Desde aquella tarde de helados las cosas entre Isabella y yo habían avanzado bastante, no había ni un segundo en el que no supiera de ella, hablábamos todo el día por whatsapp y saliamos juntas cada vez que podiamos. Ya conocía a mis amigos, a mi madre, yo a su familia y amigos, éramos bastante cercanas. Conocía mis problemas emocionales, sabía como darle luz a aquellos días oscuros, se estaba convirtiendo en eso que siempre quise pero que nunca había encontrado, hasta ahora.
Y me enamoré, pasó de la manera más linda que imaginé, sin darme cuenta comenzó a crecer de la nada un sentimiento que no podía controlar, tenía miedo de perderla, de que me rechazara, tenia un par de semanas ocultando mis sentimientos, tratando de engañarme pensando que se iba a pasar.
Y es que, quién no se enamora cuando con una mirada te toca el alma, cuando te da paz solo con estar presente, cuando con una simple sonrisa te alegra el día. Al principio intenté negarmelo, hasta qué me di cuenta que la pensaba y extrañaba más de lo normal.
Estaba componiendo, algo que no hacía hace mucho, tenía la melodía pero la letra no salía, sabía que iba a llegar a mi mente de un momento a otro, en medio de mi rasgueo sentí sonar mi celular, era ella avisando que estaba abajo, dejé mi guitarra a un lado y fui abrir la puerta.
- Hola mor, oye estoy tan emocionada - dijo en medio de un abrazó
- Estoy nerviosa hace mucho tiempo que no toco en frente de alguien - respondí
- Lo vas hacer genial.
Subimos a mi habitación y la invité a sentarse, se ubicó justo al borde de la cama quedando en frente de mí, tomé mi guitarra y comencé a tocar algunos acordes, apenas subí la mirada me encontre con la suya, sus ojos mostraban un brillo que no había visto antes, me desconcentre un poco y toqué mal el siguiente acorde.
- Oye si sigues viendome así voy a tocar todo mal - le dije
- perdón, es que me encanta verte hacer lo que te gusta.
Me sonroje ante esa respuesta, tomé firmemente mi guitarra y antes de empezar a tocar le dije:
-Esta melodía llego a mí la tarde que pasamos en el parque y al llegar a casa escribí los arcordes.
- Se podría decir ¿Qué es para mí? - me cuestionó
- Digamos que si - comencé a tocar mi guitarra.
Al finalizar noté que en sus ojos habían lágrimas.
- Esto es lo más lindo que han hecho por mí - dijo
Aparté mi guitarra y me acerqué a ella, limpié sus ojitos con mis dedos y al terminar vi como se abrían justo en frente de mi, era un espectáculo. Fui al espacio con solo verla a los ojos, la sensación que producía esa mirada en mí era indescriptible.
Al volver de mi trance, me fijé en sus perfectos labios en segundos volví a sus ojos y en un arranque de valentía me atreví a besarla.
Cerré mis ojos y me dejé llevar, sentía como un volcán de emociones estaba haciendo erupción en mí, sus labios eran tan cálidos y suaves, tardé varios minutos en darme cuenta que mi beso estaba siendo correspondido con las mismas ansias .
De un momento a otro se alejó de mi sin decir ni una sola palabra, se puso de pie y salió prácticamente corriendo de la casa.
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La otra cara de la luna
Teen FictionSomos responsables de decir si venir a la vida o irnos en el primer respiro.