Carta Número 22

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VIERNES, 23 DE MARZO DE 2018.

CHRISTOPHER P.O.V.

Abrí rápidamente el último sobre mientras me sentaba en el sofá del salón a leerlo. Nada más hacerlo saqué la fotografía y sonreí al ver que era de esta tarde. La primera fotografía que me hacían sobre un escenario en medio de una actuación. La guardé en el sobre y abrí el papel donde estaba la carta.

«¡Al fin es el día Chris!

Seguro estarás nervioso, ya te conozco un poco y se te nota cuando te mueves mucho, seguro lo estarás haciendo. Debes estar tranquilo, ¿sí? Confía en ti y disfrútalo. Es tu sueño. Tú lo estás consiguiendo.

Quizás te preguntes si alguien te acompañará y desde ya tengo que confirmarte que sí. Estaremos nosotros, tus amigos y toda tu familia. Siempre quise preguntarte algo pero nunca me atreví. ¿Cómo es que llegaste a España siendo de Ecuador? Me gustaría conocer tu historia.

Te veo en la tarde, ¿sí? Sé que es absurdo escribir esta carta porque hoy mismo me acercaré a hablarte, pero espero que leas todas las de esta semana. Y de nuevo lo siento por no entregártelas antes, de verdad. Te extrañé en estos días y me hubiese gustado ir solo por verte, no pude hacerlo por todo lo del lunes, tan sólo espero que no te enojes conmigo por esto.

PD1. Muchísima suerte esta tarde mi chico lindo. Sí, me he apropiado de llamarte así. Me gusta.

PD2. Tal vez deba cambiar la firma. ¿Qué te parece «Atte. La chica de tus fotos.»?

Atte. Una futura fotógrafa.»

Una vez más esa chica a la que apenas descubrí lograba conocerme mejor que yo mismo. A medida que iba leyendo iba dándole la razón en todo lo que decía ya que en la mañana estuve moviéndome para todos lados, inquieto y nervioso.

Fui a mi cuarto a guardar la carta junto a las demás y cogí las dos que le entregaría a ella. Tal vez las mías no fuesen entregadas por fecha pero sé que ella sabrá ordenarlas. Al fin y al cabo ella empezó esta extraña historia de las cartas y la conoce cómo nadie.

Una vez en el salón cogí el móvil y mientras miraba los sobres marqué su número. Al tercer pitido se escuchó su voz dudosa por no saber quién la llamaba a estas horas y entonces le dije quien era.

— ¿Sí?
— Buenos días bella
— ¿Chris?
— Sí. Soy yo. ¿Molesto?
— No. Sólo... Me sorprendes

Escuché su tímida sonrisa al otro lado de la línea y me armé de valor para preguntarle.

— Oye, quería preguntarte algo
— Dale. Dime
— ¿Qué te parece si ahora me haces una sesión de fotos siendo consciente de ello y después te invito a comer?
— Emm... Dale. ¿Dónde te veo?
— ¿A la salida de la estación de tren está bien?
— Sí
— Allí te veo bella
— Hasta ahora chico lindo

Noté que seguramente estuviese sonrojándose y me la imaginé así pero frente a mí. Realmente me encantaba provocar eso en ella. Cogí lo necesario para salir y durante una media hora esperé a que me avisase ya que mi casa quedaba bastante cerca de la estación de tren.

Cartas a un desconocido [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora