Camille.
—Dios mío. — susurre, viendo la herida de Edward. Según ellos no era algo grave, pero la sangre le había manchado el hombro tanto que solo verlo me daba algo de asco. Solo algo, porque estaba demasiado feliz como para vomitar— ¡Te gane con una lanza! ¡Te gane, te gane! ¿Quién te gano? ¡Yo!
Aun con el hombro a medio vendar, Edward me lanzo una mirada fugaz. No estaba segura de sí era una mirada orgullosa o algún tipo de insulto. Sea como fuese, ¡Yo estaba demasiado feliz como para sentirme mal por el!
—¿Ven eso?— murmuro Nick, señalándome. Deje de hacer mi baile ridículo un segundo para prestarle atención— ¡Eso es tener huevos!
Entonces comenzó a felicitarme. En ese momento pensé que, tal vez, podía estar a la altura de ellos con respecto a la defensa personal. Aunque, siendo honesta conmigo misma, tal vez había salido viva por pura suerte.
La puerta de la enfermería se abrió y entro Mehgan.
—¿Qué están haciendo aquí? Creí que todos estaban bien... ¡Por dios! —Exclamo, al ver a Edward.—¡¿Por qué estas sangrando tanto?!
—La jabalina era de titanio, — explico Nick— Tardara bastante en sanar, pero no le pasara nada malo, tranqu...
Mehgan me miro de un modo que la sonrisa se me fue.
—¿Qué...?
—¡Camille, le atravesaste el hombro!
—¡Si no lo hubiese hecho el me habría comido como una bestia...! Sin ofender, Eddy. —Edward rodo los ojos. Como yo tenía razón, ella hizo un sonido preocupado con su garganta mirándolo. Y es que tenía que admitirlo: la herida se veía fea. Pero antes lucia peor, así que no había ningún problema — Por cierto, ¿Cómo hiciste para que no te devoraran a ti?
—¡Es cierto!— exclamo Nick, dándole un codazo— Cuéntanos...
Mehgan se agarró las manos nerviosamente.
—Es por la Nigromancia...— dijo — No estoy muy segura de cómo funciona, pero es como si... No estuviese sola. Como si algo me protegiera. Aun no se controlarlo bien, pero... Tuve suerte, el pánico me ayudo.
—Sin ti podría haber sucedido una desgracia.
—¿Crees que ya superaste la segunda fase? —le pregunte, curiosa. — Te veo más tranquila, ya no estás tan... errática...
Mehgan suspiro.
—No lo se.
A Edward tenían que terminar de aplicarle algunos tratamientos para que sanara más rápido. No me sentía culpable con él, pero si con Mehgan. Así que, cuando salimos del taller, le di un codazo.
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Lycans II: Apocalipsis
WerewolfEl tiempo ha pasado. Una nueva guerra esta por iniciar. Los Lycans ya no están a salvo. El mundo ha cambiado... Y Amber también. Todos los derechos reservados. Secuela del libro Lycans: Eclipsis.