La Carta

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Una de las decisiones más difíciles de esta vida es eligir si tienes la capacidad de volverlo a intentar o sí es hora de desistir y dejarte ir. Hay cosas que pensé que no volverían a pasarme pero, como siempre, me equivoqué, creí saber lo suficiente como para no equivocarme, es evidente que nunca aprendí.

No me queda más que dejarte mis palabras escritas en este pedazo de papel, no podía hacerlo de otra manera, si me vieras ahora entenderias.

Hay muchas situaciones de mi vida que me trajeron hasta aquí, aunque he intentado de mil maneras sacarlas de mi sistema, no puedo. El dolor sigue y tomé una decisión, aunque quizás algo egoista de mi parte, porque sólo estoy pensando en mi tranquilidad pero ya me cansé. He tocado fondo muchas veces, pero siento que ya está muy hondo para mí, hay una niña que vive aqui adentro que está pidiendo a gritos que la deje salir y ¿Sabes qué? Se lo debo, es hora de dejarla ir.

Ya te imagino leyendo esto, espero no estés llorando, no hay razón para hacerlo, te prefiero sonriendo así hermosa como siempre. Quiero hablar de ti, de esa encantadora manera que tienes de hipnotizar a las personas cuando hablas, de esos ojos que, por Dios, pueden ser la perdición de cualquier ser humano. Tienes muchas cosas, pero lo que está adentro vale más. Y sí, sé que dijiste que ibas a cambiar, a volverte más fuerte pero no te equivoques, ser fuerte no significa volverse frío o insensible. Eso es ser cobarde.

Gracias por habernos permitido escribir esta historia aunque no llegamos al final, fueron los mejores días de mi vida. Es que, sólo una persona tiene la magia de tocarte el alma. Alma que hoy se está despidiendo pero que cumplira su promesa de amarte siempre.

Si me extrañas recuerda que siempre podrás verme reflejada en la luna.

Te amo y te amare hasta la eternidad.

La otra cara de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora