«Ayúdame»
Corrí hasta el salón y no me detuve sino hasta que abrí la puerta de golpe, ocasionando que todas las miradas cayeran sobre mí, pero no me importó sino hasta que descubrí que el asiento de Raúl estaba vacío. Él no entró a clases.
—¿Amira?
De todas las materias, el único profesor que me quería era el de español. Por eso no había perdido los estribos ni me había gritado, pero si me miraba con un gesto de impaciencia.
—Lo lamento. —Tenía ganas de girar sobre mis talones y buscar a Raúl, pero eso me causaría otro reporte y no estaba en condiciones de que llamaran a mi mamá—. ¿Puedo pasar?
—Esta es la última vez que lo permito —advirtió—. Llegas quince minutos tarde.
—Lo sé, yo tuve un problema...
—Entra, por favor, para poder continuar con la clase.
—Gracias.
Caminé hasta mi asiento, aún siendo el centro de atención. Fue hasta que me senté que el profesor volvió a exigir la atención de todos y dejaron de mirarme.
Me fue imposible poner atención en toda la clase, ya que el lugar vacío a mi lado me ponía los nervios de punta. ¿Dónde estaba Raúl? ¿Cómo hizo para saltarse las clases? Aproveché que el profesor se giró para apuntar algunas cosas en el pintarrón y saqué mi celular discretamente, lo coloqué sobre mis piernas para que quedara medio escondido con el pupitre y escribí rápidamente un mensaje:
Donde estas? Todo bien?
Esperé una respuesta durante las dos horas que duró la clase, pero él no me respondió. En cuanto sonó el timbre recogí mi mochila y fui la primera en salir, ya con el celular en la oreja. No me sorprendió que no respondiera, así que colgué la llamada en cuanto entré a la cafetería, buscándolo con la mirada. Los alumnos entraban de a poco, llenando las mesas, de inmediato ubiqué la del equipo de fútbol y me acerqué a ellos. Todos estaban riendo y platicando, algunos sentados sobre la mesa en lugar de las sillas, para llamar la atención.
—¿Han visto a Raúl?
La mitad de ellos ni siquiera se percataron de mi presencia, pero algunos voltearon a verme y uno me miró con una sonrisa burlona.
—¿Perdiste a tu novio?
Apreté los labios y lo miré con enojo, pero antes de que pudiera responderle alguien lo hizo por mí.
—Cállate Juan. —Un chico se puso de pie y le lanzó a Juan, el burlesco que me había molestado, una mirada asesina.
Juan soltó una risotada pero se giró para dejarme tranquila.
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Sunforest 1. Amira Rey. [Disponible en físico]
FantasíaBienvenido a Sunforest, un mundo mucho más viejo que el tuyo, donde la magia existe, y la guerra se aproxima. "Me limité a abrazar aún más mi cuerpo sintiendo su mirada sobre mi nuca poniéndome los pelos de punta. Fue cuando me di cuenta de que n...