Capitulo 19

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Mehgan.

Dormir en la habitación no era complicado, al menos habían arreglado las ventanas rotas, complicado era no soñar. Mis sueños eran siempre el mismo, repitiéndose una y otra vez. No se trataba de algo terrorífico, pero, en cierto modo, me abrumaba.

Todo eso se lo explique a Kate, mientras ella me ayudaba a vestirme. —¿Y de que tratan tus sueños, hija?

Yo le explique: — Camino en un sendero. Y eso es todo. No tiene fin. Es... Es extraño.

—Es mi deber informarte que esa clase de sueños serán comunes de ahora en adelante. Eres una Nigromante, Mehgan.

—Nathan dijo que aún no. — Susurre — Que debía pasar una prueba, pero... ¿Cuál?

Kate termino de ayudarme con la camiseta y se sentó a los pies de mi cama, para ponerme calcetines. Me sentía algo avergonzada porque ella me ayudase, es decir, yo podía hacerlo sola, pero ella insistía en que no podía hacer esfuerzos.

—Me temo que eso no podemos decírtelo. — Me dijo — De ser así, podrías cometer errores y... Bueno, pasarían cosas malas.

—Tengo miedo, Kate. — susurre. —¿Y si no lo logro?

—Deja esa cara larga y escúchame; Has pasado por demasiadas cosas como para dejar que esto te tumbe, así que lo lograras. ¿Me oíste?

Asentí. — Gracias, Kate. Por todo. — Me apresure a añadir — Por permitirme quedarme aquí, y por tomarte todas estas molestias aunque yo no sea una Lycan o...

—Primero que todo, no es nada, y, segundo, esto lo hago porque no hay razón para no hacerlo. No es una molestia para mí, créeme, siempre supe que quería ayudar a otros, y más aun cuando los quiero tanto.

Me veía, sonriente. Mis mejillas enrojecieron. —Igual, gra...

—No quiero oír nada más al respecto. —me corto. — Comete tu fruta, y Paul vendrá en un rato para examinarte.

—¿De nuevo?

—Nunca es demasiado. — Ella me beso la frente, palmeo mi brazo y, llevándose la ropa sucia, se fue. Me quede sola, sintiendo cierta vergüenza mezclada con... enternecimiento. Quería mucho a Kate, acababa de darme cuenta que lo hacía. La quería mucho.

Me incline para tomar el plato de fruta que Kate había dejado a mi alcance. Papaya, fresas, melocotones, manzana verde, y algo de sandía. También había un zumo de naranja y unas rodajas de pan. Dios, si quería a esa mujer.

Comí en silencio, viendo Instagram con mi otra mano como si de las noticias se tratara porque, por favor, eran las noticias modernas.

Estaba a medio maquillaje tipo Drag Queen cuando escuche el sonido en la ventana. Alce la mirada de inmediato, aterrada. Parecía... vidrio cuarteándose. Deje de nuevo la fruta en el plato, y, con cuidado, lo puse a un lado. No podía ponerme de pie por órdenes de Paul, pero estaba segura de que iba a lanzarme a correr fuera de la habitación si era necesario. Estaba a punto de gritar el nombre de Amber –sabía que todos me oirían- cuando el sonido se detuvo. Mi respiración flanqueo.

Lycans II: ApocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora