No quería terminar esto sin darle las gracias a dos personitas que han estado conmigo y me han apoyado desde el primer momento que llegó esta idea loca a mi cabeza, gracias por dedicarme su tiempo y escucharme cada noche cuando les narraba mis ocurrencias.
Y no solo eso, gracias por estar cuando pepe se apodera de mi y me deja echa nada, gracias por escuchar mis tonterías y mis canciones, por siempre darme ánimos y estar ahí para mi, esperó algún día podamos romper la distancia y darnos un abrazo enorme.
¡GRACIAS!
Cindy y Paula.
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La otra cara de la luna
Teen FictionSomos responsables de decir si venir a la vida o irnos en el primer respiro.