Cartas a un desconocido [TERMINADA]

Carta Extra 1

JUEVES, 31 DE MAYO DE 2018

PAULA P.O.V.

Último día en la universidad hasta dentro de tres meses.

Hoy terminaban las clases y como el año anterior, este también hicieron la fiesta de fin de curso. En nuestro país no se hacían los típicos bailes prom que hacen en América, aquí simplemente se hacía algo parecido a un festival.

A comienzos del día había una pequeña misa y un teatro de algunos alumnos con actuaciones y exposiciones de distintos tipos de trabajos realizados durante el año y en la noche, para finalizar el día, se alquilaba un local irse de fiesta.

En nuestro caso reservamos las últimas plantas de un hotel con azotea, en ella había una barra junto a sofás y una piscina. Un lugar perfecto para festejar toda la noche con música, alcohol y habitaciones para poder descansar después de estar en pie todo el día. Tras hacerles demasiados pucheros a los de recepción conseguimos quedarnos con todo el hotel para nosotros solos en vez de utilizar simplemente las últimas plantas, así podríamos disfrutar también del restaurante y los demás servicios del edificio con total libertad.

***

Por la mañana, para la misa y las actuaciones Chris se arregló con una camisa negra, unos vaqueros rotos en las rodillas y a juego de todo sus zapatos marrones con su nuevo look. Sí. Ayer en la tarde el muy maldito se fue a cortar el pelo y cuando le vi esta mañana quise matarle a la vez que me lo comía a besos. Su súper melena me tenía demasiado enamorada y la iba a extrañar, pero tenía que admitir que la carita de bebé que le hacía aquel nuevo corte y lo sexy que se veía con él no había nada que lo superase.

Por otra parte yo me vestí con algo sencillo y bonito a la vez, ya que lo más elegante, por así llamarlo, se dejaba para la noche. Mi conjunto para las primeras horas del día constaba de una blusa blanca con mangas caídas, unos shorts vaqueros y unas sandalias también blancas atadas a los tobillos.

Después de pasar la mañana con distintos eventos nos juntamos con los demás chicos y chicas a comer. Nada más tener unos minutos libres comencé a bromear con Erick y a darle celos a Chris con Richard mientras las chicas hablaban entre ellas, noté que se enfadó y se dio la vuelta sin mirarnos así que me acerqué abrazándole por la espalda y susurré en su oído un suave «Soy solo tuya, bebé» antes de besarle el cuello. Instantáneamente sentí sus manos agarrando las mías para que no le soltase y reí al verle hacer aquel gesto.

— ¿Solo mía?
— Solo tuya. No te pongas celosito
— No estoy celoso
— Eres mi celoso
— Pero solo tuyo
— De nadie más

CHRISTOPHER P.O.V.

Me giré y la aferré con fuerza a mi cuerpo mientras besaba su cabeza. Sentí sus brazos en mi cintura y la fuerza que hacía con ellos a la vez que cerraba los ojos dejando que acariciase su cabello.

— Te voy a extrañar nena
— Prometo ir el año que viene
— Solo serán unos meses. Haremos la cuenta atrás como la otra vez. ¿Sí?
— Ahora solo quédate así

Hice lo que me pidió y después de unos minutos más le pedí que me acompañase a casa. En ese tiempo preparé la maleta ya que el avión saldría mañana y hasta entonces nos quedaríamos en el hotel que habíamos cogido con todos los de nuestro curso de la universidad.

Pasadas unas horas al fin tenía todo listo y le pregunté qué ponerme para la noche. Ella a veces se quedaba observándome embobada y esa era una de las pequeñas y tímidas cosas que más me gustaban de su personalidad.

Finalmente me puse un traje completamente negro y cuando terminé nos dirigimos a su casa para que ella se cambiase. Cuando llegamos allí me quedé en su cuarto observándola mientras se cambiaba y pasada una hora salimos en busca de los demás para ir a cenar con todos los de la universidad.

Paula se arregló con un vestido azul marino, con la parte de arriba de encaje y la falda suelta junto a unos tacones del mismo color. El pelo lo dejo liso al igual que lo llevaba en la mañana y se maquilló de forma sencilla con algo de pintalabios granate y el eyeliner.

***

Durante toda la noche la pasamos disfrutando de la música, tomando alcohol pero con control y riéndonos de las miles de historias que contábamos entre todos. Estábamos por grupos y eso era obvio pero esta sería mi última noche en España y pensaba en aprovecharla al máximo con mis amigos y mi chica linda.

En uno de los momentos que estábamos hablando entre todos vi a Erick muy cerca de la piscina y llevaba unos minutos replanteándome si tirarle o no. En realidad sabía que si yo empezaba esto todos terminaríamos igual pero eso no me importaba así que sin pensarlo empujé a Erick al agua. No llegaron a pasar unos segundos y yo ya estaba en el agua, me giré, busqué al culpable de estar completamente mojado y vi a Paula riéndose a carcajadas.

¡Había sido ella! ¡Me vengaré de ella! Me acerqué al bordillo para pedirle un beso y cuando se inclinó hacia mí la agarré para que cayese conmigo al agua. Ella me maldijo de mil formas pero después simplemente me quedé besándola. Aquella pequeña guerra terminó en bailar en el agua y jugar como niños pequeños.

Nos fuimos de allí en la madrugada, sobre las 5:00 am. Iba de camino a nuestra habitación abrazando a Paula por la espalda y llenando su cuello y sus hombros de besos. Una vez dentro cerré la puerta y me quedé sujetándola junto a mí pegados en la pared, mis labios pedían no separarse de ella y su boca quería lo mismo. Mordí suavemente su labio inferior y fui empujándola despacio hacia el baño, tendríamos que ducharnos antes de meternos a la cama pero aquella noche terminamos haciendo algo más que eso.

Pasadas unas horas, después de disfrutar de mi última noche al completo con ella terminé besándola lentamente, sin prisa y satisfecho por todo lo que acababa de pasar. Me separé de ella y quedé tumbado a su lado, se abrazó a mi cuerpo y sus labios aún rozaban los míos jugando con ellos. Noté como se alejó de mí unos segundos cogiendo algo de la mesita, la miré extrañado y vi que tenía un nuevo sobre. Hacía ya un mes que me regaló la última y esto me recordaba a todos esos momentos de cuando la conocí. Instantáneamente abrí el sobre para leer la carta y ella quedó escondida entre la cama y mi cuello.

«¡Bebito bello!

Sí. Sé que hace un mes te dije que aquella sería la última carta pero hoy es un día especial y necesitaba escribirte.

Hoy es la última vez que te veré en todo el verano. Voy a extrañarte como nunca pero prometo que cuando regreses no te soltaré. Solo quiero disfrutarlo contigo y pedirte que lo pases genial en Loja, saluda a tu mamita hermosa y a tus hermanos, a Johnatan sobre todo, quisiera conocerle.

Mañana tal vez no quiera despedirme porque no me gusta hacerlo, simplemente iré a acompañarte y llenarte de besos antes de que te alejes de mí. Recuerda siempre que eres mi chico lindo.

Te amo bebé.

Atte. Tu chica linda.»

Al terminar con la carta miré la fotografía que la acompañaba y era de esta mañana. Después de ello observé su carita y parecía una nena pequeña, se acababa de dormir abrazada a mi cuerpo. Besé su cabeza y después sus labios antes de guardar con cuidado la carta. Despertó unos segundos y de nuevo junté mi boca a la suya, rocé mis labios con los suyos depositando aún más besos sobre ella y antes de separarme le di las buenas noches para abrazarla con fuerza. Tenía que disfrutarla ahora ya que mañana solo podría tenerla unas horas a mi lado y a partir de ese momento solo la vería por pantalla.

▼Esta primera carta extra es un regalo de agradecimiento para todas vosotras, porque sin vosotras esta historia no seguiría existiendo. Esta carta es del último día de universidad para Paula, Chris y sus amigos. Al día siguiente Chris se marcharía a Ecuador para pasar el verano con su familia y Paula se quedaría en España junto a la suya. ¿Qué os parece esta idea de hacer cartas extras contando algunos días especiales? Espero que os guste esta continuación del final de la novela, para el verdadero final aún queda un tiempo pero está cerca. Espero vuestros comentarios y opiniones sobre esta primera carta extra. Os quiero mis chicas bellas y siento el retraso.▼