TOC, TOC!! Escuché desde el baño como tocaban la puerta.
- un momento. - dije
Abrí y era Camila como me supuse
- Waoooo - dijo algo asombrada
- ¿Qué? ¿qué tengo? ¿qué pasa?
- Nada, solo que escogí una muy linda acompañante para esta noche. - agachó su cabeza y comenzó a jugar con sus manos.
- Pues, también escogí una buena acompañante ¡por Dios mirate estás guapísima!
- gracias, gracias... no fue fácil, mis estilistas se lucieron - ambas soltamos una risa
- Oye, ¿Y Sebastián?
- Ésta abajo, al parecer tu mamá tenía algo que comentarle, No sé.
Me pareció muy extraño aquello, pero no le puse mucha atención. Terminé de arreglarme, me apliqué perfume, tomé mi chaqueta y bajamos, mi madre se encontraba en la cocina con Sebastián, apenas aparecimos se quedaron callados y cambiaron de tema.
- ¡Miren que cosa más guapa por favor! - dijo Sebastián para romper el pequeño silencio que se produjo con nuestra entrada.
- ¿Pasó algo? - cuestione a mi madre.
- Nada, estaba contandole a Sebas lo emocionada que estoy de que salgas esta noche.
Me pareció una excusa un tanto absurda pero no le di mucha importancia.
Salimos de casa, después de despedirnos tomamos un uber con dirección a la fiesta.
Llegamos al lugar, ya había mucha gente ahí, por un momento me entraron ganas de irme a casa pero Sebas tomo mi mano y me hizo sentir tranquila, esto de socializar no era lo mío, sentía como todo el mundo me observaba, cuando hablaban o se reian sentía que era de mí o eso decía mi mente.
La noche estaba transcurriendo bastante movida, algunos ebrios, otros no tanto, todos divirtiéndose y pasandola bien. Sebas estaba en la pista bailando, Cami aceptó ir a bailar con un chico después de pasar casi veinte minutos rogandome para ir con ella, me comencé a sentir bastante incómoda estando sola así que salí a tomar aire.
Encendí un cigarrillo mientras observaba la inmensidad de aquella noche estrellada.
- ¿Desde cuándo fumas? - escuché una voz que provenía de la entrada, cuando logre divisar me di cuenta que era mi compañera de física.
- Comencé hacerlo hace un par de años, lo hago cuando me siento algo ansiosa.
- ¿Sabías que es dañino? - Me preguntó
- Por su puesto que lo sé, mira, en la cajetilla lo dice - insinue en un tono algo sarcástico.
Volteó sus ojos en señal de desaprobación y subió su mirada al cielo, era primera vez que veía sus ojos de cerca y la verdad es que eran impresionantes, noté que estaba temblando del frío así que no lo pensé dos veces para ofrecer mi abrigo.
- ¿La quieres? - le dije haciendo insinuación a mi chaqueta.
- ¿Me la prestas? - respondió.
- Detesto cuando me responden una pregunta con otra - me saqué la chaqueta y se la dí - por cierto, un gusto conocerte soy Laura- me presenté estirando mi mano.
- Eso ya lo sabía genia estamos en el mismo curso - estrecho su mano con la mía - está canción me encanta, vamos a bailar.
- Emm no, lo del baile no es lo mío, ve tú si quieres.
- bueno, gracias por la chaqueta te la regreso en un ratito más.
Se alejó entrando nuevamente a la casa, yo me quedé un rato más hasta que apareció Sebas y me obligó a entrar otra vez.
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La otra cara de la luna
Teen FictionSomos responsables de decir si venir a la vida o irnos en el primer respiro.