Capítulo 23. Asamblea.

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«Asamblea»


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No pude concentrarme al estudiar para el examen de literatura, afortunadamente estuvo fácil, puesto que se trató sobre los dos libros que leímos en lugar de ser una aburrida prueba sobre teoría. Así que sobreviví a otra materia.

Durante el descanso Raúl se sentó conmigo y me extendió un yogurt de fresa como si fuera una ofrenda de paz. Yo lo acepté con una pequeña sonrisa y lo destapé para poder comérmelo.

—Sabes cómo ganarme —comenté saboreando el yogurt.

—¿Encontraste tu llave?

—No, lamento haberte culpado.

—Descuida, entiendo que es importante para ti.

—¿Y a qué debo el placer de que me honres con tu compañía? —bromeé con un poco de verdad, ya que los últimos días Raúl había preferido sentarse en la mesa de los futbolistas.

—Quería saber cómo resultaron las cosas.

—Joham se está encargando de eso.

—¿Joham como el temible pelirrojo que casi me asesina?

—El mismo, es posible que Enzo la robara.

—¿Enzo como el loco que te secuestró?

—Ahora estoy sorprendida, sí que me pones atención cuando te hablo.

—Siempre —respondió con una sonrisa—. ¿Entonces la van a recuperar?

—Están haciendo un plan, o al menos eso fue lo último que me dijo Joham. Les pedí que lo olvidaran pero al parecer es importante.

—¿Por qué?

—Ellos pueden moverse entre algunas dimensiones, aparecer y desaparecer entre mundos e incluso llevar a alguien consigo, pero teniendo un portal como el que crea la llave hacia Sunforest... Enzo podría meter al bosque lo que sea y eso les preocupa.

—Suena complicado.

—A mí me preocupa más que se pongan en peligro por mi culpa.

—Hey, no te culpes Ami. Deja que les den su merecido.

Sonreí con agradecimiento pero aparté mis manos cuando noté que él estaba a punto de ponerla sobre la mía. No sé si fue por reflejo o intencionalmente, pero evité mirarlo a los ojos y me puse de pie a pesar de que el receso aún no terminaba.

—Nos vemos en el salón.

No escuché su respuesta. Tomé lo que quedaba de mi yogurt y acabé con él antes de salir de la cafetería para poder tirar el empaque vacío. Entré en el baño de niñas que estaba en ese mismo pasillo y disfruté de la soledad, puesto que a esa hora la mayoría de las alumnas estaban desayunando.

Sunforest 1. Amira Rey. [Disponible en físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora