Secretos.

Extra II

Mis hermanos toman asiento en el sofá de un lado, Tammy corre a los brazos de Raúl quien la atrae a su pecho y deja un beso en su cabello. Mi padre y Mady se sientan en el sofa frente a nosotros y yo comienzo mi relato.

-Hace dos años el día que ustedes se fueron a la casa del lago yo me encontraba acá sola, cuando escuche que tocaban el timbre era Magali ella vino a decirme que había visto por unos vídeos que compartimos en redes sociales, mi compromiso con Pablo por eso había venido para impedirlo, ya que no podía permitir que él y yo nos casáramos, porque él y yo éramos hermanos. Me confesó su aventura con Ernesto y me dijo que yo era producto de esa relación por eso me fui, yo en ese momento le creí, por eso huí ya que no quería que nadie se enterara y me rechazaran, por no ser tú hija. Cuando llegue a New York me sentía devastada, estaba sola como muchas veces me sentí cuando Magali se iba por días y me dejaba sola en el departamento, solo que esta vez era aun peor, porque antes tenía la esperanza de verlos y de que estaría con ustedes siquiera unos días en mis vacaciones, pero ahora me sentía sola de verdad. Perdónenme por las cosas que dije cuando me llamaron, porque no eran verdad yo solo las dije por miedo...- No puedo evitad llorar al recordar lo frios y solitarios que fueron esos días, pero Pablo me aprieta los hombros infundiéndome valor, para continuar mi relato y sabe la parte que voy a revelar.

》me sentía asqueada, aterrada y por eso me fui, luego de algunos días me comencé a sentir un poco mal de salud y bueno eran Sam y Santi ese también fue uno de los miedos más grandes que he pasado en mi vida. Pero cuando Pablo dio conmigo fue una de las pistas que tuvo Ernesto, él me busco ya que al ver el comportamiento de Pablo cuando lo rechace, por miedo a que fuesemos hermanos, se contacto con Magali y ella le dijo lo mismo que a mi, cuando llego a mi departamento, me pidio nos hiciéramos las pruebas de ADN que salieron negativas, y bueno él me pidio perdón, pero yo en ese momento me sentía muy mal aun... no tenia las fuerzas, para darles la cara  despues de los que les habia dicho por telefono, así aue decidí quedarme el New York, con mis hijos, mismos que aun Pablo no conocía, pero que gracias precisamente a Ernesto, que fue a buscarlo, para relatarle todo esto, Pablo regreso y esta vez pues arreglamos las cosas ya que sabíamos ambos que no eramos hermanos y que teníamos dos hijos en común que unos meses despues para sorpresa se convirtieron en cuatro, nos casamos en New York como ya les dijimos antes y gracias a la ayuda y apoyo de Mady regresamos a España, pero aun así no les habíamos contado todo esto, porque Pablo y yo lo hablamos antes de regresar entre ambos decidimos que no nos correspondía a nosotros contar todo eso. Perdón, pero...

Mi padre se levanta rápidamente del sofá y se acerca a mí envolviéndome entre sus brazos. Cuando me suelta mira mi rostro y lo toma en entre sus manos.

-Mi niña no tenemos nada que perdonarte, no puedo ni imaginarme lo que debiste pasar por esa arpía sin corazón...-Abrazo muy fuerte a mi padre y me permito llorar liberando así lo que tanto me ataba desde que regresamos a España.

Mientras seguimos abrazados siento como mis hermanos se acerca a nosostros y nos fundimos todos en un abrazo, mi papá se separa un poco de nosotros y extiende su brazo a Mady, pero ella rompe en llanto y no se mueve, lo cual alerta a papá se separa de nosotros y se acerca a ella.

-Hey! Mi amor-Mi padre intenta abrazarla, pero ella se hace hacia atras y nos sorprende a todos.

-Yo... perdóname mi amor. Yo lo sabia todo desde hace años, Marcela me lo confeso cuando ella lo descubrió... además yo sabía donde estaba mi niña desde el principio, los viajes que te dije que hacía a Chicago, para ayudar a Vicky eran mentira, yo viajaba a New York, para estar con Lily y los bebés...

Por un momento mi padre no dice nada, solamente se queda mirandola, pero parece reaccionar y sin decirle nada la abraza.

-Adela mi amor. Como puedes sentirte culpable, cuando nos diste una lección a todos esta noche, Magali no merecía ninguna consideración de nuestra parte, pero aun así tú en cierta forma la defendiste aun así ella no se lo merece, además yo se que harías cualquier cosa por nuestros hijos y si Lily te habia pedido que no dijeras nada, tú respetarías eso y la ayudarías, tal como lo hiciste. Como podría molestarme amor, yo estoy agradecido, porque ayudaste a nuestra pequeña. Te amo, mi amor y no era a ti a quien correspondía revelar los secretos de ese par de sinverguezas. Ahora ven- Dice atrayendo la a sus brazos y confortandola. Todos los observamos envelezados, por el amor que ellos se profesan, cuando se separan mis hermanos y yo nos acercamos a ella para abrazarla.