Camilla
Había perdido un poco la esperanza pero Lauren me sorprendió demasiado al entrar silenciosa a mi dormitorio. Por primera vez no sabía que decir, si se trataba de otra persona ya habría hecho algún mal trato o quizá gritar que un ladrón había entrado a la casa pero en su lugar quería escucharla hablar o explicarme algo.
No entendía por que quería escucharla decir que rechazaba la idea de estar con alguien más y que odió ese beso tanto como yo.
Cuando nuestra mirada se encontró, mis nervios crecieron y mis latidos aumentaron de intensidad.
Eso era mucho cliché. Mire de cerca y aun en medio de la oscuridad su ropa estaba un poco desalineada por subir el árbol, apretaba en su pecho un osito y una caja pequeña. Lo dejó en una sola mano para comenzar a hablar.
Mientras la escuchaba quise preguntar directa. Y ella aclaró mi mente en segundos. Bastaba con tenerla cerca.
Me asustaba. Lauren me daba tanto miedo que querría huir pero las ganas de tenerla cerca siempre si ganaban. Era como una competencia.
No sabía quién era yo cuando Lauren estaba conmigo.
Olí su aroma por mucho rato y se sentó justo a mi lado. Hombro con hombro. De repente me dió frío otra vez, aunque cerrara la puerta del balcón, en ese momento una extraña sensación me recorrió. Como un escalofrío y ella lo notó.
Se había quedado callada después de que cayó en cuenta de que había subido realmente por el árbol. Me aterré también por ella. Pudo caerse o algo.
Me giré y ella me miraba, no me perdía de vista. Me gustó su atención.-¿No te hiciste daño?
Sostuvo los regalos en su regazo y busco en sus manos.
Luego me mostró una pequeña herida en uno de sus dedos.-Estoy bien, eso creo.
Tocó su pecho. Sorprendida de seguir aún con vida. Lauren a veces era muy torpe.-Si estas bien. Me creyó y por fin sonrió. La miré. Fue mi turno de apreciar su perfil y esa sonrisa que me encantaba.
-Tienes frío. Afirmó. Yo solo la miré. Con timidez colocó una de sus manos en mi brazo y lo movió un poco para darme calor.
-¿Lauren?
La llamé cuando busco por el dormitorio con que cubrirme.
Sus ojos verdes de nuevo estuvieron en los míos.
Con mi corazón en un puño y con dudas todavía.
-¿No vas a darme el regalo?
Algo torpe asintió y me entregó el osito con la caja de chocolates, lo noté una vez cerca.-Es lindo. Lo sostuve frente a mi.
-¿Crees que podamos seguir? No quiero que estes molesta por lo que paso.
-¿No vas a besar a otra chica?
Negó de inmediato.
Tomó mi barbilla con mucha timidez.-Solo quiero besarte a ti. Dijo con un suspiro y me hizo sonreír abiertamente. No pude evitarlo y como si fuera una actividad usual en una pareja real. Me incliné para poner un beso en sus labios. Coloque mis manos en sus hombros y ella de inmediato me envolvió por la cintura. Un pico y luego dos. Dios. Eran tan suaves.
Lauren dejó mis labios y beso mi mejilla. La distancia fue corta pero mi nariz rozaba con la suya. Sus ojos tenían un brillo y por minutos me vi reflejaba en ellos. No debía pelear con nadie, tenía a Lauren, era lo que quería.
No podía dar un paso atrás solo por no entender lo que me hacía sentir, lo que me hacía ser mientras estaba conmigo. Besó mi nariz con ternura.-Lo siento, me encargaré de no hacerte enojar. Asentí embobada y acepté el abrazo que me dió. Estuvimos un buen rato así, mi cuerpo recargado con el suyo, mi cabeza en su hombro y sus brazos alrededor mío. Solo respiraciones pesadas.
Para mi mayor preocupación no deseaba moverme de ahí, mi cuerpo no deseaba llevarla a la cama, solo quería quedarme así y sentirme tan acogida en sus brazos. Cerré los ojos y creí quedarme dormida en cualquier momento.
Pero su móvil comenzó a sonar. Yo me separé de golpe y me puse de pie. Ella cogió el móvil nerviosa.-¿Brenn?
Estuvieron charlando algo y finalmente colgó.
-Debo irme, Brennan dice estar agotado de esperar en el auto.
Asentí colocando mi cabello un poco en orden. Miré los regalos en el sofá y luego a Lauren sin saber que más decir.
Casi la miré sonrojarse cuando me recorrió por completo. Mis piernas estaban desnudas, cuando miré abajo me di cuenta de que la playera se había subido más de lo normal y mostraba mi ropa interior y parte de mi abdomen. Por eso me miraba tanto. La reacomode y aclaró la garganta. Caminó a la salida y por accidente topó con la mesa de noche casi dejando caer la lámpara. Yo reí bajo.
Indicó la puerta corrediza.
Se iba a ir, esperaba a que dijera algo o me diera un beso de despedida, de todas formas iba a buscarme mañana. No quería que se sintiera tan incomoda al verla recorrerme por completo. Me gustaba que me mirara.
Salió y no cerró pero la vi dudar sobre como iba a bajar.
Salí de mi ensueño y caminé a prisa hacía donde estaba decidida. En ese momento ella retrocedió y chocó contra mi su espalda. No fue lo suficiente, en realidad Lauren había hecho algo muy malo.
Me pisó el pie y yo quise gritar. De la nada me estaba ayudando a entrar con un dolor en mi dedo pequeño.-Por dios, lo siento Camila, de verdad ¿Crees que deba traer hielo o algo?
Yo estaba descalza y de verdad no le deseaba ese mal a nadie. Apreté mis labios cuando estuve en la cama y ella intentó dar un masaje para aliviar mi dolor. Quería reír también.
Después de un rato el dolor era sordo, muy leve y ella dejo de verse tan preocupada. La miraba divertida.-¿Ibas a bajar en serio por el árbol?
-No había otra forma. Dijo bajo.
-Por la puerta Lauren, como todo el mundo. Ella por fin dejo salir una risita. Miró mi dedo y se detuvo.
-¿Esta completo verdad?
Asintió.-Dios, odio ser torpe cuando estoy cerca tuyo. Sobó su frente y se quedó sentada junto a mi en la cama.
-Te acompañare a la entrada principal, solo debes ser silenciosa.
-¿Segura que puedes?
-Si, no es para tanto, solo esta un poco adormecido.
Se movió por mi dormitorio para buscar unos zapatos. Yo le indique donde estaban mis pantuflas. Rió bajo al ver a Bob Esponja en ellas, tenían su forma.
Tomé su mano para salir una vez pude estar de pie. Pero tiro de mi mano suavemente y tomó mi cintura. Dejó un beso tímido en mis labios.-¿Quieres ser mi novia?
Preguntó con los ojos cerrados y mordía sus labios nerviosa. Mi mente estaba invadida de muchas cosas. Quería decirle que si. Pero una sensación de pesadez me obligaba a pensar más en lo que debía decir.
La miré. Estudié cada parte de ella y no dejé que me soltara. Por supuesto que no sabía las consecuencias en ese momento pero después de mucho tiempo, demasiado desde la última vez, me dejé llevar por lo que sentía.
Trate de controlar mis latidos.
Admiraba cada cosa de ella, era ese tipo de chica guapa pero inteligente, normalmente envuelto en un papel académico, con dulce mirada y una seguridad que quedaba en lo suelos cuando se trataba de ligar con alguien, seria y responsable, ahí estaba preguntándome eso. Estaba nerviosa y tal vez un impulso de unas horas. Parecía que yo la obligaba a actuar de esa forma pero la realidad era que Lauren de verdad estaba actuando por lo que sentía. Era la primera vez que se sentía así y yo le creía. Quería comérmela a besos.-Si quiero, Lauren.
Abrió sus ojos. Y yo me quedé hipnotizada. Tal vez por su mirada particularmente verde, por su tacto o por el beso tan dulce que me estaba dando.
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Camila
Fanfiction-Parece que la fiesta no es lo tuyo. Sus ojos cafés oscuros se encontraron con los míos y fue difícil volver a ser la misma. Nerviosa y con algunas palabras coherentes en mi mente, pude contestar. -¿Te conozco? Pregunté. Las olas del mar habían pa...