Lauren
-Mira esto.
Camila justamente volvía de la cocina con un plato lleno de fresas y yogurt.
No recordaba el momento en que ella comenzó a visitarme en el departamento o cuando era yo quién pasaba horas en su casa, claro en donde no vivían su madre y su abuela.
A pesar de las quejas de Brenn sobre nuestra amistad, había aceptado que tuviéramos tanta cercanía.-No amo las películas de ese género pero....
-Si ya se, te tocaba elegirla en esta ocasión. Dije quejándome. Su sonrisa se amplío y se acomodó en el sofá junto a mi. Pusimos play a la película y por unos minutos solo comimos fresas y helado. Ella se acomodó casi sobre mi, era demasiado cercana y a mi me gustaba, tenerla cerca, tocar sus manos, su cabello, sentir su fragancia en mi departamento. Por dios, me sentía dependiente, demasiado necesitada de su presencia en toda la semana, pasábamos demasiado tiempo juntas, tanto que Vanessa su amiga había dejado de hablarme tan amable. Bren llevaba días sin a hablar conmigo por horas como antes lo hacíamos.
Suspiré y ella soltó una risita.-¿Que te preocupa ahora Lauren?
Sin darme cuenta había dejado su plato casi vacío en la mesa de la sala y puesto pausa a la televisión. Me asustaba la forma tan completa en la que me conocía, en solo meses, podía leer mis pensamientos, todo lo que sentía.
La semana pasaba había descubierto sobre mi mal humor: por que mi padre se quejaba del tiempo que perdía yendo al cine o en la playa, claro, todo junto a Camila.-Nada.
Ella hizo un puchero y me hizo reír.-Lauren, debes contarme, se que algo te preocupa. Pasó sus dedos sobre mi entrecejo.
Sonreí un poco y finalmente rodé los ojos.-Brenn esta enfadado conmigo.
-¿Como sabes eso?
Sus manos sostenían las mías haciéndome realmente desconcentrarme.-No me ha llamado desde el miércoles y cada día que pasa no termina de...bueno, ustedes deberían decirme ¿Porqué no se llevan bien? ¿Porqué se odian?
Pregunte sin poder confesar el montón de cosas que contaba sobre Camila, bien, yo sabía quien era y a medida que la conocía más, tenía un único problema, podía salir con muchas personas, pero tenía miedo al compromiso, hasta donde estábamos, cada que tuviera un fin de semana libre, conocía a alguien, salía un par de veces y de la nada desaparecían. Camila era eso, una estrella fugaz y no un planeta para quedarse.
Era algo que me molestaba por supuesto pero yo era su amiga, solo podía opinar sobre tener cuidado con las personas y respetar su extraña manera de estar con alguien. Yo me sentía en ocasiones dolida por su actitud y solo aceptaba la realidad.
Resopló a mi lado.-Mira no tengo idea de lo que ese tonto piense de mi, me da igual y si tanto te preocupa entonces habla tu con el, dile que venga, cenen juntos y ya, yo me debo ir en un rato. No quise discutir, era un tema que no le agradaba.
-¿Que vas a hacer? Pregunte sin querer, ya lo sabía.
-Es Adam, me invito a una cena con unos amigos.
Sonreí y ella correspondió. Con un dolor agudo la mire retomar su asiento y dejar de tocar mis manos, solo siguió comiendo hasta que la película estuvo en el minuto 45.Camila
Me sentía mal, por muchas cosas. Realmente quería quedarme, pasar el resto de la tarde con ella, incluso la noche y no precisamente viendo películas, Lauren era la mejor compañía que podrías tener siempre, era tan cariñosa y me comprendía en totalidad.
Me asustaba seguir sintiendo esa atracción, mentirle y hacerle pensar que permanecía por ella y no solo para tener una oportunidad de aprovecharme en algún momento, quería probar sus labios y llevarla a la cama, quizás así por fin podría descansar de este deseo y alejarme.
Por eso Brenn me detestaba, sabía que muy en el fondo tenía una segunda intención con su amiga. El tema de el me fastidiaba, no sabía como decirle a Lauren el verdadero motivo por el que Bren no me quería.
Deje de lado mi mente y termine con mi comida, tenía que salir de ahí, Adam era mi conquista de hace dos semanas, guapo, alto y muy atento, estudiaba en la universidad y practicaba americano, un bombón, todos podían opinar lo mismo. Aunque sonara extraño, nada de lo que hacía en la cama me complacía, yo intentando salir con otras personas después de encapricharme con Lauren, era un desastre. Salía con más gente de lo habitual y solo para quitarme de la mente los ojos de Lauren, "mi amiga" por dios eso sonaba terrible.
Había tenido sexo con algunos y eso lo hacía peor.-¿Vas a quedarte aquí el resto del día?
Lauren asintió con un gesto extraño ¿Estaba molesta?
-Bien, debo irme.Apago la televisión y me siguió hasta la puerta donde teníamos que despedirnos.
-Te veo luego Camila, solo debes avisarme cuando estes en tu casa, sana y salva.
El beso en mi mejilla me llenó de sorpresa, ella nunca lo hacía. Sus labios suaves quedaron en mi mejilla como plasmados, aún después de alejarse podía sentir su piel contra mi mejilla.-Muy bien, gracias por verme hoy.
Sonreí y salí del departamento. Use mi móvil para comunicarme con Adam y citarlo un rato antes de la cena, necesitaba algo con urgencia.
Me tomó un par de horas estar lista y salir con el de la casa.
Estacionó frente a su departamento y como si alguien nos presionara, me llevó a prisa a su dormitorio.
Mi ropa y la de él había desaparecido en nada y terminamos haciéndolo sobre un sofá, demasiado rápido y soso.
Necesitaba irme y cortarlo de una vez, no tenía ganas de ir a la cena ni de verlo de nuevo.
Llegué a casa más temprano de lo esperado y por fin revisé mi móvil para mandar un mensaje.~Estoy en casa por fin, espero que estés descansando ya~
No tardó nada en contestar y con una sonrisa me dejé caer en la cama, pensando en darme un baño antes de dormir.
~Eso es bueno Camila, yo pensaba permanecer en el depa pero una amiga ha venido por mi para salir, deberías dormir te envío mensaje mañana, descansa~
¿Qué? Salte de la cama como un resorte y leí el mensaje de nuevo, creo que lo hice más de tres veces. Lauren había salido con alguien, se suponía que ella no salía, ella...
Gruñí enfadada y dejé caer mi móvil al piso.
¿Porqué me enojaba tanto saber eso?
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Camila
Fanfiction-Parece que la fiesta no es lo tuyo. Sus ojos cafés oscuros se encontraron con los míos y fue difícil volver a ser la misma. Nerviosa y con algunas palabras coherentes en mi mente, pude contestar. -¿Te conozco? Pregunté. Las olas del mar habían pa...