Capítulo 19. Inmune.

3.5K 571 123
                                    


«Inmune»


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Aún miraba hacia el punto en donde hace tan solo segundos los dos chicos habían desaparecido cuando escuché su voz.

—¿Ami?

Mi mamá estaba medio incorporada en el sofá, mirándome con dos ojos hechos rendijas.

—Mamá. —Crucé la sala para sentarme a su lado y observarla con detenimiento—. ¿Cómo te sientes?

Ella presionó el puente de su nariz con los dedos índice y pulgar.

—Me duele la cabeza, ¿qué me pasó?

—Te desmayaste, ¿lo recuerdas?

—No, aghh —se quejó.

—Iré por una aspirina.

Me acerqué a la cocina para conseguir la pastilla y le serví también un vaso de agua, con las manos temblorosas por todo lo que acababa de vivir. Ella se lo tomó sin percatarse y volvió a recostarse en el sillón.

—Gracias hija.

—Estarás bien —le prometí—. Solo estás cansada, en la mañana dijiste que no te sentías bien.

—Si me siento un poco mareada —admitió.

—Vuelve a dormir, por favor —supliqué para poder buscar a Raúl lo más pronto posible.

Ella debió advertir algo en mi voz, ya que me miró con preocupación.

—¿Estás bien?

—Sí —mentí—. Es solo que me asustaste.

—Hey hijita —dijo ella con media sonrisa—. No sucederá nada, quédate tranquila.

A pesar de todo, sentí como una carga en mi pecho se desvanecía al comprender que con ella las cosas habían funcionado. No recordaba nuestra pelea y no estaba enojada... ya no me odiaba. Le di un beso en la frente y ella sonrió.

—Te amo, mamá.

—Y yo a ti, princesa.

No se durmió de inmediato, tardó al menos veinte minutos en cerrar los ojos y volver a quedarse quieta. Con la sensación de que esa vez no tendría mucho tiempo, me alejé de ella para no despertarla y llamé a Joham con insistencia, aunque no me sorprendí cuando el forestniano no apareció.

Hice un portal y visualicé el gran árbol envuelto por pequeñas flores moradas para que apareciera sobre el espejo ovalado y me llevara directamente a ese lugar, solo que esa vez ni siquiera me detuve a contemplarlo.

La última vez que había estado en ese árbol me sentía igual de preocupada gracias al moribundo Joham, solo que ahora mis sentimientos eran hacia Raúl y en esa ocasión no sabía si podría salvarlo.

Sunforest 1. Amira Rey. [Disponible en físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora