Camila
Mi mañana había iniciado interesante. En la madrugada había sentido mi cuerpo entumecido. Me sentía relajada, Lauren había sido realmente dulce y por ratos me sentía muy segura de lo que estaba haciendo. Luego la miré esta mañana.
Estaba saludándome con un mensaje de buenos días, ofreciéndome ir a casa por mi, traerme a la uni, con un jugo de naranja delicioso para comenzar y una sonrisa muy alegre.
Así era ella, muy única e impresionante cuando se lo proponía. Comprendí por que había caído en darle el "si" horas antes, solo me miraba con esos hermosos ojos y sonreía. Me convencía de todo.
Era tan diferente con el resto del mundo y tan tierna conmigo.
Tenía esa imagen de chica inteligente y metida en su mundo pero cuando se trataba de querer a alguien, era muy complaciente, pero con un límite. Algo perfecto. Pintaba todo para bien.
No sentía culpa por que muy en el fondo de mi, quería que esto funcionara por un tiempo, estaba segura de que se me pasaría, podría gustarme tanto ahora pero esperaba que en unos meses me olvidara de ideas románticas.
Iba a convencerla rápido.-Estamos. Dijo al regresar del desayuno. No había tomado mi mano para caminar pero sabía que estaba a mi lado. Creí que aún no tenía esa confianza y era un tema del cual debíamos hablar. No era que en la universidad fuera mal visto, dos chicas, pero tenía una leve sospecha de que Lauren no quería ser tan abierta con nuestra relación. Para mi no pasaba nada. Desde que estuvimos tan juntas, había muchas miradas sobre nosotras. Entendían que algo pasaba.
Me regresó el pequeño portafolio con el que me ayudó.
-Gracias baby ¿Te veo en dos horas? ¿Esta bien?
Asintió. Y para mi sorpresa se inclinó para darme un beso en la mejilla.-Te esperaré en el estacionamiento.
Fue mi turno de corresponder con un corto abrazo y entré a la sala.
Recordé el momento incomodo durante él desayuno.Flashback
-Simplemente genial, ahora me has robado a mi amiga, desde hace unas horas siento que deje de existir para ella, solo te ve a ti, paso por ti y solo por ti.
Brennan estaba molesto, en realidad todo era verdad tal vez Lauren estaba tan entusiasmada que olvidó por completo que cada mañana pasaba por su amigo para venir a la clases.
El se cruzó de brazos y esperó inquieto a que mi novia entrara por la puerta. Sonaba tan extraño decirlo, tenía mucho tiempo sin estar en una relación. Y aquí venía.
Ella cruzó la entrada para buscarnos. Sonrió levemente y caminó hasta nosotros.
Saludó a Brennan y luego se sentó a mi lado.
Por debajo de la mesa acaricié su pierna para llamar su atención. Le señalé a Brenn con la cabeza, estaba particularmente callado.-¿Como van sus clases?
Preguntó dudosa. Brennan levantó la vista de su café y luego entrecerró los ojos.-¿No olvidaste algo en la mañana?
Reclamó. Lauren puso cara de pena de inmediato.-Dios...Brenn, lo siento de verdad, yo....
-Claro, ahora que sales con alguien te olvidas de mi. Dijo entre dientes. -Pudiste avisarme y no llegar tan tarde a clases.
Solté una risita inevitable.-Los llevare a los dos y prometo que no pasara nunca más ¿Esta bien?
Brennan ignoró que intente molestar, sonrió sin querer a su amiga y extendió la mano de paz, sentí el cuerpo de Lauren relajarse por completo y puso más atención a mi caricia. Aclaró su garganta.-Y también quiero jugo por las mañanas. La molestó. Lauren me miró un poco apenada. Ahora sabía o entendía de alguna forma que Brenn estaba siendo muy apegado a mi. Le había contado detalles de la noche y de la mañana apenas llegó a sentarse conmigo.
Me encogí de hombros y sonreí. Lauren dejó un beso muy lindo en mi hombro y desayunamos sin más tensiones.Flashback
También un hecho era que Lauren y yo no nos habíamos besado en lo que iba del día, y no es que muriera de ansiedad por hacerlo, pero...
Bien, si había un poco de urgencia y mi mal humor tal vez afectaba al resto, Vanessa tenía la pregunta del día, sobre Lauren y yo, pero no quise darle detalles de nada.
En fin, me hubiera gustado besar a Lauren hace un rato que se despidió para ir a su otra clase.
Al llegar por mi, mi abuelita estaba afuera de la casa saludando a la vecina, Lauren había dado un corto saludo un poco avergonzada y después de ayudarme entrar, darme el jugo sonriendo y asegurarse también, arrancó sin decir más. En los altos sólo sonreía hacía a mi. Nerviosa. Cuando pensé que sucedería fue en el estacionamiento, pero antes salir, fue un grupo de chicos lo que nos impidió darnos un beso.
Yo solo salí del auto y ella me siguió. Nos despedimos en el pasillo con una caricia leve en la mano y una sonrisa.
Cerré los ojos cansada y me recargué en la silla. Estaba cansada de repasar toda la noche, la mañana, y sonreír como una tonta.-¿Porqué estás tan distraída?
Preguntó Vanessa una vez llegamos al tocador por el pasillo.-Solo pienso y ya.
-¿Debo saberlo?
Negué y entré al baño para hacer mis necesidades.
Lavé mis manos y arreglé mi cabello. Estaba decidida a obtener un beso de Lauren en los siguientes minutos.
Era mi novia y podía hacerlo. Pensé.
Tomé una distracción de Vanessa para dejarla con unos amigos hablando y yo salí de edificio donde tomaríamos la última clase del día. No me quise desviar para dejar mis libros en el casillero así que cargaba un poco fastidiada.
Lauren solía pasar muchas horas en la biblioteca, caminé para allá. Entré, deje mis cosas y me registré para entrar en silencio. Recorrí las estanterías de libros hasta el último rincón donde acostumbraba quedarse a leer.
Sonreí al verla.
Para mi fortuna estaba sola. Miré a los lados en busca de alguien.
Lauren estaba muy concentrada así que no me notó hasta que llegué por detrás del sofá y envolví mis manos en su cuello.-Camila, me sorprendiste. Se quejó bajo. Yo la solté para sentarme en el reposabrazos y me quedé mirándola fijamente.
-Pensé que tendrías una clase en...
Miró su reloj de mano. -5 minutos.
Sonreí coqueta. Ella por supuesto lo notó y supo que tenía otras intenciones.-Escapé, pero regresare a tiempo, es solo que mi novia me debe algo desde la mañana.
Guiñé. Se quedó callada y ahí sentadas, fue imposible perder su mirada. Nos acercamos tan lento que pude notar esas pequeñas manchitas que tenía en su nariz. Lauren suspiró y luego tocó mis labios con paciencia.
Mis manos habían ido detrás de su cuello y ahora no había manera de separarnos.
Apretó sus labios con los míos por un buen rato. Con movimientos suaves hasta que nos hizo falta respirar.
Yo no quise parar ahí. Volví a tomarlos y esta vez use mi lengua para separar sus labios y entrar.
Ella no pudo pensar así que el beso avanzó a otro nivel. Mi lengua dejaba un masaje en la suya y había un sonido particular en el ambiente.
Sus manos no sabía donde estaban pero mientras siguiera respondiendo al beso todo estaba bien. Aunque deseaba que se atreviera a llevarme a su regazo y me apretara por la cintura.
Un ruido sordo de algo cayendo nos hizo separarnos.
Miré a los lados pero al parecer solo había sido el móvil de Lauren que tenía en las piernas.
La miré. Ella intentaba levantarlo y sus mejillas estaban enrojecidas.
Lauren besaba tan bien, que era imposible no corresponder, no querer más y pensar tener esos labios tan tiernos en otras partes de mi cuerpo. Era mi novia, podíamos hacerlo.
Quería que fuera así. Rápido pero con ella no podría lograrlo, la conocía.
ESTÁS LEYENDO
Camila
Hayran Kurgu-Parece que la fiesta no es lo tuyo. Sus ojos cafés oscuros se encontraron con los míos y fue difícil volver a ser la misma. Nerviosa y con algunas palabras coherentes en mi mente, pude contestar. -¿Te conozco? Pregunté. Las olas del mar habían pa...