Carta Número 30

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SÁBADO, 31 DE MARZO DE 2018.

PAULA P.O.V.

Hoy era domingo en la tarde y me tocaba volver a casa. Realmente tenía ganas ya que extrañaba mi cuarto y ver todo lo que tengo en las paredes para decorarlo: fotografías, textos, cuadros, etc. Por otra parte me gustaría quedarme, eso me ayudaba a no pensar en él, al menos el tiempo que pasaba con mis amigos y no estaba sola. Durante estos dos días le escribí por las noches las cartas correspondientes y ayer, sin esperarlo, recibí una de sus llamadas antes de irme a dormir.

«Flashback»

Bajé a la cocina antes de irme a dormir, preparé un cola-cao y una vez de vuelta en mi habitación comencé a escribir mientras lo tomaba. Sin esperarlo sentí cómo vibraba, miré la pantalla y vi su nombre ahí. Durante unos segundos dudé si cogerlo o no pero instantáneamente me decidí a cogerlo. Extrañaba su voz y escucharle reírse por todo.

— ¡Chris!
— ¡Buenas linda! ¿Cómo estás?
— Muy bien. ¿Tú?
— Emm... Bien también. Sí. ¿Estabas dormida?
— No tranquilo. Aún no. Cuéntame que has hecho estos días
— Bueno. Fui a la pista de skate y pasé el día con los chicos, y mañana domingo veré de nuevo a mi padre
— Hey. ¿Qué pasó? Noto tu voz extraña
— Nada tranquila. Cuéntame tú
— Yo salí a cenar a casa de unos amigos y pasamos el día jugando a juegos de mesa. ¿Mañana en la noche qué haces?
— Estoy en casa. ¿Tú? ¿Vuelves en la tarde?
— Sí. Quería darte las cartas. ¿Podríamos vernos?
— ¡Claro! ¿Te dejarían venir? Quiero enseñarte algo
— Emm... Preguntaré. Oye, es tarde ya. Mañana hablamos. ¿Sí?
— Dale. Linda noche bella
— Igualmente chico lindo. ¿Sabes? Te extraño
— Tranquila, ya mañana te veo
— Hasta mañana Chris
— Descansa Pau

Finalicé la llamada y poco tiempo después me quedé dormida.

«Fin flashback»

CHRISTOPHER P.O.V.

Era domingo cerca de las nueve de la noche. Finalmente quedé con Paula en vernos cerca de su casa ya que apenas podía quedar media hora. Me arreglé y minutos después ya me encontraba en su portal. Llamé al timbre y después de contestarme ella misma bajó.

Caminamos unos minutos hasta un pequeño parque de juegos para niños, nos sentamos allí y seguimos hablando un rato más hasta que la noté nerviosa. Apenas me miraba y evitaba reírse cómo siempre lo hacía. En medio de la conversación la corté y me acerqué a ella, pues yo estaba a unos metros sentado en un banco y ella sentada en la parte baja de un largo tobogán. Me agaché para quedar a su altura y volvió a evitar mirarme, cosa que me empezaba a molestar.

— Paula. ¿Qué pasa?
— N-Nada. ¿Por qué?

Me miró e intenté descifrar lo que me decían sus ojos.

— Estás diferente. Evitas mi mirada, sonríes escondiendo tu risa, apenas me hablas
— Yo... Bueno. Tan sólo intento dejar de pensar en algunas cosas
— Mírame

Lo hizo y noté sus mejillas enrojecerse.

— Chris...
— Sé tú misma porfa. Me gusta que seas así
— Está bien. Intentaré no pensar tanto
— Ya olvídate de todo y vamos a tomar algo. ¿Puedes preguntar si te dejan cenar fuera? No tardaremos, lo prometo
— Espera

Sacó su teléfono y segundos después consiguió convencer a sus padres.

— Dale. Sí me dejan
— ¿Pizza?
— Tú siempre igual

Al fin rió. Su sonrisa me contagió y reí junto a ella. En realidad tenía razón, amaba cenar pizza y muchas de las veces que terminábamos cenando juntos pedíamos lo mismo.

Ella me contó que cerca había una pizzería, fuimos hasta allí y minutos después nos trajeron el pedido. Cenamos y al fin conseguí que se relajase. Ahora sí era ella misma, reía a cada tontería que le contaba sobre los chicos y se sonrojaba cuando le decía «bella». Era extraño pero ya me había acostumbrado a llamarla así.

Antes de irnos me entregó dos sobres, supuse que la carta del sábado y la de hoy. A cambio yo saqué un pequeño papel de mi bolsillo, no era nada del otro mundo pero sí llevaba algo especial escrito: una nueva letra de canción que estaba componiendo. Iba a abrir las cartas frente a ella pero me pidió que lo hiciese después, las guardé sin problema y la acompañé a su casa antes de despedirnos.

Una vez en casa de nuevo me encerré en mi habitación, me cambié de ropa y saqué las últimas cartas que tenía por leer. La primera de ellas era la del sábado. Abrí el sobre y saqué el papel donde venía escrita y junto a él cogí también el texto y la fotografía que vería después.

«Buenas noches Chris.

Sí. Hoy te escribo de noche. Es algo extraño en mí. Lo sé.

Esta tarde estuve revisando todas las fotografías de mi último año y entre ellas apareciste tú. Encontré las primeras que te hacía antes de comenzar a escribirte, algunas de las que ya te he enviado, otras del día de las pruebas donde finalmente me acerqué a hablarte. También salió la sesión de fotos que te hice y por último encontré una carpeta donde guardo algunas de mis fotos favoritas.

Entre ellas se encuentra la de hoy. Una del día de tu actuación y de las pocas en las que logré captarte mirándome. Espero y te guste chico lindo. Nos vemos pronto.

PD1. Te dejo un nuevo texto a ver si te gusta.
PD2. ¿Qué te parecieron los anteriores?

Atte. La chica de tus fotos.»

TEXTO: Fuiste todo

«Fueron tantos vacíos con tu nombre.
Tantas lágrimas que no cesaban.
Tantos llantos a solas.

Fueron heridas
abiertas y desangradas.
Fueron balas
profundas y calladas,
de esas que siempre matan.

Fue todo y a la vez nada.
¿Pero sabes que es lo peor que recuerdo?
Todas aquellas noches que te esperé
sentada o en la cama,
dormida o tal vez arrodillada a escondidas.»

Miré la fotografía de aquel día y recordé cuando pensé que no vendría y después apareció. Cuando me sorprendió por la espalda y cuando me quedé con ella toda la tarde. Fue realmente de los mejores momentos de este año.

▼¿Lo esperaban? ¿Qué les pareció? ¿Qué pasará después? Texto: Fuiste todo. Espero y les guste. Comenten porfa.▼

Cartas a un desconocido [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora