Capítulo 22. Robo.

3.2K 600 112
                                    


«Robo»


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Cuando fui la primera en alzar el brazo la maestra me miró durante largos segundos, incrédula.

—¿Sí, señorita Rey?

—Ya acabé.

Sonreí y le extendí mi prueba para que ella la recogiera, la maestra se puso de pie y le dio un rápido vistazo a la hoja.

—¿Está segura de que no quiere revisar sus respuestas? Aún queda media hora de clase.

—Ya lo hice —expliqué encogiéndome de hombros.

—Cómo usted quiera, puede irse —dijo señalando la puerta.

—Gracias.

Guardé mis cosas rápidamente en mi mochila y me la puse sobre mi hombro. Durante un segundo abracé la llave que colgaba sobre mi cuello pensando que sería lindo ir a Sunforest, pero la guardé debajo del uniforme cuando recordé que no sería buena idea volver a desaparecer de la escuela o podría meterme en más problemas.

Algo que me encantaba de la escuela eran sus áreas verdes, por lo que decidí sentarme bajo la sombra de un árbol y disfrutar aquella media hora libre que me sabía a gloria. De mi mochila saqué una manzana que había guardado en la mañana y le di una gran mordida en lo que me entretenía con mi celular y revisaba las nuevas noticias que había en facebook.

Estaba tan distraída que no escuché a nadie acercarse, pero cuando la sombra de una persona cubrió mi celular automáticamente alcé la vista y un trozo de manzana se me atoró en la garganta. Tosí y me di golpes en el pecho para poder recuperar la compostura.

—¿Estás bien? —peguntó Raúl sentándose a mi lado.

—Si, bien. —Le sonreí—. También terminaste tu examen rápido.

—No contesté muchas cosas —admitió—. ¿Y tú?

—No me supe algunas pero en general se me hizo fácil.

—Te suspendieron por no poner atención en clase, ¿y el examen te resultó fácil?

—Técnicamente me suspendieron porque fui secuestrada —contesté mordiendo mi manzana— pero es que estudié mucho.

—Ya veo. —Sonrió irónicamente y negó con la cabeza, entonces comprendí que algo no iba bien.

—¿Raúl? —dudé.

—No funcionó —se rió.

—¿Qué cosa?

—Mario me dio un consejo, me dijo que dejara de ser tan idiota andando detrás de ti para todos lados. Dijo que si te plantaba con los exámenes tú te darías cuenta de que me necesitabas y entonces te replantearías el "nosotros".

Sunforest 1. Amira Rey. [Disponible en físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora