HISTORIA. PERO AQUÍ TIENEN UN CAPÍTULO DESPUÉS DE TANTO. EXTRAÑE MUCHO ESTAR AQUÍ, DEBEN CONTARME COMO ESTAN USTEDES. DARME CONSEJOS DE LECTURAS, ACTIVIDADES, RITUALES Y MÚSICA. LO QUE HAYAN HECHO DURANTE ESTE TIEMPO.

CamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora