Intruso.
— ¡Mehgan! ¿Estas bien? — exclame, girándome. Mehgan había gritado tan fuerte que cualquiera habría pensado que había sido en su ventanilla en la que algo se había estrellado. Ella sacudió la cabeza arriba y abajo, su corazón latía violentamente rápido.
— ¡Yo estoy bien! ¡P-pero...! ¿¡Que hay de el?! — Ambas miramos a Edward. Con el vidrio de su ventanilla rota sobre toda la ropa, veía totalmente absorto la cabeza del Alce metida junto a el, casi tocándole. —¿Como...? ¿Es un Alce?
— Si. — respondí, — ¿Edward?
— Estoy bien. — respondió el, gruñendo. Ese era un grandisimo No.
— No te muevas, lo sacare.
Baje el auto rápidamente y rodee la camioneta, que se había detenido justo en la salida del pueblo, para acercarme al asiento. Mehgan exhalo un suspiro dese su asiento,— ¡Cuidado Amber!
— Tranquila....— le calme, acercándome a la causa del choque. Se me hizo un nudo en la garganta. Un enorme alce con astas tan claras como el marfil y cuerpo de tonos cobrizos se había chocado con fuerza brutal a nuestro auto en movimiento. ¿Porque? No tenia ni idea. Inmediatamente relacione la situación con los pájaros en el aeropuerto; La cosa se estaba saliendo de control. Si ya de por si era extraño ver una bandada de pájaros actuar de aquella manera, era aun peor ver a un alce hacerlo. Eran animales sumamente tímidos y verlos fuera del bosque profundo era una rareza, por lo que yo sabia. Este enorme animal se había estrellado directamente hacia nosotros. Edward no le había atropellado, ni habíamos salido e la carretera. No. El se había impactado por decisión propia con nosotros
— ¿E-esta vivo? — pregunto Mehgan. Sacudí la cabeza.
— No... El vidrio le corto el cuello. — la sangre manchaba toda la puerta del piloto y goteaba en el suelo. Era grotesco. — Lo moveré. — di una mirada al rededor. El alce solo había logrado meter la cabeza, y al acercarme un poco mas capte que no solo salia sangre del animal, sino de Ed también, su asta derecha se había estrellado contra su hombro.— Mehgan, al sacarlo quiero que pongas tu mano en el hombro de Edward, ¿Esta bien? — le señale justo donde, pero Edward se quejo.— No seas tonto, hay que detener la hemorragia.
— La herida se cerrara sola, Amber...
— Si no detiene la hemorragia te desmayaras y no queremos eso, así que cierra la boca. — Mehgan asintió a mis palabras. Edward se quejo, pero no dijo nada mas. — Tranquilo, seré gentil.
Tire del enorme cuerpo del animal para sacarlo. El vidrio termino de cuartearce y romperse cuando estuvo completamente fuera. La sangre mancho casi todo el marco de la ventana y Edward soltó un gemido de dolor. La macabra imagen de un Alce degollado y su sangre tan cerca habría desmayado a cualquiera, pero Mehgan logro acomodarse hasta ponerle la mano a Edward en el hombro por sobre la herida como una campeona.
Lance el cadáver del animal a un lado sin evitar sentir una culpa brumosa en el pecho. Pobre animalito, ¿Porque rayos había hecho algo así?
— Aguarden un segundo, Mehgan aprieta fuerte. — la vi asentir rápidamente antes de levantar el cadáver del animal en peso. Lo deje dentro del bosque aun haciéndome preguntas, ¿Cómo? ¿Por qué? Los pájaros, el alce... parecían coincidencias muy poco coincidentes. Algo lo causaba, ¿Yo, acaso?
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Lycans II: Apocalipsis
WerewolfEl tiempo ha pasado. Una nueva guerra esta por iniciar. Los Lycans ya no están a salvo. El mundo ha cambiado... Y Amber también. Todos los derechos reservados. Secuela del libro Lycans: Eclipsis.