Carta Número 47

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MARTES, 17 DE ABRIL DE 2018.

PAULA P.O.V.

Nada más terminar de comer me quedé con Chris en el sofá. Esta tarde quedaría con las chicas. A veces pensaba que estábamos demasiado tiempo juntos, al fin y al cabo ambos necesitábamos un espacio personal en algún momento del día. Eso me haría extrañarle más y tener más ganas de estar con él. Estaba sentada como los indios con Chris apoyando su cabeza en mis piernas, acaricié suavemente su melena y me acerqué a hablarle entre susurros.

— Nene. ¿Quieres dormir?
— Ven aquí 

Me acomodé en el sofá y él se tumbó sobre mi abdomen. Lo acariciaba a medida que yo jugaba con su melena y de a poco iba cerrando sus ojitos. Besé sus labios y dejé que durmiese un rato junto a mí. 

Pasados quince minutos yo caí dormida también y no logré despertar hasta una hora y media después. Me levanté con cuidado de no despertarle, me agaché quedando frente a él y fui dándole besitos por toda la cara.

— Mmm bebé
— Despierta ya pandita
— Un poquito más
— Venga. Que luego las chicas me dicen tardona
— Lo eres nena. Acéptalo
— Oye. Encima que estoy contigo
— Yo te quiero
— Cosita bella 

Aferré mi boca a la suya hasta que el aire nos pidió paso, tuve que separarme de él pero sentí como su cabeza se apoyaba contra la mía mientras jugábamos a chocar la nariz en pequeños besos de esquimal.

***

Unas horas más tarde había quedado con las chicas para ir al cine y cenar fuera. Hoy quería contarles la noticia antes que a los demás así que no esperaría mucho para hacerlo. Mientras hablábamos de mil temas las interrumpí para que me prestasen atención.

— Chicas
— ¿Qué pasó?
— Nada Idalia
— ¿Entonces Pau?
— Quiero contaros algo Nat
— Ya tardas nena
— A ver. ¿Os acordáis que ayer fui a hablar con la Srta. Gómez?
— Sí. ¿Qué dijo?
— Pues chicas. Siento informaros de que mi libro ya tiene fecha de publicación en librerías 

Tras aquella noticia las chicas quedaron en shock. Pensaban que era broma pero estaba hablando completamente en serio. A parte de todo aquello tenía una sorpresa más para todos, pero eso se lo enseñaría mañana.

— Oye. Mañana no tenemos clase. ¿Qué os parece si vamos a la cabaña de la montaña?
— Dale. ¿Avisamos a los chicos?
— ¿Les llamo?
— Sí, chicas. Carmen, Mile, relax que Zabdi y Erick irán
— Tonta
— Oye que yo quería avisar a todos, no solo a Zabdi
— Seguro Carmen. Seguro
— Bueno ya. Sigamos cenando 

Una vez que terminamos pasé por casa de Chris. Tenía que darle la carta de hoy y quería ver su cara al aparecer en su casa sin avisar. A veces se sorprendía demasiado y a mí me encantaba verle antes de irme a dormir.

CHRISTOPHER P.O.V.

Durante toda la tarde quedé con los chicos. Paula estaría fuera y yo necesitaba distraerme del tema de mi padre, además hacia tiempo que no nos divertíamos como niños pequeños. Primero estuvimos jugando a la play y haciendo covers de algunas canciones que siempre escuchábamos. Cerca de las diez pedimos unas pizzas para cenar y los chicos se fueron en cuanto acabaron.

Ahora me encontraba con el pantalón del chándal en el sofá, buscando alguna película buena para ver mientras Paula terminaba y me avisaba que había llegado a casa. La mayoría de las noches la llamaba antes de dormir, y si no era así lo hacía ella misma. Sin esperarlo llamaron a la puerta, miré a ver quien era y solté una pequeña risa al tenerla ahí enfrente.

— ¡Buenas bonita!
— Te extrañé 

Agarró mi mejilla acercando sus labios a los míos y por unos minutos la aferré a mi cuerpo buscando una guerra entre los dos. Conseguí separarme única y exclusivamente por la falta de aire, porque de no necesitarlo me hubiese quedado así. Miré sus ojos juntando nuestras frentes y ella simplemente rió dejando de nuevo pequeños besos en mis labios.

— ¿Qué pasa nena? Estás muy feliz
— Tengo que darte esto y decirte que mañana nos vamos a la montaña y allí os tengo preparada una sorpresa
— Gracias por la carta bella. ¿Qué sorpresa? Eres mala. Ahora seguro ya no me cuentas
— Mañana te digo bello. Solo vine a darte eso. Me voy ya. ¿Sí?
— ¿Me besas un poquito más?
— Tonto, como voy a negarme a eso 

Sujeté su cintura con fuerza y empecé a besarla sin prisa, mordía sus labios y mi lengua luchaba contra la suya. Minutos después se separó de mí mordiendo mi labio inferior, le impedí que se alejase y le robé un último beso.

— Ya me voy nene. Buenas noches
— Buenas noches linda. ¿Me llamas
— Te llamo. Léela ahora y me cuentas
— Lo haré. Descansa
— Igual tú, bello. Adiós
— Hasta mañana 

Me despedí con unos cuantos besos más y en cuanto se fue abrí la carta.

«¡Bello!

Hoy tengo que contarte algo, bueno en realidad te voy a decir una pequeña parte.

La Srta. Gómez me estuvo hablando ayer de algo más relacionado con el libro que me dio la semana pasada. Respecto a eso mañana te contaré más junto a todos.

A parte de todo esto. Vengo a enseñarte una foto nueva, una de las muchas que tengo tuyas en la sala de música. ¿Sabes? Estoy orgullosa de ti y de que puedas ir a Miami a demostrar tu talento. Siempre lo digo y es que es cierto, lo más bonito que tienes es cantar contando historias y transmitiendo. Se te ve en la mirada, en tus expresiones, lo sientes de verdad mi chico lindo y eso es lo más importante. Recuerda tener siempre los pies en la Tierra y ser feliz contigo mismo.

Atte. Tu chica bella.»

Vi aquella fotografía y recordé que fue una de las primeras veces que entraba en aquella sala. Estaba probando una de las canciones que más me gustaba ensayar y realmente me sentía bien ahí.

▼Vayan a comentar que les pareció esta carta. Gracias por todo bellas. ¿Que creen que pasará?▼

Cartas a un desconocido [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora