No pasaba nada

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Camila

Tuve que quedarme ahí y mirar la forma tan extraña en que Lauren había reaccionado, todo había ido increíble, el beso tenía por definición cómo perfección.
Ella tenía unos labios tan suaves como siempre había fantaseado.
Una vez los probé no pude detenerme, necesitaba sentirla de nuevo, quería que pasara algo más. Pero, mierda, Lauren huyó de la nada, sus mejillas estaban enrojecidas a un color que no conocía y bueno, tal vez era por la forma tan intima en que quería sentarme y acercarnos del todo.
Este era un buen paso, ahora debía convencerla de que no pasaría nada malo, que estábamos bien.
Dejé de rozar mis labios con los dedos y caminé hacía la puerta del baño, donde se había encerrado, no se escuchaba nada, ni su respiración.
Toque dos veces y no obtuve respuesta.

-Lauren. Dije en tono bajo.
-¿Quieres que me vaya?
Pregunte. No iba a irme aunque me lo pidiera, debía hacer que todo fuera por el camino de normalidad. Lauren podría reprocharse bastante el increíble beso que nos habíamos dado, por la amistad que supuestamente estaba entre nosotras. Podría fingir irme para obligarla a salir.

-No es necesario, ya casi salgo. Dijo con voz tímida.

-Bien.
Sonreí y me dejé caer de nuevo en la cama viendo hacía el techo.
La puerta se escuchó de nuevo y Lauren salió se miraba menos tensa pero todavía con un gesto de inquietud. Observe su pijama corta, no la había notado hace un rato.
Mi corazón seguía latiendo igual. Me senté y ella se quedó de pie frente a mi.
-Ven aquí.
Sin dudar camino para sentarse a mi lado y suspirar al mismo tiempo que yo.

-Lau...

-Cam...

Intentamos hablar al mismo tiempo.

-Dios, dejemos esto pasar ¿Te parece?
Dije quitándole interés pero la mirada de Lauren me hizo retirar esa idea de inmediato. Parecía sentirse culpable.

-No lo creo Camila, esto...bueno, somos amigas.

-Ya lo sé, no me disculpare, de verdad que lo he disfrutado, podemos dejarlo pasar, fue una experiencia y nada más ¿Listo?
Lauren por fin asintió.
-Mejor hay que dormir ¿Estas bien?

-Si. Dijo quedándose callada y comenzando a arreglar la cama para acostarnos.

Lauren

Mi dios. Tenía el suficiente tiempo en el baño. Iba a resultar extraño que aún me quedara dentro, debía enfrentar lo que sea que viniera.
Mi corazón se había calmado también aunque seguía sintiendo la suavidad en mis labios aún, con un latido leve y un poco hinchados. Me miraba en el espejo tratando de calmar a alguien más allá abajo. Lo estaba logrando de a poco y no podría salir hasta que todo estuviera en su lugar. No sabía que iba a decirle.
Tampoco estaba segura de si aún iba a estar afuera.
Cuando no tuve respuesta a nada, sonreí como una loca.

Luego vinieron esos toques en la puerta, su voz. Necesitaba salir y dar la cara, tratar de actuar de forma madura y punto.
Cuando me anime y le asegure que saldría, quite el seguro de la puerta.

Bien, ahora no podía dormir, hacía como 30 minutos que había apagado la luz del dormitorio y ella permanecía dormida al otro lado de la cama, la corta luz que entraba por la ventana me hacía distinguir su cara.
Dormida, se miraba realmente hermosa. Agradecía al cielo que ella pudiera actuar normal después del beso, por que si no, no hubiera sabido que hacer. Era mejor dejarlo pasar, no analizar nada, tal vez contarle a mi amigo Brenn que necesitaba hacer, que significado tenía aquello.

Podía gustarle a Camila, o tal vez solo lo hacía por curiosidad o solo fue la cercanía del momento.
Yo estaba segura de que no iba a olvidar ese beso jamás. Para mi había sido especial, era con ella y el primero que le daba a una chica.
Mis mejillas enrojecieron, esperaba no verme tan inexperta y torpe durante el beso.

Camila

Suponía que ella estaba dormida, solo se escuchaba su respiración y quería darme la vuelta para mirarla, lo quería pero una parte de mi se negaba ¿Para que quería mirarla? No necesitábamos apresurar esto, ya veríamos nuestras opciones más adelante, tal vez besarnos de vez en cuando, que ella comprendiera que no se trataba de algo serio, algo casual que pasaba.
Yo había tenido una relación así, con una amiga en Colombia, después de unos besos y tener sexo una noche, nuestra amistad había sido la misma. Nada de compromisos ni sentimientos guardados.
Esperaba que Lauren pudiera reaccionar así, por que después del beso solo me incitaba a todo lo demás.

Me quedé dormida sin querer y luego un ruido molesto me hizo abrir los ojos a la mañana siguiente, desperté confundida y me moví en la cama.
Estaba sola. Lauren brillaba por su ausencia y solo quedaba el espacio vacío. Miré hacia el baño pero estaba abierto, no estaba ahí.
Con un poco de pereza me puse de pie para hacer mis necesidades e ir a buscarla por el resto del departamento.

-Hola, buenos días.
Dijo sus voz dándome un corto susto, desde la cocina.

-Hola Lauren ¿Como dormiste?
Se encogió de hombros y movió lo que tenía en la estufa, se había duchado y vestía ropa casual, podría observar su culo en jeans apretados. Sonreí. Lauren podría verse realmente linda a todas horas. Sus ojos verdes un poco enrojecidos por el sueño y su piel limpia.

-Bastante bien, espero que tu también ¿Porqué no vas a arreglarte? Luego vienes a desayunar, ya casi lo tengo.
Asentí con una sonrisa y regresé al dormitorio para tomar un baño. 20 minutos después desayunábamos viendo una película en la televisión.
Mi móvil comenzó a sonar, sabía quien era, mi madre y seguramente dispuesta a matarme por no llegar a dormir a la casa, ya tendría tiempo de explicarle.
Contesté disculpándome con Lauren y me alejé a la otra parte del departamento. Mientras recibía un sermón, escuché el timbre de la puerta.

CamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora