Me dolía el alma, me sentía vacía e incompleta pero así debía ser, estaba segura que no debía arrastrar a nadie más a este infierno. Tomé una botella de licor que estaba en la cocina y comencé a tomar, el primer trago me quemo un poco la garganta pero este ardor no se comparaba a lo que había sentido estos últimos días.
Dejé de sentir el ardor después del cuarto trago, entre el dolor y las lágrimas encendí un cigarro e inhale aquel humo denso, sentí el calor que penetraba mis pulmones, seguí en la misma posición perdida en mis sentimientos y pensamientos turbios.
Una vez más sono el timbre de la puerta, me levanté para abrir, me sentí un tanto mareada, quizás ya era mucho licor el que estaba corriendo por mi sistema, al abrir la puerta Sebastián, Isabella y Camila entraron a la casa.
- Sabía que esto iba a suceder
Sebastián me miró y dijo - ¿Qué pasa contigo?
Quizás era el licor o toda la ira que estaba manejando pero no le iba a permitir nada a ninguno de los tres.
- Pasa que soy una porquería que no le hace bien a nadie, pasa que desde que llegué a este mundo vine a arruinar vidas, eso pasa.
- Mirate Laura estas echando a perder tu vida, ¿en qué te ayuda estar en ese estado? Coño, mírate los brazos, eso no soluciona nada...
- ¿Sabes qué? Nunca has sentido ni sentirás algo similar Sebastián, ¿tienes idea de lo que se siente estarte quemando por dentro? ¡Puta madre, no puedo ni respirar en estos momentos!
- No puedes ser tan egoista - replicó Isabella. Queremos ayudarte, queremos estar contigo y tú nos haces esto. Laura, me rompiste el corazón.
- No necesito la ayuda de nadie. - concluí.
Isabella se paró justo en frente de mí y dijo - Mirame, por favor, mirame a los ojos y dime que ya no me amas. - por supuesto que no podía hacer eso, no podía, y simplemente me aleje de ella - sólo váyanse ya. - les dije.
- Si es lo que quieres, muy bien, espero que ahora si estés felíz. - dijo Isa antes de marcharse.
Sebastián me observó de arriba abajo con despreció y se marchó tras ella.
- Todo va estar bien, te prometo que to... - No la deje terminar y respondí - No necesito tu lástima Camila, es mejor que te vayas con ellos. - sus ojos se enrojecieron y salió disparada de ahí.
Me sentí tan cobarde en aquel momento, acababa de apartar de mi vida lo único que le daba sentido.
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La otra cara de la luna
Fiksi RemajaSomos responsables de decir si venir a la vida o irnos en el primer respiro.