Carta Número 46

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LUNES, 16 DE ABRIL DE 2018.

PAULA P.O.V.

Lunes de nuevo. Una vez más regresé a clases, estábamos acabando y hacer las prácticas de grabación y fotografía era de lo que más me gustaba. En uno de los intercambios la Srta. Gómez volvió a llamarme para ir a su despacho, me acerqué y jamás imaginé que aquello que me propuso fuese algo real. De verdad que quedé en shock y al reaccionar después de unos minutos le pedí algo personal, sinceramente lo dije sin pensar porque aquellas personas fueron quienes ocuparon mi mente en esos segundos de shock en los que caí tras la noticia, pero pensándolo bien ellos se merecían eso y más.

Regresé a clase y la mañana pasó tranquila, bueno, dentro de lo cabía. La Srta. Gómez me pidió que no contase nada y yo le pedí lo mismo, quería que fuese sorpresa cuando se lo contase. Intenté contenerme pero alguna que otra pequeña sonrisa aparecía en mi rostro sin controlarlo. Al salir de clase acompañé a Chris a su casa y me fui con Mile y Erick en el tren hasta la mía, intentaban sacarme información pero la guardaba con mil candados por si alguno de ellos lo habrían.

***

A media tarde quedé con Chris, las chicas ya sabían lo que quería hacer puesto que se lo conté unos días atrás y mañana se lo enseñaría. Durante todo el camino Chris no paraba de preguntar y yo le callaba con besos, intentaba enfadarse por no decirle donde íbamos pero su sonrisa siempre le delataba. Finalmente paré junto a una tienda de tatuajes, la conocía desde hace tiempo ya que me la recomendó mi prima y siempre había tenido en mente que quería marcar en mi piel cosas importantes de mi vida. Chris aún no se creía que fuese a entrar allí hasta que le cogí la cara por las mejillas, le besé y le conté lo que iba a hacer. Quería escribirme el nombre de mi hermana en la muñeca izquierda, ella era mi pequeño tesoro y sabía que pasara lo que pasase ella siempre estaría a mi lado al igual que yo con ella. Jamás podría dejar de cuidarla.

Al salir nos dirigimos al Starbucks para pasar allí la tarde. Una vez que llegamos Chris intentó de nuevo sacarme información sobre lo que había hablado con la Srta. Gómez. Tenía mil ganas de contarle todo, realmente intenté darle pequeñas pistas pero cuando lo pensaba me callaba antes de hablarle ya que sabía que le gustaría más conocer la sorpresa a su debido momento. Pasamos allí unas tres horas aproximadamente, al salir para regresar a casa Chris recibió una llamada y su cara cambio por completo. Odiaba cuando se ponía más pálido de lo normal y cuando su sonrisa se borraba por completo. Agarré su cara por las mejillas y le acaricié suavemente durante unos segundos.

— Nene... ¿Estás bien?
— Yo... Creo... Que sí
— ¿Quién era?
— Mi padre
— ¿Quieres contarme ahora?
— Sí, pero vamos a mi casa
— Vamos 

Agarré su mano con fuerza mientras caminábamos y unos minutos después nos quedamos en su habitación.

— Nena. No sé como me siento
— ¿Me cuentas?
— Llamó mi padre diciendo que finalmente se había separado de mamá. Llevaban tiempo distantes pero ella nunca me dijo nada. Y hoy me contó que se iría del país, tal vez a Canadá o Estados Unidos, para rehacer su vida. Lo único que me alivió fue que me permitió quedarme aquí y bueno, me costó asimilar toda la información pero supongo que ambos deben ser felices
— Hiciste bien nene. Dicen que si quieres a alguien debes dejarle ir, y ambos lo habéis hecho
— ¿Sabes? Le voy a extrañar. Ahora ambos estarán en América mientras yo estoy aquí en España
— Creo que te vendría bien pasar a visitar a tu mamá y a toda tu familia. Seguro te extrañan
— Gracias bella
— No es nada. Ahora sonríeme bonito. Me gusta que estés feliz
— Abrázame
— Ven pandita 

Le aferré a mi pecho y sentí como sus brazos rodeaban mi cuerpo con fuerza. Un par de lágrimas cayeron de aquellos ojos color café tan normales y a la vez tan distintos que solo él tenía, las quité de sus mejillas y le besé suavemente. Así pasamos cerca de una hora, era demasiado tarde y debía volver a casa. Una vez más él quería acompañarme pero me negué, necesitaba descansar y llamar a sus padres. 

CHRISTOPHER P.O.V.

A la mañana siguiente llamé a mi mamá nada más despertar, quería hablar con ella sobre papá ya que hacía tiempo no me hablaba de él. Pasada una hora terminé la llamada, sinceramente hoy no tenía ganas de ir a la universidad, estaba decaído y prefería quedarme en mi apartamento aislándome con mi propia música. A media mañana llamaron a la puerta, no esperaba a nadie así que supuse que sería alguno de los chicos ya que siempre aparecían de improvisto pero creo que me equivoqué.

— ¿Paula?
— Me tenías preocupada. Ni siquiera cogiste el teléfono
— Lo siento bebé. Pasa 

Sentí sus labios sobre los míos e instantáneamente sonreí sobre ella, la abracé con fuerza y caímos en el sofá. Antes de volverla a besar me paró sacando algo de su chaqueta, lo miré y se lo quité de las manos con prisa.

— Te debía algo de ayer
— ¡Carta! Gracias nena
— De nada lindo. Léela
— Ya voy

La besé y comencé a leer la carta mientras ella apoyaba su cabeza en mi hombro mirando aquel papel.

«Mi chico lindo.

Sé que ayer no fue de tus mejores días. A veces puedo descifrar tu mirada y sé que tuviste miedo cuando tu padre te dijo que se marcharía. ¿Recuerdas lo que te escribí en una de las cartas correspondientes a uno de los días antes de la audición? Te pedí que confiases en ti y que nunca creyeses estar solo, porque nos tienes a nosotros, a los chicos que son como tus hermanos, a tu hermano, tu mamá y el resto de tu familia que aunque estén en Ecuador siempre te apoyan, a las chicas, y por último a mí.

Tú confiaste en mis cartas, en seguir leyéndolas sin saber nada de mí, en conocerme. Tengo que decirte que he pasado por muchas cosas, pero ahora al menos tengo a alguien que esté aquí, a mi lado, haciéndome reír, apoyándome, enseñándome y sobre todo acompañándome. Aunque tú digas que estás solo yo te digo que no es así, que todos estamos juntos.

No lo olvides mi pandita. Ya es de noche y seguramente mañana leerás esto así que buenos días bonito. Hoy me quedaré contigo si te parece. ¿Quieres? Te extraño.

PD. Te viste demasiado hermoso este fin de semana.

Atte. Tu chica bella.»

Guardé todo en el sobre y vi como Paula me observaba. Dejé un suave beso en sus labios y le pedí que me esperase para salir a comer.

▼Nueva carta bellas. ¿Qué les pareció? Quedan pocas cartas para el final, será a fecha 30 de abril de 2018. Comenten que les pareció esta carta. Las quiero.▼

Cartas a un desconocido [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora