Al llegar a casa hice algo rápido de comer y lo subí a mi habitación, deje mis cosas en su lugar y tomé mi guitarra, comencé a tocar algunos acordes que poco a poco se convirtieron en una melodía, tomé mi libreta y escribí cada uno de ellos.
Luego de terminar, rasgue una vez más en mi guitarra aquellas notas y la melodía que salía era realmente hermosa.
Recibí un mensaje en mi teléfono así que deje un momento mi guitarra a un lado, revisé y era un número desconocido abrí el chat para poder leer aquel texto.
Desconocido
No sé porqué no te pedí tu número si hace menos de dos horas estabas aquí, me toco pedírselo a 5 personas distintas antes de dar con alguien que si lo tenía, bueno lo que queria decir es que no te preocupes por el trabajo lo terminé hace un rato, ya lo envíe. saludos descansa.
No pude evitar sonreirle a mi pantalla, la energía de esta niña se notaba hasta en la manera como escribía textos.
Yo:
Muchas gracias por terminarlo y por ayudarme a despejar la mente esta tarde. Descansa, buenas noches. - respondí
Agende el número y volví a mi guitarra, al poco tiempo me quedé dormida.
Esta mañana había transcurrido bastante rápida desperte, desayune, hice algunas tareas que tenia pendiente y cuando noté ya era pasado medio día y Sebas estaba llegando a casa.
Nos acomodamos en sofa y comenzamos a jugar vídeo juegos .
¿Cómo te fue ayer?- me cuestionó
Muy bien, la verdad Isabella es un ser bastante encantador - respondí aún concentrada en la pantalla del televisor.
¿Espera qué? - pauso el juego y me miro -¿un ser bastante encantador? - entrecerro sus ojos como si algo le pareciera sospechoso.
Había caído en cuenta de lo que dije demasiado tarde e intenté persuadir el asunto - si es encantadora, tú también eres encantador - traté de disimular un poco la estupidez que había dicho, Sebastián soltó una risotada y siguió el juego, al parecer había funcionado o eso pensé.
-¿Te atrae verdad? - me cuestionó y esta vez la que pauso el juego fui yo.
- No, no me atrae. Me parece encantadora pero solo eso, además es hetero - seguí el juego
- Dicen que no y puedo averiguarlo.
- ¿De verdad? - me quede pensando en eso por unos minutos y Sebas aprovechó para ganarme, luego de celebrar se fue a la cocina por algo de comer y a mí me quedó dando vueltas en la cabeza aquello.
Sebastián me había dejado una duda bastante grande, duda que tenía que resolver, aquella pequeña se me estaba haciendo bastante interesante y quería saber más sobre ella.
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La otra cara de la luna
Teen FictionSomos responsables de decir si venir a la vida o irnos en el primer respiro.