El sol se ocultó y cayó la noche, nuestra conversación nos llevo a decidir intentarlo, ir poco a poco, sería un secreto por su situación familiar, aún su sexualidad estaba oculta ante ellos.Yo estaba bastante felíz con lo que había pasado, no me imaginaba que ella podía llegar a sentir algo por mí pero era cierto y ahora iba a aprovechar al máximo esta oportunidad.
Nos fuimos caminando hasta su casa, ibamos tomadas de la mano muy discretamente, al llegar nos despedimos con un abrazo, me quedé en la entrada hasta que abrió la puerta, se giró en mi dirección y me arrojó un beso, gesto que me robo una sonrisa, le dije adiós y continué mi camino.
Al llegar a casa me encontré con mi madre, le conté lo felíz que me sentía y el porqué de tanta felicidad, mi mamá se alegró por mí y por ella, ya la conocía y le tenía aprecio. Subí a mi habitación y busqué mi cuaderno de notas, por fín había llegado a mí la letra perfecta para aquella melodía.
Tomé mi guitarra y toqué los acordes que le daban vida a aquella melodía y comencé a cantar.
Aquí estoy muerta de miedo
Voy a verte de nuevo
No sé que decir
Ya practique en el espejo
Y hasta pedí consejos
Para hacerte reírY ya compré caramelos
Me peiné el pelo como te gusta a ti
Estoy pidiéndole al cielo
Que cuando me veas te pongas felízTú me haces ser inocente otra vez
Más ingenua más frágil tal vez
Me haces niña y no pienso crecer...Anoté todo en mi libreta, recibí un mensaje de ella pidiéndome que saliera a observar la luna, abrí mi ventana y dejé entrar la luz de aquel enorme satélite que tanta tranquilidad me daba, inmediatamente vino a mí otro momento de inspiración, tome mi cuaderno y en cuestión de minutos terminé de darle vida a aquella canción.
Decidí responder su mensaje con un simple "gracias". Me dejé caer en mi cama y sonreí, mi felicidad era tanta en ese momento.
Aunque sentía miedo, era consciente de que en cualquier momento algo iba a dañar tanta felicidad, estaba aferrada a disfrutar cada momento junto a ella.
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La otra cara de la luna
Teen FictionSomos responsables de decir si venir a la vida o irnos en el primer respiro.